El gobierno de México renovó por quinta ocasión un bono catastrófico que contrató para tener recursos adicionales que le permitan enfrentar situaciones de emergencia por sismos.

A diferencia de las ocasiones previas, esta vez México contrató el bono junto con tres países de la Alianza del Pacífico, Chile, Colombia y Perú, por un periodo de dos años.

El país tiene todavía vigente una cobertura vigente hasta 2020 contra huracanes de magnitud importante en las costas del océano Pacífico y del Golfo de México por 150 y 100 millones de dólares, respectivamente.

Ahora, en caso de un terremoto importante, el bono catastrófico potenciará en 260 millones de dólares los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), que es utilizado por el gobierno para dar atención a situaciones de emergencia y reconstrucción de los daños generados principalmente en infraestructura.

Para que los bonos catastróficos sean efectivos, el temblor debe tener lugar durante la vigencia del bono y tener cierta magnitud, además de ocurrir en una región específica.

Esta quinta renovación de ese instrumento cuenta con dos series, una por 100 millones de dólares que se podrán utilizar en caso afectaciones por sismos de intensidad moderada (desde 7.0 grados en el centro del país); así como una segunda serie por hasta 160 millones de dólares por terremotos más intensos (desde 7.4 en el centro del país).

En el caso de sismos que se generen en las costas, éstos deberán superar una magnitud de al menos 7.9 grados para que sean cubiertos por este instrumento financiero.

Debido a que ambos bonos se adicionan, si se diera el casi de un sismo de gran intensidad, entonces los montos máximos de recuperación podrán ascender hasta 260 millones de dólares.

Si estos supuestos se cumplen, entonces el gobierno no tendrá que cumplir con el pago acordado a los inversionistas que adquieren este tipo de instrumentos, quienes exigen pagos de cupones, o de tasas de interés, superiores a los que obtendrían de haber adquirido bonos tradicionales.

Así, son los inversionistas quienes en pocas palabras cargan con el riesgo porque si se cumplen las condiciones de desastre entonces no recibirán el pago completo del principal del instrumento adquirido.

“El modelo de bonos catastróficos de México se ha convertido en un referente a nivel internacional, fomentando el interés de otras naciones en generar estrategias similares de transferencia de riesgo”, informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a través de un comunicado.

El bono catastrófico que se diseñó en conjunto con los miembros de la Alianza del Pacífico cuenta con la participación del Banco Mundial como asesor técnico y como emisor de la transacción.

En esta ocasión el monto global del bono fue de mil 300 millones de dólares, de los cuales Chile colocó 500 millones de dólares, Colombia 400 millones y Perú los 200 restantes.

“La colocación también es la mayor transacción de bonos catastróficos del Banco Mundial hasta la fecha”, informó el Banco Mundial, en un comunicado. Este nuevo instrumento “lleva la cifra total de transacciones de riesgo que el banco ha facilitado a cuatro mil millones de dólares, afianzando el liderazgo de la institución en el apoyo a sus países miembros en el acceso a seguros de riesgo a través de los mercados de capitales”.

La renovación del instrumento generó el interés y la participación de 33 inversionistas globales, además de los fondos de pensiones, fondos de inversión alternativa, reaseguradores y aseguradoras.

La colocación presentó una sobredemanda de 206% al monto ofertado, lo cual favoreció una disminución en la prima de riesgo a 4.71%.

La primera vez que México colocó un bono con estas características fue en 2006, con  renovaciones e innovaciones hechas al papel en 2009 y 2001.

Apenas el año pasado México obtuvo 150 millones de dólares como parte del bono catastrófico del año pasado, debido al sismo de magnitud 8.2 grados originado cerca de las costas de Chiapas, en el sur del país.

Previamente ya había cobrado un bono similar, en 2015, cuando obtuvo 50 millones de dólares como compensación para atender los daños que dejó el huracán ‘Patricia’, cuya magnitud fue de cinco grados o la mayor intensidad en la escala Saffir-Simpson, en los estados de Jalisco y Nayarit.

 

 

 


Fecha de publicación: 08/02/2018

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