24 de nov. (Sentido Común) -- La economía nacional mostró un desempeño negativo durante el tercer trimestre del año, su primera caída desde el segundo trimestre del año pasado, afectada por las bajas observadas en las actividades industriales y un ligero retroceso del sector de los servicios. 

     El producto interno bruto disminuyó 0.3% con respecto al segundo trimestre de este año, en términos ajustados por estacionalidad, o su mayor disminución desde el segundo cuarto de 2013 cuando cayó 0.9% frente al primero, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. 

     El descenso del tercer trimestre rebasó además la contracción que anticipaban los analistas encuestados por Infosel, quienes estimaban que el PIB de México bajaría 0.1% en cifras desestacionalizadas. 

     “A pesar de que la industria manufacturera reportó un crecimiento, éste fue el más débil desde el segundo trimestre de 2016”, escribieron Janneth Quiroz y Alessandra Ortiz, analistas del Grupo Financiero Monex, en su análisis de las cifras de Inegi. “Finalmente el sector terciario o de servicios, que había sido el sector más dinámico de la economía, registró su primera contracción en 16 trimestres por un fuerte retroceso del comercio minorista, de los servicios de transporte y del nulo avance de los servicios inmobiliarios”.  

     Por sectores,  solamente las actividades primarias, o agropecuarias, tuvieron un crecimiento durante el tercer trimestre del año, con un avance de 0.5%, el primero luego de dos caídas seguidas. 

     Sin embargo, las actividades secundarias o industriales, tuvieron un retroceso de 0.6% entre julio y septiembre de este año, su mayor caída en el año y la segunda de manera consecutiva. 

      Finalmente, las actividades terciarias o de servicios, aquellas que han tenido el mayor peso para el crecimiento de la economía en México en los últimos años,  también sufrieron una contracción 0.1%, su primera caída desde hace más de cuatro años o desde que cayera 0.3% en febrero de 2013. 

    “La actividad económica en el tercer trimestre del año estuvo influenciada por tres factores: el impacto de los sismos sobre las cifras económicas de septiembre; la recesión en la minería; y la caída de la construcción derivada del esfuerzo de consolidación fiscal llevado a cabo por el Gobierno Federal”, escribe Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte Ixe, en un reporte sobre el desempeño del PIB. 

     Los sismos del pasado 7 y 19 de septiembre afectaron al centro y sur del país, en donde se concentra casi la mitad de la actividad económica en México, lo que tuvo efectos en las ventas y producción por los daños y el paro de actividades en los en las zonas afectadas estados, lo que tuvo efectos importantes en la actividad económicas para finales del trimestre. 

     Además, otros desastres naturales también impactaron a la economía del país, especialmente para la industria, especialmente el impacto de los huracanes que afectaron al sur de Estados Unidos en agosto, de donde proviene gran parte del combustible importado en México. 

     Así mismo, el huracán Katia afectó el oriente del país, incluyendo la refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Oaxaca, lo que propició una caída más pronunciada aún del sector petrolero. 

     Año a año, la economía del país subió 1.6% con respecto al tercer trimestre de 2016, también en términos ajustados por temporalidad de Inegi, como también se conoce al organismo encargado de recabar los datos económicos y sociales de México. 

     Eel desempeño de la economía fue ajustado a la baja con respecto a lo anunciado de forma preliminar por Inegi a finales de octubre, cuando estimó que el producto interno bruto disminuiría 0.2% en el trimestre y avanzaría 1.7% anual, en ambos casos con cifras ajustadas.

      Por sectores, las actividades agropecuarias reportaron un crecimiento de 0.8% anual  y las de servicios reportaron también un avance de 2.5%, aunque es su menor incremento en términos anuales desde el primer trimestre de 2014. 

      En cambio, las actividades industriales también sufrieron una contracción en términos anuales durante el tercer trimestre, de 0.7%,  con su segundo trimestre a la baja en el año. 

     Hace un año, a lo largo del periodo julio-septiembre de 2016, la economía del país avanzó 1.2% trimestre contra trimestre y creció 2.1% con respecto al mismo periodo del año anterior, en cifras desestacionalizadas. 

     A pesar de los signos de desaceleración que la economía de México está experimentando, especialmente en el sector servicios e industrial,  la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mantuvo su estimación para el desempeño del PIB este año, en un rango de 2 a 2.6%. 

     “La Secretaría de  Hacienda y Crédito Público mantiene el rango de crecimiento del PIB estimado par a2017 con base en la evolución económica y que los resultados disponibles continúan reflejando a una economía mexicana resiliente a un contexto de volatilidad e incertidumbre elevados”, dijo esa Secretaría, a través de un comunicado. 

     El optimismo de Hacienda contrasta con los ajustes hechos solo un día antes por el Banco de México, cuando recortó su expectativa de crecimiento para México para 2017 a un rango de 1.8 a 2.3% frente al rango previo de  2 a 2.5%. 

       Sin embargo, la visión optimista es apoyada por algunos especialistas que consideran que los efectos negativos de los desastres naturales serán pasajeros y no evitarán una reactivación de la economía, especialmente en las zonas afectadas.     

     “Estimamos que esta observación sea revertida durante los próximos trimestres al reflejar las labores de reconstrucción y un mayor dinamismo en los servicios”, escriben las economistas de Monex en su reporte. “Durante el cuarto trimestre se incorporarán las ventas del Buen Fin, además de la reincorporación a las labores, luego de que durante septiembre estuvieron paralizadas por un par de días, por lo que mantenemos nuestro estimado de crecimiento del PIB para este año en 2.1%”.

      Po el contrario, algunos analistas ven que los principales retos para la economía mexicana provienen de la persistencia al alza de la inflación que está generando costos para el consumo privado, así como de la continuación de la consolidación fiscal por parte del gobierno y de una contracción de la actividad petrolera.

         “El ritmo de crecimiento de la economía mexicana estará determinado por: la desaceleración marginal del consumo privado, compensado parcialmente por el dinamismo del empleo, así como del crédito bancario en el sector privado”,  añadió Cervantes, de Banorte Ixe, en su reporte. “El esfuerzo de consolidación fiscal que continuará reflejándose en una fuerte disminución de los proyectos de infraestructura pública y la recesión de la industria minera –principalmente de la producción petrolera- que se mantendrá durante el cuarto trimestre, [y] continuará anulando parcialmente los efectos positivos de la demanda interna”. 

 

         

 

 


Fecha de publicación: 24/11/2017

Etiquetas: México PIB industria servicios economía