14 de ago. (Dow Jones) -- Con una fortuna de 150 mil millones de dólares, el fundador de Amazon, Jeff Bezos, fue declarado recientemente como la persona más acaudalada de la historia moderna.

¿Pero realmente lo es?

La respuesta depende de cómo se cuantifica la riqueza de los pasados contendientes a obtener dicho título.

Hay por lo menos cinco formas de hacerlo, y cada una proporciona un resultado diferente, dijo Samuel H. Williamson, economista y presidente del sitio electrónico Measuring Worth.

La riqueza real, la medida más familiar, considera el poder adquisitivo relativo de una suma determinada ajustándola en relación a la inflación en términos del índice de precios al consumidor.

Con base en esa medida, la fortuna de John D. Rockefeller, el primer multimillonario de Estados Unidos y quien personifica la competencia más fuerte para Bezos entre los aristócratas de los últimos días, equivaldría a tan solo 24 mil millones de dólares en la actualidad.

Calculando a la inversa, la fortuna de Bezos ascendería a alrededor de seis mil 500 millones de dólares de 1916, cuando las riquezas de Rockefeller llegaron por primera vez a la marca de los mil millones de dólares.

No obstante, algunos expertos sostienen que es absurdo ajustar la riqueza de los multimillonarios en función del precio de un paquete de bienes y servicios que compraría un hogar promedio, como lo hace el IPC.

“Jeff Bezos puede darse el lujo de adquirir todo lo que quiera”, dijo Bill Bernstein, un administrador de inversiones y autor del libro “The Birth of Plenty: How the Prosperity of the Modern World Was Created” (El nacimiento de la abundancia: Cómo se creó la prosperidad del mundo moderno). “Pero dudo mucho que él consuma siquiera una pequeña fracción de su riqueza”.

Las medidas restantes recomendadas por el Dr. Williamson son: el poder adquisitivo de los hogares, ingresos laborales relativos, ingresos relativos y producción relativa. Pero no todas son útiles para comparar el valor astronómico de los magnates petroleros y de los reyes del comercio electrónico.

Juzgar los desmedidos recursos de los súper ricos basándose en las compras de un hogar promedio probablemente no tenga mucho sentido. Tampoco comparar los fondos desbordados con las ganancias de los trabajadores no calificados o su producción, como lo hace la medición relativa de los ingresos laborales.

Sin embargo, las dos medidas restantes, el ingreso relativo y la producción relativa, proporcionan un contexto útil para evaluar la riqueza del “club de los propietarios de yates y todo lo demás”. Estas se basan en el producto interno bruto, el valor de todos los productos terminados y servicios producidos en los confines de un país, y en un período de tiempo específico.

El ingreso relativo, una medida del nivel socioconómico, se calcula dividiendo el actual PIB per cápita entre el PIB per cápita del año anterior y después multiplicar el resultado por el valor que tuvo el dólar el año anterior.

Utilizando esa medida, la fortuna de Rockefeller equivaldría a 127 mil millones de dólares en la actualidad, aproximadamente 15% menos que la fortuna de Bezos.

“Lo que esto quiere decir entonces es que mil millones de dólares en proporción con el PIB per cápita de 1916 es lo mismo”, que 127 mil millones de dólares en proporción con el PIB per cápita de hoy, dijo el Dr. Williamson.

El producto relativo, una medida de poder, se calcula de manera similar, dividiendo el PIB actual entre un PBI pasado y multiplicando el resultado por el valor del dólar del año anterior.

A partir de esa medida, las riquezas de Rockefeller se traducen en 407 mil millones de dólares, casi tres veces más que la fortuna de Bezos.

La misma información se puede representar como un porcentaje del PIB. La riqueza de Rockefeller representó 2% del PIB estadounidense de 1916. La riqueza de Bezos representa alrededor de 0.7% del PIB actual --si es que es eso.

Gran parte de la riqueza de Bezos está vinculada a las acciones de Amazon, y en julio, cuando Bloomberg Billionaires Index enlistó su patrimonio neto, hubo especulaciones de que su elevada posición sería efímera gracias a los precios cambiantes de las acciones.

“Cien acciones pueden tener un precio de 100 dólares, pero si nadie las está comprando, no vale nada”, dijo el Dr. Williamson para ilustrar los caprichos del mercado.

En el pasado distante, otros problemas agobiaron a los súper ricos.

Aparte de los últimos miembros del club de los multimillonarios, los contendientes más serios para ser nombrados la persona más rica tienden a ser figuras antiguas como el rey Salomón de Israel o de Malí Mansa Musa, hombres cuyas riquezas y sus economías son prácticamente imposibles de documentar en la actualidad --y, que algunos argumentan, no son comparables de todos modos.

“Imagine tener una tonelada de oro a mediados del siglo XIV en Mali”, dijo Bernstein, refiriéndose a Musa. “Solo sacarla del país para comprar cosas habría sido bastante difícil. Incluso si hubiera podido sacar dicha riqueza, los camellos no hubieran podido traer al país todas las cosas que hubiera querido comprar. Prefiero estar sentado donde estoy con mi cómodo ingreso de la clase media”.

No obstante, se dice que Musa, quien era musulmán, se embarcó en un viaje de seis mil 400 kilómetros a la Meca con una caravana de miles de personas distribuyendo suficiente oro en el camino como para pertubar inadvertidamente la economía de Egipto durante más de una década.

Pero volvamos a lo superlativo.

De acuerdo con una de las medidas más relevantes de la riqueza extrema, Bezos es de hecho la persona más rica en la historia de los tiempos modernos. Pero según otra, no lo es.

¿Cuál será correcta?

Esa resulta ser una pregunta muy enriquecedora.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 14/08/2018

Etiquetas: Jeff Bezos Fortuna Comparación John D. Rockefeller Dólar PIB IPC Tecnología Amazon.com Riqueza