3 de nov. (Sentido Común) -- La Comisión Federal de Competencia Económica notificó a Banco Santander --la mayor institución financiera de España-- y a Banco Popular Español por aparentemente incurrir en una omisión al avisar de una concentración, algo que inflige las leyes de competencia económica de México.

     Cofece, como también se conoce a la entidad encargada de evitar las concentraciones excesivas en los mercados del país, no ofreció mayores detalles en su aviso sobre el caso, aunque éste muy probablemente se relaciona con la compra que Santander anunció sobre Banco Popular a principios de junio.

     Santander adquirió a Banco Popular por el valor de un euro, por órdenes de las autoridades financieras de la Unión Europea, a fin de evitar su colapso ya que se encontraba en peligro de inviabilidad por falta de liquidez.

     Esa compra incluyó el interés de 24.9% que Banco Popular tenía en el banco mexicano Grupo Financiero Ve Por Más, controlado por la familia Del Valle.

     De ahí que era muy probable que Santander y Banco Popular tuvieran que obtener el aval de Cofece para poder cerrar esa transacción en el país, algo que aparentemente no hicieron como lo indica la ley.

     “Existen elementos objetivos que podrían implicar la existencia de una probable omisión de notificar una concentración cuando legalmente debió hacerse, incumpliendo así con lo establecido” en la ley, dijo Cofece en la notificación.

     Cofece declinó dar comentarios sobre el caso por ser un expediente que aún está abierto.

     Sentido Común también contactó a Santander para obtener sus comentarios sobre esa notificación y hasta ahora no ha obtenido respuesta. El portal tampoco pudo comprobar si el aviso que la Comisión envió a los bancos se dio por la compra de Ve Por Más.

     No obstante, esto parece ser así ya que Cofece envió una notificación a Ver Por Más hace 10 días bajo el mismo expediente, sin ofrecer mayores detalles.

     Las leyes de competencia en México establecen que las empresas involucradas en una compra o fusión deben avisar sus intenciones al organismo regulador para que éste determine si la concentración afectaría los niveles de competencia en el mercado que participan las compañías.

     Claro que no todas las compra-ventas deben ser notificadas al regulador antimonopolios.

     La ley establece ciertos parámetros para que las compañías determinen si en su respectivo caso deben dar aviso a las autoridades o no es necesario --esos umbrales se basan en el tamaño de las empresas involucradas, sus ingresos anuales o el monto de la transacción, entre otras.

     Cierto que la compra de Banco Popular se hizo por un euro y además los ingresos de Ve Por Más sumaron tres mil 513 millones de pesos en 2016, o menos, por lo que en ambos casos parecería que el banco español no tendría que notificar la compra indirecta de Ve Por Más a las autoridades al mantenerse debajo de los límites legales.

     Sin embargo, dado que el capital de Ve por Más casi duplica el requisito del monto que tiene que tener una empresa para ser adquirida y no avisar al organismo antimonopolios, entonces la transacción aparentemente debía haber sido notificada.

     Ahora, Cofece dio a los bancos españoles un lapso de cinco días hábiles, a partir del día siguiente en que reciben el aviso, para que “manifiesten lo que a su derecho convenga y ofrezcan los medios de prueba que estimen convenientes”.

     Santander, sin embargo, al parecer sí había notificado la compra de Banco Popular pero ésta fue rechazada por Cofece por haberla presentado fuera de los tiempos que marca la ley.

     De ahí que el banco español presentó un amparo ante las autoridades judiciales contra ese desechamiento. Esa demanda fue admitida por una jueza especializada en competencia económica y aún no cuenta con una sentencia.

     Se reclama “el desechamiento por extemporánea de la notificación presentada por la quejosa dentro del expediente”, dice la demanda de amparo que Santander presentó el 18 de agosto ante el juzgado ubicado en la Ciudad de México.

     El caso de la compra de Banco Popular, además, ha levantado inconformidades con algunos inversionistas y empresarios mexicanos que terminaron perjudicados con la transacción.

     Incluso, a mediados de julio el diario español Expansión reportó que el empresario Antonio del Valle, dueño del banco mexicano Ve Por Más y otras compañías como Mexichem, podría emprender acciones legales contra las instituciones españolas y europeas que resolvieron que el Banco Popular fuera adquirido por Santander.

    Del Valle y otros inversionistas mexicanos tenían una participación de 4.3% en Banco Popular, la cual adquirieron por 450 millones de dólares en 2013, pero lo perdieron luego de su venta a Santander.

     A cambio de esa inversión, el banco español compró por mil 700 millones de pesos (130.9 millones de dólares de aquel entonces) el interés que tenía en Ve Por Más y que ahora pertenece a Santander.

     No es claro si esa demanda logrará frenar la venta de Banco Popular ordenada por  el Fondo Único de Resolución (FUR), un mecanismo europeo encargado de financiar entidades bancarias en peligro de inviabilidad. Además, las autoridades de competencia en Europa y la Comisión Europea ya avalaron la transacción.

 

 


Fecha de publicación: 03/11/2017

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