7 de mar. (Sentido Común) -- Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial de la coalición Juntos haremos historia, ha logrado mejorar la opinión que muchos votantes tienen de él y lo ha hecho en entidades en las que antes no era muy popular --dos logros que podrían consolidar su actual liderazgo en las preferencias electorales a tan solo tres semanas que inicien oficialmente las campañas presidenciales.

De acuerdo con la empresa de investigación de mercado y opinión pública, Buendía & Laredo, el candidato de los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), cuenta ya hoy con más opiniones favorables que negativas, lo que dificultará que un perseguidor pueda atraer suficientes votos de otros contendientes para aumentar sus preferencias y con ellas derrotarlo en la elección del 1 de julio.

En 2006, cuando López Obrador compitió por primera vez por la presidencia, la mala percepción que tenía el ex jefe de gobierno de Ciudad de México en aquel entonces, por sus actitudes autoritarias, como cuando pidió al presidente Vicente Fox guardar silencio con la frase “cállate chachalaca”, provocó  que millones de electores prefirieran votar, al final, por el candidato que más probabilidades tenía para vencerlo.

El llamado voto útil, que aglomeró tanto a los seguidores del candidato Felipe Calderón, como a quienes no querían que ganara López Obrador, fue de tal magnitud que no sólo erosionó la ventaja que él llevaba hasta antes de la elección, sino que lo derrotó.

Ahora, ante la mejoría en la opinión que muchos votantes tienen de él, la posibilidad de que un candidato aglomere el voto anti-López Obrador se ve remota y quizá sea insuficiente para hacer que pierda la votación del 1 de julio.

Así, si el tres veces candidato presidencial conserva la ventaja actual de cerca de nueve puntos porcentuales sobre su más cercano perseguidor, es mucho más probable que termine ganando la elección presidencial.

“López Obrador no está generando la polarización que generó en elecciones pasadas”, dijo Jorge Buendía, fundador de la empresa de investigación de mercado y opinión pública Buendía & Laredo, durante una presentación en un seminario sobre inversiones internacionales organizado por la firma latinoamericana gestora de recursos Compass Group, en Ciudad de México. “López Obrador ya no tiene el nivel de rechazo que tenía en elecciones anteriores”.

La mejoría en la percepción que la población tiene de López Obrador, aun cuando siga generando animadversión en algunos círculos por sus políticas económicas intervencionistas, por sus actitudes antidemocráticas y por incorporar su movimiento a personas que no gozan de la mejor reputación en el país como los líderes del sindicato disidente de maestros, se da además en zonas en las que anteriormente no era muy popular, como son la zonas del Pacífico y Norte del país.

De acuerdo con Buendía & Laredo, la percepción favorable de López Obrador es hoy la misma que la que tiene el candidato de la coalición Por México al frente, Ricardo Anaya, en la zona del Pacífico, cuando hace 12 años había una amplia brecha entre esas dos fuerzas políticas en esa región de México.

Algo similar está ocurriendo en estados del norte del país.

“La razón es que ahí ya vivieron al PAN, al PRI y no les ha gustado lo que han visto”, agregó Buendía, durante su presentación en el foro organizado por Compass Group.

Además, en la zona Sur del país, si López Obrador tenía ya de antemano una buena aceptación, hoy tiene más de 60% de aprobación, principalmente por el desplome que ha registrado ahí el partido en el gobierno, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y que hoy compite en la elección presidencial con el exsecretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, quien cuenta además con el respaldo de los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal).

Entre los jóvenes universitarios, quienes para muchos representan un grupo privilegiado en el país ya que sólo 20% de la población tiene acceso a estudios de licenciatura, maestría o doctorado, López Obrador también cuenta con la mayor aceptación, de 49.1%, contra una de 21.8% para Anaya y de 16.7% para Meade.

Hace 12 años, el candidato del PAN recibió una aprobación de 46% entre los universitarios, mientras que el PRI tenía 14.4%, dijo Buendía  & Laredo.

Para muchos, la mejoría en la percepción social de López Obrador puede atribuirse a su tono más conciliador y a que ha sabido incorporar a personalidades de otras fuerzas políticas que dan cierta credibilidad al discurso incluyente que ha tomado.

“Está involucrando a gente de otros partidos”, dijo Buendía. “Vemos un López Obrador más conciliador que está cooptando a buena parte de la clase política”.

Claro que no todos creen en la actitud menos antagónica y radical de López Obrador.

Para muchos, el plantón que mantuvo por casi tres meses en la avenida Paseo de la Reforma de la capital del país, la vías más importante de esa ciudad, tras no reconocer su derrota en la contienda electoral de 2006, o la polémica que inició con los analistas Enrique Krauze y Jesús Silva Herzog Márquez, a quienes descalificó por haber criticado algunas de sus actitudes, son los verdaderos rasgos de la forma de ser y de la forma como gobernará López Obrador si gana la votación de julio.

“Se pasó la transparencia, perdón por la expresión, por el arco de triunfo”, dijo Leonardo Curzio al hacer su análisis en el mismo seminario en el que habló Buendía y advertir que, para él y desde su punto de vista, López Obrador no ha cambiado --a pesar de todo.

 


Fecha de publicación: 07/03/2018

Etiquetas: México economía elecciones López Obrador encuesta Buendía & Laredo