8 de mar. (Sentido Común) -- Los precios al consumidor en el país acentuaron su desaceleración durante febrero, ahora alentados por caídas en algunos productos agropecuarios, así como un descenso del gas doméstico licuado de petróleo (LP), que había mostrado avances en los últimos meses del año pasado.

     Los precios al consumidor aumentaron 0.38% durante el segundo mes del año, con lo que la inflación interanual se ubicó en 5.34%, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, o Inegi, como también se conoce al organismo encargado de recabar las cifras económicas y sociales del país.

     El desempeño mensual de la inflación durante febrero estuvo incluso por debajo de lo que anticipaba el consenso de los analistas encuestados por Infosel, quienes esperaban un avance para el índice de precios de 0.41%.

     No obstante, en cifras anuales, el pronóstico de 5.37% de los economistas estuvo por encima del dato final.

     Hace un año, los precios al consumo registraron un incremento de 0.58% con respecto a enero de 2018 y ascendieron 4.86% frente a febrero de 2016, de acuerdo con datos de Inegi.

     “La mayor caída de la inflación mexicana en febrero fue alentadora, y el desglose contiene signos de amplias presiones de desinflación”, escribió Edward Glossop, economista de la consultoría de origen británico Capital Economics, en un reporte.

     El índice de precios subyacente, que excluye componentes volátiles como agropecuarios o energéticos, subió 0.49% mes a mes y aumentó 4.27% en términos anuales durante el segundo mes del año.

     El desempeño del componente subyacente de la inflación en México resultó igual al que anticipaban los economistas encuestados por Infosel.

     Incluso la inflación subyacente, que es el componente que por lo general influye en el rumbo de la política monetaria, tocó su menor nivel en un año o desde que estuvo en 4.26% durante febrero de 2017.

     El comportamiento de este subíndice durante febrero obedeció a un incremento de 0.54% de las mercancías y un ascenso de 0.45% por parte del sector de los servicios.

     “Tras haber alcanzado su máxima tasa anual en noviembre de 2017, la inflación subyacente extendió por tercer mes consecutivo su declive”, escribió Alejandro Saldaña, analista del banco Ve por Más, en un reporte. Esto por “una moderación en la presión ejercida en algunos insumos, como los productos agropecuarios. . . y una cotización del peso frente al dólar más favorable”.

     Por su parte, el componente no subyacente del índice de precios avanzó 0.08% en febrero contra enero y mostró una variación al alza de 8.49%.

     Dentro de este subíndice, los precios de productos agropecuarios mostraron una variación a la baja de 1.9%, mientras que los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno avanzaron 1.26% en términos mensuales.

     En términos desagregados, los productos con mayores caídas fueron el jitomate, con una disminución de 39.2%; la calabacita, con un descenso de 25.4%; la cebolla, con una baja de 24.3%; y el chile serrano, con un retroceso de 16.9%; mientras que el gas L.P cayó 4%.

     Además, los productos con mayores incidencias al alza fueron los plátanos, el huevo y la gasolina de bajo octanaje, cuyos precios aumentaron 10.7, 5.5 y 4.3%, respectivamente.

     Así, la inflación del país continuó con el proceso de desaceleración que inició este año, luego de haberse ubicado en 6.77% al cierre del año pasado y en 5.55% durante el primer mes de 2018.

     Sin embargo, algunos analistas creen que la desaceleración de los precios al consumidor no será todavía suficiente para cambiar el tono hawkish que ha mostrado la junta de gobierno de Banco de México en sus recientes comunicaciones.

     La palabra hawkish es usada en la jerga económica para definir una posición de política monetaria más preocupada por los altos niveles de inflación y, por tanto, más proclive a apoyar tasas de interés más altas.

     A pesar de la moderación en la inflación, algunos creen que el banco central mexicano muy probablemente elevará de nueva cuenta las tasas de interés al menos una ocasión más antes que el país celebre las elecciones presidenciales de julio. Si esto sucede, entonces la tasa subiría de 7.5 a 7.75%.

     “Esperamos que Banxico mantenga un sesgo restrictivo durante la primera mitad del año”, escribió Joan Enric Domene, economista del banco Invex, en un reporte. “Persisten importantes riesgos al alza sobre la inflación no subyacente como las presiones en los precios energéticos, nuevos choques a la oferta de agropecuarios”.

    

    

 


Fecha de publicación: 08/03/2018

Etiquetas: Inflación México economía precios consumidor agropecuarios jitomate