17 de nov. (Sentido Común) -- El tipo de cambio cerró la jornada en terreno positivo por segundo día tras encontrar sustento en los problemas que enfrentó el dólar por el resurgimiento de las preocupaciones que desata la investigación contra el gobierno del presidente Donald J. Trump por la posible colusión con el gobierno ruso para impactar las elecciones presidenciales de ese país del año pasado. 

     Además, el peso también ganó por el renovado optimismo que ha surgido en torno a la posibilidad de que los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y México logren ponerse de acuerdo para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Si así ocurre, el intercambio de bienes y servicios entre los tres países permanecería inalterado, al tiempo que se eliminaría la incertidumbre que hasta ahora ha detenido proyectos de inversión en la región.

     Así, la moneda mexicana concluyó la jornada en 18.94 pesos por dólar en el mercado interbancario, o un avance de 0.6% con respecto a su nivel de cierre previo. Además, este nivel es el más fuerte desde el pasado 19 de octubre cuando cerró en 18.86 unidades.

     En la semana el peso subió 0.8%, su mejor ganancia semanal desde la segunda semana de julio cuando ganó 3.1%. Además, ligó dos semanas consecutivas en terreno positivo.

     “El peso mexicano se apreció en la apertura, ante un dólar debilitado tras conocerse que una investigación en torno a una posible interferencia rusa en la elección de 2016 en Estados Unidos está pidiendo más documentos”, escribieron en un reporte analistas de Grupo Bursametrica, una empresa que ofrece servicios de análisis financieros en línea.

     La divisa estadounidense perdió atractivo luego que Comité Judicial de la Cámara de Senadores de Estados Unidos dijo que Jared Kushner, el yerno y asesor del presidente Donald J. Trump, no reportó contactos que tuvo con funcionarios rusos. Esto ayudó al peso a registrar ganancias contra el dólar desde las primera horas de su intercambio.

     Hace unas semanas, Kushner compareció ante la Cámara Alta del país vecino, en donde los legisladores le pidieron a él y a diversos funcionarios que presentarán cierta documentación de sus contactos con posibles representantes del gobierno ruso. En concretó se les solicitó los contactos que tuvieron en septiembre de 2016 con algunos delegados de Rusia, petición que no fue cumplida por el asesor de Trump.

     Esto es contrario a lo que el resto de los funcionarios hicieron. De acuerdo con el diario The Washington Post y el portal Politico las otras personas bajo investigación ya han confirmado sus contactos con representantes del gobierno ruso.

     La falta de entrega de esos documentos generó especulación de que, en efecto, el gobierno ruso pudo influir de alguna manera en las elecciones de la mayor economía del mundo el año pasado a través de contactos con personas cercana a Trump, como su yerno.

     Por otra parte, los comentarios en entrevista radiofónica del secretario de Ecnomía, Idelfonso Guajardo, en el sentido de que México podría presentar algunas contrapropuestas a las posturas más proteccionistas de Estados Unidos durante la quinta ronda de negociación del TLCAN elevó la confianza en la divisa mexicana.

     Una de las contrapropuestas de Guajardo frente a la postura estadounidense de querer añadir una cláusula para permitir a un miembro de salir del acuerdo cada cinco años, fue la de evaluar el acuerdo en ese lapso para de ahí comenzar a tomar medidas sobre lo que conviene hacer con el acuerdo, pero no la inmediata salida de uno de sus miembros. 

     La contrapropuesta mexicana pareció razonable y elevó las expectativas de que, al menos en ese rubro, los tres países puedan salir del atolladero en el que se encuentran en estos momentos en cuanto a este y otros asuntos, como la inclusión de una regla que force a las empresas automotrices que ensamblan autos en México a comprar 50% de su contenido a empresas estadounidenses. 

    En cuanto a la demanda estadounidense de añadir una cláusula que exija que los vehículos ensamblados en Norteamérica tengan un porcentaje forzoso de partes o componentes estadounidense, no hay aún contrapropuesta ni mexicana ni canadiense. 

     El peso también ganó en parte a las dudas que perduran de que en Estados Unidos los legisladores podrán aprobar una reforma fiscal de gran calado. Si bien la Cámara de Representantes ya aprobó su propuesta, aún falta que se discuta la del Senado, que ésta reciba el respaldo de la mayoría y que luego los líderes de los dos recintos se pongan a negociar para tener un proyecto de reforma fiscal único. .

     “El mayor obstáculo está ahí (en el Senado), ya que los republicanos controlan tan sólo 52 de 100 asientos y algunos de ellos se han opuesto públicamente a la reforma”, escribieron en un reporte analistas de CIBanco.

     Esto no solo pone en duda la capacidad de liderazgo de Trump, sino que también deja ver las fracturas que tiene el partido republicano, al cual pertenece el magnate, en su interior. Esto quedó de hecho reflejado en el intento de desechar la ley que otorgó beneficios de salud a los trabajadores estadounidenses y que fracasó cuando algunos senadores republicanos se opusieron a desmantelar el sistema de salud actual si algo que lo reemplazara.


 

 


Fecha de publicación: 17/11/2017

Etiquetas: peso mexicano TLCAN EUA