18 de oct. (Sentido Común) -- El término de la cuarta ronda de negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLCAN, reveló una mayor discrepancia entre la visión comercial de Estados Unidos frente a la de sus socios, México y Canadá, lo que puso de nuevo en el horizonte la posibilidad que este esfuerzo fracase y culmine con la conclusión del acuerdo.

     Funcionarios del gobierno mexicano han dicho que la conclusión del TLCAN sería un duro golpe para el país, pero no un evento desastroso pues el comercio con Estados Unidos deberá regirse por las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

     Sin embargo, hay quienes prevén que la salida estadounidense del TLCAN pueda ser un primer paso para que el gobierno del presidente Donald J. Trump retire a su país de otros marcos legales que considera injustos a sus intereses, como la propia OMC.

     “Trump está tratando de reescribir o salir del TLCAN y su administración también está debilitando la OMC”, escribió Greg Ip, periodista del diario estadounidense The Wall Street Journal. “Dejar a un lado los guardianes que regulan el comercio mundial liberaría a Estados Unidos para imponer tarifas sin miedo a que un árbitro internacional contradiga su decisión”.

     Si eso ocurre, entonces el impacto para la economía o los activos de México podría ser severo, de acuerdo con analistas de la consultoría británica Capital Economics.

     La primera variable que resentiría el golpe sería la moneda mexicana, un indicador que ha sido muy sensible a la incertidumbre que rodea las negociaciones del TLCAN y la posible salida de Estado Unidos del acuerdo trilateral. 

     “¿Qué tan lejos caerá el peso si el TLCAN colapsa?”, escribió Edward Glossop, economista para Latinoamérica de Capital Economics, en un reporte. “Lo que suceda con la moneda más allá de las ventas iniciales dependerá de múltiples factores, con mayor notoriedad si Trump se sale de la OMC también”.

     Capital Economics estima que si el TLCAN colapsa las ventas de pánico iniciales llevarían la moneda mexicana a los 23 pesos por dólar, algo que podría revertirse posteriormente a menos que la crisis comercial se extienda y Trump decida dejar la organización que regula el comercio internacional.

     “Asumiendo que el presidente Trump decide no salirse de la OMC también, entonces es difícil justificar una caída sostenida de 20-25% del peso”, agregó Glossop.

     Claro que esa consultoría no es la única que cree en el riesgo de una separación de los Estados Unidos de la organización multinacional que dicta el comercio y tiene su sede en Suiza.

     “Todos deberíamos estar preparados para lo que yo llamo la tormenta perfecta, que es la salida del país de la OMC”, dijo Jean-Francois Boittin, exnegociador comercial de Francia, en una entrevista con el portal especializado en comercio Inside U.S. Trade.

     Esa llamada tormenta perfecta se daría por los eventuales mayores aranceles que enfrentarían todos los países para acceder a los mercados en Estados Unidos. Esto pondría un freno al flujo de productos alrededor del mundo e impactaría el crecimiento económico para muchos países.

     Para el caso de México, por ejemplo, la salida de Estados Unidos del TLCAN llevarían a los exportadores nacionales a enfrentar tarifas en promedio de 3.8% bajo la regulación de la OMC, de acuerdo con estimaciones de Capital Economics. Pero esas tasas aumentarían si Estados Unidos también abandona la Organización

     La salida de Estados Unidos de grupos o acuerdos internacionales no sería nueva, de ahí las preocupaciones.

     Pocos días después de haber llegado a la Casa Blanca, Trump anunció la salida de Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), un convenio entre diversos países de América y Asia  para impulsar el comercio y evitar la expansión de la influencia de China en la economía global.

     Además, el pasado verano Trump retiró a su país de los acuerdos climáticos de París, un esfuerzo multilateral para contrarrestar los efectos del calentamiento global, y hace pocos días anunció la salida de Estados Unidos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) al considerar que ésta tenía un sesgo en contra de Israel.

     Incluso, a inicios de este año, Dan DiMicco, exdirector de la empresa acerera Nucor y asesor comercial de Trump durante la campaña, dijo que Estados Unidos podría salir de la OMC como forma de presión para lograr mejores acuerdos comerciales para el país.

    “Si la gente no está dispuesta a negociar de buena fe y promover un comercio justo. . .entonces [Trump] deberá tomar algunas decisiones difíciles”, dijo DiMicco, en entrevista en febrero con la cadena de noticias estadounidense CNBC. “Yo creo que él está a la altura del reto y hará lo que sea necesario para garantizar negociaciones y un trato justo de los organismos internacionales, incluso si tiene que separarse de ellos”.

     DiMicco, como otros funcionarios del gabinete de Trump lo han hecho, dijo que la Organización Mundial de Comercio ha perdido efectividad y Estados Unidos debe reflexionar su afiliación.

     Otros miembros del gabinete, como el secretario de Comercio, Wilbur Ross; el asesor comercial del presidente Trump, Peter Navarro; o el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, han criticado a la OMC por haber permitido la afiliación de China a este organismo, a pesar que consideran realiza prácticas comerciales desleales.

 

 


Fecha de publicación: 18/10/2017

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