20 de feb. (Dow Jones) -- Raphaela Lucsok aceptó que su marido invirtiera unos 100 dólares en bitcoin, algo de lo que la pareja no podía darse el lujo. Ella no discutió cuando él renunció a un trabajo estable para trabajar en una nueva empresa de bitcoins, e incluso aceptó su insistencia de comer únicamente en los (muy pocos) restaurantes que aceptaban la moneda digital.

Ella se opuso recientemente cuando él comenzó a llevar su teléfono a la cama para monitorear el precio de bitcoin.

“Había que imponer una fuerte restricción al uso de teléfonos celulares en nuestra habitación”, dijo Raphaela, de 29 años, quien vive en Berlín.

Bitcoin ha engendrado una base de inversionistas obsesivos y enfebrecidos. Detrás de ellos hay seres queridos que están realmente cansados ​​de oír hablar de eso.

Familiares y amigos han prohibido hablar de la moneda digital. En casos extremos, amistades se han disuelto después que los inversionistas dominan continuamente las conversaciones sobre los méritos de bitcoin. Otros aún no entienden de qué están hablando sus seres queridos.

A pesar de que el hijo de Yvonne Mah, de 36 años, ha estado involucrado con bitcoin desde 2009, siempre pensó que su animada charla era sobre algo llamado “big coin” (Gran moneda).

“Nací en 1952 y me es difícil ponerme al corriente en la tecnología”, dijo Mah, de 65 años, que vive en Kelowna, British Columbia. “Simplemente dijo que es un tipo de moneda y se usa para hacer inversiones”. Mah dijo que todavía no ha invertido, aunque su hijo dijo que ha estado reservando algo para su retiro.

Bitcoin es una forma digital de dinero creada mediante programación y que fue diseñada para permitir que las personas intercambien valor sin los intermediarios o bancos intermedios.

La manía no muestra signos de mitigar, incluso con los marcados altibajos que ha registrado la criptomoneda. Hasta el momento en 2018, su precio se ha disparado de aproximadamente 13 mil 400 a 17 mil 135 dólares y luego se ha desplomado hasta los cerca de 11 mil dólares, de acuerdo con el sitio de investigación CoinDesk. Hace apenas un año, se cotizaba por debajo de los mil dólares.

La forma en que se comercializa bitcoin --todo el día, todos los días, a diferencia del mercado bursátil, con la capacidad de ver cada transacción-- solo intensifica el encantamiento con la moneda digital.

“Es como un videojuego para adultos”, dijo Jesse Katches, de 29 años, asistente de producción en Brooklyn que mantiene constantemente su teléfono a la vista, rastreando y haciendo transacciones, incluso en el trabajo. “A veces tengo que tomar una respiración profunda y alejarme. Te puede dar un ataque al corazón si lo ves demasiado de cerca”.

En su casa del norte de California, Katches les dio de Navidad a los miembros de la familia pequeñas inversiones en bitcoin y les invitó a invertir. Le tomó meses lograr que su padre invirtiera un poco.

“No soy bueno con la computadora”, dijo Jim Katches, de 63 años. “Haré que él lo haga por mí”.

Bitcoin está limitado a 21 millones de “monedas”, pero hasta ahora solo se han creado unos 16.8 millones. Los inversionistas no tienen que comprar una moneda completa, y pueden adquirir pequeñas partes de bitcoin.

Muchos fanáticos de bitcoin creen que la nueva forma de moneda transformará la manera en que ocurren las transacciones financieras y, por lo tanto, trastornará el sistema financiero en general. Ellos creen en ella tan apasionadamente, como una nueva forma de vida, y también quieren que usted crea en la criptomoneda.

“Va a evitar guerras, ayudarles a los que no tienen servicios bancarios e imbuirle la honestidad de la que siempre han carecido los sistemas financieros”, dijo Doug Scribner, de 50 años, de Edina, Minnesota.

Scribner dijo que se obsesionó después de que compró su primer bitcoin en 2011, y que ahora trabaja en varias nuevas empresas relacionadas con la moneda. Pagó parte de una cabaña familiar en bitcoin, convenció al dueño de una cafetería local para que aceptara bitcoin en varias visitas y la usó para pagarle a su sobrina y sobrino por los quehaceres domésticos.

La moneda virtual ha causado una especie de división familiar. La hermana de Scribner, Nancy Holzer, se ha resistido a invertir. “Sólo es otro de los planes de Doug”, dijo sobre su hermano la profesora de matemáticas de sexto grado.

Holzer culpa a su hermano por haber perdido en la universidad dos mil dólares de su dinero en lo que ambos llaman un fraude piramidal. Antes de bitcoin, ella dijo que fue la plata.

El esposo de Holzer, Scott, fue menos escéptico y compró un poco de bitcoin. “Lo traté de convencer, pero Scott siempre le hace caso”, dijo Holzer.

En Berlín, Raphaela Lucsok dijo que pudo evitar que su esposo revisara constantemente el precio de bitcoin al “alentarlo” a usar un rastreador telefónico que lo alerta cuando hay grandes cambios. Esa estrategia fracasó a principios de diciembre cuando bitcoin rebasó cinco barreras de mil dólares en tan solo 40 horas, superando los 16 mil dólares por acción. Hasta Raphaela estuvo al pendiente del precio en ese momento, dijo su esposo.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

Copyright © 2017 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved

 


Fecha de publicación: 20/02/2018

Etiquetas: Bitcoin Criptomonedas Inversiones Cotización Bancos Centrales Reguladores Valor Intercambio