Newsletter
Recibe gratis un resumen diario de lo más importante en negocios.
Al suscribirte aceptas los términos y condiciones de nuestra política de privacidad.
8 de feb. (Sentido Común) -- La junta de gobierno de Banco de México optó por elevar su tasa de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, de 7.25 a 7.5%, a fin de mantener ancladas las expectativas de inflación y contrarrestar las presiones que los precios al consumidor experimentaron recientemente por los cambios en los precios de los energéticos y los productos agropecuarios.
El incremento a las tasas fue acordado de forma unánime y extendió el ciclo contractivo de política monetaria que inició en diciembre de 2015, cuando la tasa de referencia se ubicaba en 3%, por lo que ahora la también llamada tasa objetivo acumula un aumento de 450 puntos base.
Las presiones inflacionarias recientes llevaron a los funcionarios del Instituto Central a reconocer que no será sino hasta los primeros meses de 2019 cuando la inflación vuelva a su objetivo anual, en lugar de hacerlo a finales de este año como lo había venido anticipando desde hace varios meses.
“Se prevé que la inflación general continúe disminuyendo, aproximándose a lo largo del año hacia el objetivo de 3% y alcanzándolo en el primer trimestre de 2019”, dijo Banco de México, en un comunicado en el que dio a conocer los cambios de política monetaria.
Los precios al consumidor estuvieron todo el año pasado por encima de la banda objetivo de Banco de México, entre 2 y 4%, debido a las presiones que se generaron desde enero por el alza que aplicó el gobierno federal a los precios de los combustibles en el país, principalmente a la gasolina.
Cierto que a lo largo del primer mes de este año los precios al consumidor mostraron un crecimiento anual de 5.55%, inferior al 6.77% en que cerraron 2017, pero aún así rebasaron las estimaciones de los analistas, por lo que muchos de ellos ya estiman que la economía mexicana tardará en alcanzar su meta inflacionaria, en particular por el comportamiento de los precios de productos volátiles.
Este componente, que también es conocido como inflación subyacente y se encuentra fuera del control de Banco de México, ha venido mostrando variaciones al alza por el aumento de los precios de los energéticos, como el gas doméstico L.P. y las gasolinas, así como por el avance de algunos agropecuarios afectados por factores climáticos.
“El retraso en esta trayectoria está asociado, principalmente, a los efectos aritméticos que tendrán los incrementos de los precios de algunos energéticos y frutas y verduras que afectaron en los últimos meses la medición de la inflación no subyacente”, agregó el banco central, en su comunicado.
A ese elemento se sumaron otras fuentes de incertidumbre sobre la evolución de los precios de los meses pasados, como la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) o el cambio de gobierno en Estados Unidos, que incidieron en el desempeño del tipo de cambio e impidieron que la tendencia al alza de los precios cambiara.
Algunos no vieron mal que la junta de gobierno del banco central reconozca las dificultades para alcanzar la meta inflacionaria, por lo que ahora podría darse más espacio para esperar a que la inflación regrese a su objetivo.
“Banxico estaba atrapado en un discurso agresivo, ya que decidieron obstinadamente alcanzar el 3% este año”, escribió Guillermo Aboumrad, director de estrategias de mercado de Finamex Casa de Bolsa, en un reporte. “Damos la bienvenida a la idea de que pospusieron la meta del 3% para el primer trimestre de 2019, y pueden ser flexibles empujándola más a medida que avance el año, liberando así la presión sobre aumentos futuros de la tasa de interés”.
El banco central cumplió así con las expectativas de quienes creían que las tasas de interés iban a subir también para enviar un mensaje de compromiso con el cumplimiento de su mandato de mantener bajo control los precios al consumidor.
“La intención del alza de tasas es dar confianza en que la autoridad monetaria perseguirá el control sobre la inflación, hasta regresarla a su meta, anclando en lo posible las expectativas de inflación en el mediano plazo”, escribió el equipo de análisis económico de la institución financiera CI Banco, en un reporte.
Así, la designación de Alejandro Díaz de León como gobernador del Instituto Central a finales del año pasado, en sustitución de Agustín Carstens, así como el nombramiento de Irene Espinosa para ocupar el cargo de subgobernadora que dejó vacante Díaz de León, pudo muy probablemente influir en la decisión que hoy tomó la junta de gobierno.
La tasa de referencia en el país tocó un nivel al que no llegaba desde marzo de 2009, antes de bajar de 7.5 a 6.75%, como parte de la política de estímulos que aplicó Banco de México para ayudar a la economía a superar los efectos de la crisis financiera originada en Estados Unidos en 2008.
El Instituto Central reconoció, por otro lado, que aún prevalecen factores que podrían modificar esas expectativas.
“Entre otros riesgos destacan episodios adicionales de choques en los precios de los bienes agropecuarios o que se presenten presiones al alza en los precios de algunos energéticos, ya sea por incrementos en sus referencias internacionales o por ausencia de condiciones de competencia en algunos mercados”, dijo la autoridad monetaria, en el comunicado.
Banxico agregó que sus pronósticos se materializarán en la medida en que se dé un comportamiento ordenado del tipo de cambio, en conjunto con una renegociación exitosa del TLCAN y si las elecciones presidenciales de julio generan una menor volatilidad a la esperada.
Algunos analistas vieron en la decisión del banco una acción anticipada frente a algunos factores que pronto podrían generar mayor incertidumbre y no sólo en respuesta al contexto actual.
“Sospechamos que el verdadero motivo para el ajuste de la política es la preocupación por la moneda”, escribió Neil Shearing, economista en jefe de mercados emergentes con la consultoría Capital Economics, en un reporte. “En tiempos más normales, nuestra corazonada es que Banxico habría dejado las tasas en espera hoy”.
De ahí que la preocupación sobre el desempeño de los precios y la prórroga sobre el regreso de la inflación a su nivel objetivo, hay quienes no descartan que la junta de gobierno eleve de nueva cuenta las tasas de interés en el corto plazo.
“Dado el tono del comunicado y los diversos riesgos aún presentes, se infiere que habrá nuevas restricciones monetarias en México, y que dependerán fundamentalmente del comportamiento de la inflación y del actuar de la Reserva Federal en los Estados Unidos”, escribió por su parte Luis Adrián Muñiz, economista con Vector Casa de Bolsa, en un reporte.
El banco central “mantiene una postura agresiva que mantiene abiertas las posibilidades de nuevos movimientos al alza en la tasa objetivo en los próximos meses”, escribió Santiago Fernández, analista de Intercam Casa de Bolsa, en otro reporte.
Fecha de publicación: 08/02/2018
Etiquetas: Banxico tasas interés México política monetaria inflación economía