Washington, 2 de ago. (Dow Jones) -- El Partido Republicano se ha convertido en el partido obrero de Estados Unidos.

Después de las elecciones de 1992, 15 de los 20 distritos del Congreso con mayor producción manufacturera de Estados Unidos estuvieron representados por demócratas. Hoy, los 20 son republicanos.

La transformación de ser un bastión demócrata a otro republicano es unafenómeno importante que está reconformando a ambos partidos. Esto ayuda a explicar el éxito político de Donald Trump, el aumento del proteccionismo republicano y la política polarizada de la nación. También ayudará a darle forma a las elecciones de mitad del período presidencial de este año.

El tercer distrito del Congreso de Carolina del Sur, al borde de las montañas Blue Ridge, personifica el cambio de azul (demócrata) a rojo (republicano).

En 1992, el distrito estaba salpicado de fábricas textiles y estaba representado por un demócrata, Butler Derrick, como lo había sido durante los últimos 17 años. Él apoyó el control de armas, se llevó bien con los sindicatos y votó a favor de una ley de 1986 que otorgaba la ciudadanía a millones de inmigrantes ilegales.

El distrito se convirtió en un centro de fabricación de piezas de automóviles y plásticos, convirtiéndose en uno de los 20 distritos del país con la mayor concentración de trabajadores en el sector manufacturero, de acuerdo con un análisis del diario The Wall Street Journal a partir de los datos del censo.

Hoy, el distrito está representado por un republicano, Jeff Duncan. Ha comparado a los inmigrantes ilegales con “cualquier tipo de vagabundo o animal”, obtiene una tasa de aprobación de 5% del sindicato AFL-CIO y denosta a la Organización Mundial de Comercio (OMC) por considerarla una “organización globalista” con demasiado poder.

“Estamos en un estado de servidumbre” con los compradores de bonos chinos y otros acreedores, dijo a un elector durante una teleconferencia con los votantes en mayo.

Anteriormente, el Partido Republicano no tenía una gran estrategia para ganarse el favor de la manufactura, eso sucedió a medida que la economía y el partido cambiaron.

Muchos condados que se inclinaban hacia los demócratas perdieron tantos empleos fabriles durante los últimos 25 años que dejaron de ser centros de fabricación.

A medida que la fuerza laboral de las fábricas de Estados Unidos disminuyó en tamaño --desde 15.4% en 1992 a 8.5% en la actualidad-- ésta se mudó de las grandes ciudades que eran los bastiones sindicales a los suburbios predominantemente obreros.

El noreste y Nueva Inglaterra, baluartes para los demócratas, prácticamente desaparecieron del mapa de los condados mayoritariamente fabriles, de acuerdo con un análisis para el diario realizado por el programa de políticas metropolitanas de Brookings Institution. Ya no hay condados de fabricación intensiva mayoritariamente en Massachusetts o Connecticut.

Pittsburgh, otro bastión demócrata, perdió su herencia de la Ciudad del Acero y se convirtió en centro universitario y de atención médica. Los empleos en la industria manufacturera disminuyeron en 37 mil en el área metropolitana desde 1992, mientras que el número de empleados de las industrias de servicios aumentó en 168 mil.

 

El nuevo eje de la fabricación

El nuevo eje de la fabricación se extiende desde las áreas que están fuera de los suburbios ubicados a lo largo de las carreteras interestatales al sur de Michigan, Minnesota y Wisconsin a través de Ohio y hacia las Carolinas y el sur profundo.

Ahí, los blancos sin educación universitaria, que se identificaron con el enfoque del Partido Republicano en cuestiones sociales y restricciones al aborto, tomaron muchos de los empleos de las fábricas. La postura firme del gobierno de Trump sobre el comercio profundizó los lazos con los trabajadores que creían que se vieron perjudicados por los acuerdos de libre comercio.

“La fabricación se trasladó a donde el Partido Republicano ha estado fortaleciéndose”, dijo Jonathan Rodden, un científico político de Stanford University, que estudia la geografía del cambio político.

