8 de ago. (Sentido Común) -- Elba Esther Gordillo Morales, la exlideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), quedó en libertad la noche de ayer luego que un magistrado federal determinó desechar las acusaciones de delincuencia organizada y lavado de dinero en su contra.

     La absolución de la profesora, quien tiene 73 años de edad y durante más de dos décadas dirigió el rumbo del principal sindicato de maestros de México, no estuvo exenta de polémica por la imagen que durante años representó de derroche como dirigente sindical.

     Gordillo Morales fue detenida por la Procuraduría General de la República (PGR)  en febrero de 2013 y tuvo que pasar la mayor parte de este tiempo en prisión, aunque en los últimos meses fue enviada a seguir su proceso en detención domiciliaria, por su avanzada edad y por el endeble estado de salud que presentaba.

     Cuando fue encarcelada, hace cinco años y medio, el entonces procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, dijo que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto tenía pruebas de que la profesora había desviado cerca de dos mil 600 millones de pesos de recursos de los trabajadores de la educación, entre los años 2008 y 2012.

     No obstante, ahora un juez determinó que las acusaciones del gobierno no probaron que Gordillo fuera culpable de algún delito.

     “Debido a la muy larga situación de aislamiento a la que me he visto sometida, me es necesario un plazo para asimilar privadamente las evidentes emociones que se derivan de un hecho tan importante en lo personal”, dijo Gordillo Morales, en una carta que fue leída por su abogado Marco Antonio del Toro. “El próximo lunes 20 de agosto habré de convocar a aquellos medios de comunicación que tengan interés en conocer mi opinión y posición sobre los sucesos relativos. Con oportunidad informaremos lugar y hora”.

     La exlideresa dijo que tomará unos días de descanso antes de comparecer ante los medios el próximo 20 de agosto, en conferencia de prensa.

     La PGR, a través de un comunicado, dijo que respetaba el fallo del tribunal que determinó la liberación de Gordillo, pero no compartía el sentido de la sentencia que la exonera de cualquier cargo.

     “La PGR ha actuado, en todo momento, con estricto apego a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como a las leyes que orientan su actuación, y, sobre todo, en absoluto respeto a los derechos humanos”, dijo la Procuraduría, en un comunicado.  “Actúa siempre conforme a derecho e interviene cuando se presente un hecho que la Ley señala como delito y exista la probabilidad de que alguien lo cometió o participó en su comisión”.

     Para algunos, sin embargo, la salida de la polémica profesora de la cárcel es una muestra de las carencias que tiene el sistema judicial del país para sentenciar personas.

     “La prisión y liberación de Elba Esther es un recordatorio de por qué es fundamental profesionalizar fiscalía general del país”, escribió Marco Antonio Fernández, profesor e investigador del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, en un mensaje publicado en la red social Twitter. “Evidencia politización de la ‘justicia’ e incapacidad de @PGR_mx para dar seguimiento puntual de las triangulaciones de recursos”.

     Años antes de ser detenida, Gordillo fue militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde se desempeñó como secretaria general del instituto político entre los años 2002 y 2005.

     No obstante, Gordillo Morales renunció al PRI en 2005 por las diferencias que tenía con el entonces presidente del partido, Roberto Madrazo. Más tarde ayudó a formar el partido Nueva Alianza y apoyó públicamente la campaña de Felipe Calderón.

     La exlideresa sindical mostró oposición a reformar el sector educativo del país, por lo que su detención fue vista por algunos como un movimiento político que ayudó a desactivar una protesta contra la reforma constitucional que acabó proponiendo y avalando el gobierno de Peña Nieto.

     Claro que, al mismo tiempo, Gordillo fue durante mucho tiempo objeto de críticas por el estilo de vida ostentoso que llevaba, el cual ella misma reconocía e incluía realizar compras en boutiques exclusivas de ropa en Estados Unidos, así como la realización de viajes poco austeros al exterior.

     En meses recientes muchos habían señalado un aparente acercamiento de la profesora con el ahora presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, a través de la participación en la campaña presidencial del nieto de la profesora René Fujiwara.

     López Obrador recibió hoy la constancia que lo acredita como presidente electo, pero ha dicho en varias ocasiones que no conoce a la profesora ni tampoco buscaba interferir en el proceso judicial que enfrentaba hasta ayer por la noche.

     No obstante, otros expertos muestran una mayor preocupación porque la incapacidad que mostraron las autoridades en un caso que por su alto perfil fue aparentemente conducido con minuciosidad por la PGR.

     Además, abre la puerta, dicen algunos, a pensar que otros casos emblemáticos en la lucha contra la corrupción y el despilfarro, como el del juicio del exgobernador veracruzano Javier Duarte, corran con la misma suerte.

     “La PGR fue incapaz de construir un caso para castigar el aberrante derroche de recursos de los maestros por parte de Elba Esther Gordillo. ¿Qué señal manda eso a la SNTE y a otros líderes sindicales?”, escribió Alexandra Zapata Hojel, directora de educación e innovación cívica en el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), un centro de estudios dedicado a proponer políticas públicas, en su cuenta personal de Twitter. “¿Qué señal manda la libertad de Elba Esther a Javier Duarte etc?  ¿Para ese proceso la PGR sí tiene un caso sustentado por una investigación seria?”.

     Ahora no es claro si Gordillo presentará una denuncia ante la PGR para pedir una compensación por los años que pasó en prisión.

 

 

 


Fecha de publicación: 08/08/2018

Etiquetas: México Gordillo PGR SNTE Peña Nieto López Obrador