Goshen, Indiana, 21 de feb. (Dow Jones) -- La compañía de prisiones privadas CoreCivic se reunió en enero con unos 20 líderes empresariales locales y funcionarios electos para discutir su plan de construir un centro de detención de inmigrantes que tendría un costo de 100 millones de dólares en el condado de Elkhart.

¿La respuesta? Un rechazo abrumador.

Los ejecutivos, muchos de la industria de los vehículos recreativos, se preocuparon por la señal que la prisión de Immigration and Customs Enforcement (ICE) podría ahuyentar a su fuerza laboral preponderantemente latina. El área también enfrenta una escasez de trabajadores, y los líderes de la comunidad estaban preocupados por cualquier cosa que pudiera alejar a los posibles empleados, ya sea latinos o no, o impedir que las personas se muden al condado.

“Dijimos, ‘no los queremos aquí’”, dijo Jason Lippert, director ejecutivo de Lippert Components, que fabrica defensas, ventanas y otras piezas para vehículos recreativos en fábricas locales. “Fuimos muy elocuentes al respecto”.

Unos días más tarde, CoreCivic, con base en Nashville, Tennessee, retiró su solicitud de aprobación. “Hemos estado evaluando si la comunidad de Elkhart sería una buena opción para este proyecto, dijo un portavoz de la compañía. “Nuestra evaluación nos ha llevado a tomar esta decisión”.

La administración Trump, que ha intensificado los arrestos de quienes viven ilegalmente en los Estados Unidos, ha pedido al Congreso mil 200 millones de dólares que podrían permitir sufragar una mayor capacidad en las instalaciones de detención de ICE, de acuerdo con una portavoz de esa dependencia. El Departamento de Seguridad Nacional está buscando construir centros de detención en las áreas de Chicago, Illinois, Detroit, Michigan, St. Paul, Minnesota, y Salt Lake City, Utah. Una vocera declinó hacer comentarios sobre la reacción de la comunidad a las instalaciones propuestas.

En las elecciones, el condado de Elkhart votó de manera abrumadora a favor del presidente Donald Trump, pero aunque muchas personas continúen apoyándolo, no quieren tener las instalaciones de ICE en su comunidad.

Lippert, quien señaló que apoya las “políticas favorables para las empresas” de Trump, dijo que le preocupaba tener que aferrarse a los trabajadores. Aproximadamente tres mil de sus 10 mil empleados son latinos, y Goshen, una de las principales ciudades del condado, es 30% de ascendencia latina.

Cuando las noticias sobre el proyecto de CoreCivic se difundieron en la ciudad, sus empleados llegaron a la gerencia preguntando qué podría significar eso para ellos. “Están pensando lo peor”, dijo. “Eso solo genera temor e incertidumbre y podría alejar a algunas personas del área.

Jaqui Torres, una estudiante de 19 años de Goshen College, se mudó de México con sus padres cuando apeas tenía un año de edad. Es una integrante del programa de Acción Diferida para los Arribados cuando Infantes (DACA, por sus siglas en inglés), y su padre y hermano trabajan en Lippert Components. Cuando se enteró de las instalaciones de ICE, dijo que “sintió que la gente no nos quiere aquí”.

Al igual que muchas ciudades pequeñas de Estados Unidos, Goshen está luchando por atraer trabajadores, incluso cuando se esfuerza por mejorar la calidad de la vida local, utilizando fondos estatales para rehabilitar un antiguo teatro y construyendo un pabellón polivalente que tendrá una pista de hielo.

Si bien la prisión privada habría creado un estimado de 300 puestos de trabajo, el alcalde Jeremy Stutsman, un demócrata, escribió en el sitio electrónico de la ciudad que crearía “empleos que no necesitamos con salarios que no queremos”. Quien añadió que el dinero de los impuestos adicionales no compensaría el daño que le haría al condado “tanto en términos de percepción como en términos de crear una reputación no deseada y poco acogedora”.

Alrededor de 45 líderes comunitarios locales, incluidos los ejecutivos presentes en la reunión de enero con CoreCivic, firmaron la carta.

“Es importante no confundir la política de inmigración con un centro de detención”, dijo Levon Johnson, presidente y director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Elkhart. “Creo que la política y tener el centro de detención, aun cuando claramente van de la mano, son dos cosas separadas”.

Por otra parte, Evanston, Wyoming, también ha visto protestas contra un centro de detención del ICE propuesta que atendería las necesidades del área de Salt Lake City, aunque los funcionarios aprobaron el proyecto debido a los trabajos que generará. En el condado de Jerome, Idaho, algunos miembros de la comunidad protestaron por un contrato propuesto de alquiler de camas entre el ICE y la cárcel local, mientras que otros apoyaron la idea debido a los ingresos potenciales.

El condado de Elkhart, con una población de aproximadamente 200 mil habitantes, desde hace mucho basó su fortuna en la industria de los vehículos recreativos y casas rodantes. Al estar vinculados estrechamente a los ingresos disponibles, la industria de esos vehículos ha estado propensa a pasar por periodos de auge y caída. En abril de 2009, casi 20% de los residentes del área de Elkhart no tenían trabajo. En noviembre pasado, el desempleo fue de 2.4%.

Mike Yoder, presidente de la junta de comisionados del condado y un republicano que dijo estar preocupado por la propuesta de CoreCivic, dijo que el área necesita “personas para que nuestras compañías las contraten, necesitamos personas que construyan hogares para las familias que tenemos que a nuestra comunidad”.

En el Condado de Elkhart, hay nueve mil 500 puestos vacantes, de acuerdo con Work One Northern Indiana, una agencia estatal de empleo. En carteles pegados en las calles, las fábricas de casas rodantes, restaurantes de comida rápida y hospitales anuncian “empleo inmediato”, “Se requieren enfermeras”, “Se buscan soldadores para el primer y segundo turno” e instan a los trabajadores a “postularse”.

“No queremos asustar a nadie”, dijo Bonnie Turner, directora de recursos humanos de Elkhart Plastics, empresa que crea productos para la industria de los vehículos recreativos. “Definitivamente, poner una instalación del ICE aquí obstaculizaría nuestras posibilidades de atraer trabajadores”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 21/02/2018

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