8 de may. (Sentido Común) -- En la contienda por la presidencia del país, prácticamente todas las encuestas de intención de voto ubican como puntero a Andrés Manuel López Obrador, el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, con una cómoda ventaja frente al segundo lugar.

     En promedio, la diferencia entre López Obrador y Ricardo Anaya, el candidato de la coalición Por México al Frente es de 15 puntos porcentuales, de acuerdo con cifras del portal Oraculus.mx, un sitio especializado en procesar la información de la mayoría de las encuestas de intención de voto.

     Muchos, sin embargo, creen que ese margen entre el primero y segundo lugar es engañoso por el alto porcentaje de encuestados que aún no decide su voto. 

     Un análisis elaborado recientemente por el área de estudios económicos de Banco Santander México, filial del mayor banco de España, incluso estimó que el diferencial López Obrador-Anaya es menor que el reflejado por las encuestas por el sentimiento de animadversión que aún genera entre muchos el candidato de los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Encuentro Social (PES) y del Trabajo (PT) y por el alto porcentaje de votantes indecisos.

     Los analistas del banco incluso estimaron que si los indecisos se inclinan por votar en contra de López Obrador, por los altos negativos que tiene el tres veces candidato a la presidencia, entonces la elección podría tornarse a favor de Anaya, lo que cambia el horizonte que hoy parece casi definido a favor del primero.

     “La carrera por el primer puesto en las elecciones del 1 de julio aún está muy cerrada”, dijeron los expertos de Santander en el documento donde propusieron que la contienda electoral no está definida, como muchos creen. “Aún hay espacio para lo inesperado”.

     Claro que algunos encuestadores discrepan de las conclusiones a las que llegan los especialistas de Banco Santander, ya que ellos no creen que sea válido pensar que, primero, los indecisos --entre 12 y 20% de los entrevistados-- saldrán a votar en masa y, segundo, que todos vayan a votar a favor del candidato Anaya o que incluso una gran proporción de ellos lo hagan en esa dirección.     

     “Si ahorita fueran [las elecciones], no alcanzarían” los votos de los indecisos, dijo Luis Estrada Straffon, director general de la consultoría Spin Taller de Comunicación Política, en una entrevista con Sentido Común. Además, conforme pasan las campañas, los indecisos “tienden a disminuir”.

     De acuerdo con Estrada, aquellos que aún no deciden por quién votar podrían dividirse en dos grupos: un segmento indiferente, poco informado y con alta probabilidad de no acudir a las urnas el día de las elecciones; y otro con mayor información que va a votar pero que todavía no se decide por un candidato, pero podría ser persuadido de optar por el llamado voto útil.

     En la jerga electoral se conoce como voto útil a aquel que ejerce un votante cuando ve que su primera opción no tiene opciones de ganar y entonces elige al candidato que podría evitar el triunfo de quien encabeza las preferencias electorales. 

     Pero aún si eso ocurre, difícilmente podrá cerrarse la brecha actual entre el puntero y su más cercano perseguido .

     “Son pocos votos de este grupo”, agregó el experto, en una conversación luego de participar en una conferencia sobre encuestas para las elección de 2018 en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Para que esos votantes útiles ejerzan un rol relevante la diferencia entre los candidatos tendría que ser “menor al margen de error”.

     En semanas recientes circularon versiones en diversas columnas de que algunos grupos empresariales estaban cabildeando para que José Antonio Meade, el candidato  de la coalición Todos Por México, formada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal), declinara a favor de Anaya, dado que éste tiene mejor opción para evitar la victoria de López Obrador.

     Con esa declinación más el voto de los indecisos, algunos creen que se podría revertir el resultado electoral que hoy marcan la mayoría de las encuestas.

     Sin embargo, ni Meade parece que este dispuesto a declinar como sugirieron las columnas ni el voto útil parecería ser suficiente para revertir la tendencia actual de las encuestas. El candidato que va en tercer lugar incluso ya dijo que no negociará para apoyar la candidatura del Frente por México. Él incluso ya hizo ajuste a su equipo de campaña para fortalecer su carrera presidencial y la de los otros candidatos del PRI a otros puestos de elección popular que también se definirán el 1 de julio. 

     Para otros expertos, los candidatos que más beneficios podrían obtener de capturar una buena parte de los votos de los indecisos son los candidatos independientes, como es el caso de Margarita Zavala, ex primera dama de México, o el del gobernador con licencia del estado de Nuevo León, Jaime ‘El Bronco’ Rodríguez,. 

     Para ellos dos, fijar su atención en los indecisos sí podría constituir una estrategia clave a fin de ganara un mayor número de votos que les permitan acercarse al tercer lugar que hoy ocupa Meade. 

     Para “los que van abajo en las encuestas, cualquier voto suma”, dijo Juan Ricardo Pérez Escamilla, socio fundador de Oraculus, una empresa que analiza y agrega los resultados de las encuestas para ofrecer un panorama más amplio de la intención de voto en el país. “Pero en una elección tan abierta como la de ahorita, pues pensamos que esos indecisos no van a mover la aguja” a favor del segundo lugar.

     Hasta ahora, el promedio de encuestas compilado por Oraculus, excluyendo a los indecisos, otorga 45% de intención de voto a López Obrador, 30% a Anaya, 18% a Meade, 5% a Zavala y 2% al Bronco.

   

 

 

 


Fecha de publicación: 08/05/2018

Etiquetas: México elecciones Anaya AMLO Meade Bronco Zavala encuestas indecisos