19 de jul. (Dow Jones) -- La renuncia de dos irrestrictos partidarios de Brexit al gabinete de Theresa May, la primera ministra del Reino Unido, hundieron a su gobierno y partido en una crisis política que amenaza con cambiar el curso que podría tomar el país para dejar la Unión Europea.

Gran Bretaña abandonará el bloque en menos de nueve meses, y las renuncias de Boris Johnson, secretario de Relaciones Exteriores, y David Davis, ministro a cargo de las negociaciones de Gran Bretaña para dejar la Unión Europea, dieron al traste con la frágil tregua que había en el gobierno sobre su estrategia Brexit.

Ambos ministros hicieron campaña a favor de Brexit y se convirtieron en portaestandartes de la decisiva ruptura con la Unión Europea. Se retiraron después de una reunión del gabinete del viernes 6 de julio cuando se acordó un plan para buscar una relación económica estrecha con la Unión Europea y mantener gran parte de la regulación de la Unión Europea.

Su decisión de renunciar aumenta las probabilidades de que haya un desafío al liderazgo de May que se origine al interior de su propio partido.

Eso probablemente retrasaría aún más la fase crítica de las negociaciones Brexit con un bloque cuyos líderes ya están abrumados de responder a una migración a gran escala y lo que ven como movimientos del presidente Donald Trump para cambiar el orden mundial de comercio y seguridad.

La turbulencia enfatiza que es posible casi cualquier tipo de Brexit, desde un extremo en el que Reino Unido deje el bloque sin llegar a un acuerdo en marzo hasta el otro extremo en el que el Parlamento no pueda llegar a un acuerdo Brexit y pida que se posponga o revierta la salida de Gran Bretaña.

Esto se presentó antes de la visita reciente de Trump a Reino Unido y que las relaciones con Rusia están cayendo a un mínimo por el asesinato de un ciudadano británico con un agente nervioso de la era soviética. Reino Unido responsabiliza a Moscú por la muerte; Rusia ha negado tal responsabilidad.

Las renuncias hicieron que la libra británica cayera 0.2% a 1.3256 dólares y 0.3% frente al euro el lunes 9 de julio.

Johnson escribió en una carta de renuncia dirigida a May que el último plan Brexit mantendría a la economía del Reino Unido demasiado dependiente de las regulaciones de la Unión Europea, convirtiendo a Gran Bretaña en “una colonia”.

El sueño Brexit, escribió, “está feneciendo, sofocado por la innecesaria duda sobre sí mismo”.

Davis, en su carta de renuncia, escribió que la dirección de la política Brexit del gobierno “nos dejará, en el mejor de los casos, en una débil posición de negociación, y posiblemente ineludible”. Un viceministro y partidario del Brexit del departamento de Davis, Steve Baker, también renunció.

El acuerdo de gabinete del viernes 6 de julio, en Chequers --el retiro en la campiña de los primeros ministros británicos-- se produjo más de dos años después del referéndum que votó a favor de abandonar el bloque europeo. Después de que el gobierno luchó durante tanto tiempo para encontrar una posición común, Davis y otros temen que la Unión Europea la rechace y busquen más concesiones que Reino Unido estaría en una posición inadecuada para rechazar.

Jeremy Corbyn, líder del opositor Partido Laborista, dijo en el Parlamento el lunes 9 de julio que las renuncias muestran que gobierno de May está en crisis. “El compromiso de Checkers tardó dos años en lograrse, pero solo dos días en arruinarse”.

Dirigiéndose al Parlamento el mismo lunes, May dijo que el nuevo acuerdo “es el acuerdo correcto Brexit para Gran Bretaña”.

Su futuro político ahora pende de un hilo. La primera ministra ya estaba debilitado luego de perder su mayoría parlamentaria en las elecciones generales del año pasado. Los miembros conservadores del Parlamento que quieran forzar un voto de confianza en mayo deben obtener el apoyo de 48 legisladores del partido.

Al menos hay esos legisladores a favor de Brexit entre los 316 conservadores en la Cámara de los Comunes para que eso suceda. Pero si ella pierde el voto de confianza, entonces se producirá una contienda para obtener el liderazgo.

Si el partido cambia de líder, el nuevo jefe se convertirá en primer ministro siempre que pueda él o ella seguir obteniendo la mayoría en la Cámara de los Comunes.

En los últimos 30 años, tres primeros ministros --John Major, Gordon Brown y May-- asumieron el cargo por primera vez sin ganar una elección general.

Davis le dijo a la cadena de televisión British Broadcasting el lunes 9 que no participaría en un desafío de liderazgo y que no alentaría a otros a hacerlo. “Creo que eso sería algo incorrecto de hacer”.

Sin embargo, Johnson ha sido considerado durante mucho tiempo por los legisladores como alguien que alberga ambiciones de liderazgo.

Dos grandes factores están a favor de May. El primero es que una contienda de liderazgo que podría llevar un mes o más debilitaría aún más la posición de Londres en las negociaciones. El segundo es que muchos legisladores conservadores están aterrados de que una contienda por el liderazgo pueda poner en marcha eventos que conducirían a otras elecciones generales y a una victoria para Corbyn.

Pero si se montara un desafío de liderazgo y éste fallara, eso dejaría a los legisladores que están a favor de Brexit severamente debilitados y con menos capacidad para influir en los eventos futuros.

Incluso si ella se aferra con uñas y dientes al poder, las tribulaciones de May ciertamente no habrán terminado, dijo Mujtaba Rahman, jefe para Europa de la consultora Eurasia Group.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 19/07/2018

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