Otras áreas de fabricación ahora votan por los republicanos. En 1992, había 860 condados donde al menos 25% de la población trabajadora estaba empleada en el sector de la fabricación. El demócrata Bill Clinton ganó 49% de esos condados. Para 2016, los fabricantes empleaban a por lo menos un cuarto de la fuerza laboral en solo 320 condados, 95% de ellos votaron por Donald Trump.

En Wisconsin, cinco condados de la fabricación intensiva del noroeste del estado pasaron de ser demócratas a republicanos desde 1992. Tres de esos condados fueron para Trump en 2016 por márgenes de más de 25 puntos porcentuales.

Los sindicatos, que desde hace mucho tiempo se aliaron con los demócratas, ahora representan solo 9% de los trabajadores manufactureros, frente a 20% en 1992, dijo Barry Hirsch, economista de Georgia State University.

“Mi imagen de los republicanos es la de un tipo de cuello blanco”, dijo Larry Smith, un supervisor de salas de tejidos de 68 años de Greenwood Mills en el tercer distrito de Carolina del Sur. Votaba antes por los demócratas, incluido Barack Obama en 2008, pero se alineó con Trump en 2016. “Los demócratas provienen de grupos con más éxito financiero”.

Su jefe, Jay Self, dijo que muchos electores locales dejaron de votar por el Partido Demócrata cuando Bill Clinton relajó la entrada de China en la OMC a finales de la década de los noventa, y a quien culpa por arruinar el negocio textil. Su negocio familiar empleaba a unas tres mil personas en Estados Unidos en 2000. Ahora esa fuerza de trabajo es de únicamente 320 empleados.

Al igual que lo que sucedió con muchos de los antiguos bastiones manufactureros demócratas, las cuestiones sociales jugaron un papel en el cambio del azul al rojo. El Republicano Derrick apoyó la Ley Brady de 1993 que ordenaba la verificación de antecedentes de las personas que compran armas de fuego. Los dueños de armas enojados atestaron una sala del ayuntamiento en Pickens, Carolina del Sur. Él no se presentó a la reelección en 1994.

El representante Derrick, que murió en 2014, fue sucedido por una serie de republicanos, todos los cuales tomaron posiciones conservadoras en asuntos sociales y se opusieron a los acuerdos de libre comercio impopulares en el distrito. “Aquí, los demócratas cambiaron su atención a la gente de carrera como en la industria médica, contadores o abogados”, dijo David Woodard, politólogo de la Universidad de Clemson. Pero los trabajadores actuales de las fábricas, dijo, provienen de familias “linthead”, el término local usado para trabajadores textiles. “Todos aman a Trump”.

El cambio de lealtades registrado en las ciudades industriales ha revuelto la política tanto para los demócratas como para los republicanos.

Los votantes de los demócratas ahora tienden a ser más educados, más urbanos y menos propensos a identificarse como obrero que los republicanos e independientes, según los encuestadores.

A medida que el núcleo económico de las áreas metropolitanas ha cambiado de la manufactura a los servicios, finanzas y tecnología, el partido ha dejado poco espacio para las opiniones culturales conservadoras de muchos trabajadores de cuello blanco y ha adoptado los derechos del grupo demográfico conformado por Lesbianas, Homosexuales, Bisexuales y Transexuales (LGBT, por sus siglas en inglés) y ha aumentado la inmigración.

La plataforma democrática de 2016, por ejemplo, tuvo 19 menciones de los derechos de las personas LGBT. La plataforma de 1992 sólo tuvo una mención de la palabra “homosexual” (gay, en inglés).

Mientras que los Demócratas de la Cámara de Representantes se oponen abrumadoramente a los acuerdos de libre comercio, sus votantes no lo hacen. Por 57 a 16%, los demócratas dijeron que el libre comercio ayudó a Estados Unidos de acuerdo con un sondeo Wall Street Journal/NBC de febrero de 2017, el último en abordar este tema.

Los republicanos, mientras tanto, se han sintonizado más con los deseos de los fabricantes y sus trabajadores. Han encabezado la ofensiva contra la inmigración, se alejaron de los planes para privatizar la Seguridad Social y respaldar algunos gastos de infraestructura. En particular, el partido se ha alejado del discurso del libre comercio.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 02/08/2018

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