19 de jul. (Sentido Común) -- Aunque en los últimos años tanto empresas como organismos gubernamentales mexicanos han demostrado un creciente interés en emitir bonos cuyos fondos son destinados a proyectos sustentables, la demanda por este tipo de instrumentos en el país aún es “verde”.

     “Lo que hace falta es que los inversionistas empiecen a diferenciar y a demandar esos bonos verdes, ósea, que tu como inversionista digas yo prefiero invertir en este bono porque es verde en lugar de otro”, dijo en entrevista con Sentido Común, José Oriol Bosch, director de la Bolsa Mexicana de Valores.

     La urgencia de que tanto empresas como inversionistas apuesten a proyectos de inversión encaminados al cuidado del medio ambiente es, en buena medida, el resultado de las repercusiones negativas que está teniendo el cambio climático en los patrones del clima y que podrían agravarse con el tiempo si las sociedades no cambian sus patrones de conducta.

     En México existen ya muchas empresas que están actuando a favor del medio ambiente, aunque es claro que falta mucho por impulsar, no sólo desde la óptica corporativa sino también desde la exigencia de los inversionistas para demandar o premiar a las empresas que hagan un reingeniería de sus procesos para reducir el impacto ambiental negativo de sus actividades, a fin de que inviertan en proyectos “verdes”.

     Una de las compañías que ha cobrado relevancia en el país por las emisiones de instrumentos sustentables es la empresa estatal, Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM).

     La compañía está construyendo el nuevo aeropuerto internacional de la capital del país y para financiar esa obra, que cumple con diversos y estrictos estándares en materia ambiental, ha colocado diversos bonos verdes.

     Esas ventas permitieron a México ubicarse en el sexto lugar como una de las economías pioneras en emisión de ese tipo de instrumentos, de acuerdo con Climate Bonds Initiative, un organismo internacional que participa en la promoción del mercado de bonos verdes en el mundo.

     Para algunos, el potencial uso futuro de ese tipo de instrumentos financieros para financiar proyectos sustentables es grande ya que cada vez más la población en general y los jóvenes, en particular, especialmente la generación conocida como millenials o quienes nacieron después del año 2000, están cada vez más conscientes de la necesidad de cambiar sus estilos de vida para proteger al planeta.

      Así, cada vez más personas, aunque aún no es un grupo de mayoría, prefieren consumir productos y servicios que buscan cuidar el medio ambiente.

     "El consumidor cada día apoya más los proyectos relacionados con el cuidado del medio ambiente y eso da ventaja sobre otro tipo de proyectos sobre los que no están relacionados con la sustentabilidad", escribió en un comunicado Claudia Rodríguez, asociada del área inmobiliaria de Santamarina y Steta, una firma de abogados con presencia en Ciudad de México, Monterrey y Querétaro.

     Claro que ese interés tendrá a su vez que estar emparejado con conductas corporativas a favor del medio ambiente. Así, para muchos, las empresas deben diversificar cada vez más sus proyectos de inversión para incursionar en actividades sustentables, como algunas industrias ya están comenzando a realizarlo cada vez más.

     "Sectores como el agrícola y el de la construcción hoy por hoy están enfocados [cada vez más en] la sustentabilidad, lo que representa una gran oportunidad de hacerse de recursos para impulsar proyectos a través de la emisión de este tipo de instrumentos", agregó Rodríguez.

    Un elemento que ha ayudado a despertar el interés en instrumentos sustentables es la estandarización de los requisitos que las empresas o instituciones deben cumplir en materia sustentable para la emisión de bonos verdes.

     Para los especialistas, esto otorga a las empresas parámetros más fáciles de medir a fin de que puedan buscar proyectos sustentables y los instrumentos financieros para fondearlos.

     El hecho de que, en general, los vehículos financieros que las empresas usan y destinan a programas verdes paguen menores tasas de interés, ha también despertado el interés de las empresas por enfocarse en modificar sus conductas y prácticas hacia aquellas más amigables con el ambiente.

     La tendencia es además global cuando se ven las cifras de emisiones verdes registradas el año pasado. En 2017, el monto de bonos verdes que se emitieron en el mundo sumó 155.5 mil millones de dólares, un monto jamás visto en la historia.

     “México contribuyó al crecimiento del mercado internacional en 2017 con cinco emisiones de bonos alineados con los Objetivos de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas por un total de 89 mil 268 millones de pesos”, dijo Alba Aguilar, directora de nuevos mercados de SIF ICAP, una empresa dedicada al desarrollo de sistemas de intercambio de bonos, filial de Grupo BMV, la empresa dueña del a Bolsa,  y dueña de MexiCO2, una plataforma mexicana que ayuda a la emisión de instrumentos verdes. “Aun contamos con mucho potencial. . . nuestras ciudades necesitan con urgencia desarrollar infraestructura resiliente y los bonos verdes son una herramienta fundamental para financiarla”

 

 


Fecha de publicación: 19/07/2018

Etiquetas: bonos verdes BMV sustentable