18 de ago. (Sentido Común) -- El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, despidió a su jefe de estrategia Steven K. Bannon, hasta ahora uno de los funcionarios con mayor influencia en la Casa Blanca y considerado por algunos como el ideólogo detrás de las propuestas más conservadoras del mandatario, como sus posturas proteccionistas y aislacionistas. 

     “El jefe de gabinete de la Casa Blanca John Kelly y Steve Bannon han acordado mutuamente que hoy sería su último día” de trabajo, dijo la oficina de la presidencia, en un comunicado. “Estamos agradecidos por sus servicios y le deseamos lo mejor”.

     Con la salida de Bannon, quien tuvo además un rol clave en la campaña electoral que permitió al empresario ganar la presidencia de la economía más poderosa del mundo al ayudarle a definir su agenda nacionalista, Trump confirma su incapacidad para conformar un equipo estable y confiable.

     Con Bannon, son ya en total 14 los funcionarios de relevancia que han dejado sus cargos desde que Trump asumió la presidencia hace a penas siete meses --el 20 de enero pasado. Los despidos han incluido a miembros del staff de Trump o de su gabinete ampliado. 

     Entre los servidores públicos de alto nivel que han dejado de trabajar en la administración Trump está su antiguo jefe de gabinete, Reince Preibus; el exdirector del Federal Bureau of Investigation (FBI), James Comey; y Sean Spicer, quien se desempeñó como secretario de prensa en la Casa Blanca, entre otros.

     Bannon, quien antes de llegar a la campaña de Trump se desempeñó como director del portal Breitbart News --un medio que ha apoyado las políticas anti-migrantes y proteccionistas de Trump y al cual regresó tras su despido--, generó gran polémica al interior del equipo de Trump por sus ideas nacionalistas y que para algunos bordaban en racistas y xenófobas. 

     Esas diferencias se agudizaron en los últimos meses, de acuerdo con diversos reportes. El jefe de estrategia no era bien visto, por ejemplo, por la hija de Trump, Ivanka, y por su asesor y yerno, Jared Kushner. Además, tanto el nuevo jefe de la oficina del presidente, chief of staff, John F. Kelly, como su antecesor, Prebius, había tenido diferencias con Bannon recientemente.

     Incluso, dos meses y medio después de haber iniciado formalmente con su administración, Trump opto por sacar a Bannon, de 63 años, de su asiento dentro del Consejo de Seguridad Nacional, o NSC por sus siglas en inglés, ante las críticas que vertieron contra el asesor diversos miembros del equipo cercano de Trump y de la incongruencia que veían que él participara en el Consejo de Seguridad.

     La lista de funcionarios adversos a Bannon venía además creciendo en los últimos meses. Diversos medios reportaron que el exdirector de Breitbart no sostenía una buena relación con el consejero económico de Trump, Gary Cohn, o con el exdirector de comunicaciones, Anthony Scaramucci, quien dejó su cargo 10 días después de asumirlo.

     Las diferencias además crecieron a un punto insostenible por la respuesta que dio Trump a los actos violentos que se suscitaron en Charlottesville, Virginia. El presidente no salió a condenar la presencia de grupos neo-nazis o de supremacistas blancos, aparentemente influenciado por Bannon. 

     Eso hizo que Cohn, de origen judío, mostrara gran disgusto con el presidente y su asesor luego que un neo-nazi arrollara con su auto a un grupo de manifestantes contra esos grupos radicales, lo que causó la muerte de una mujer y decenas de heridos. Bannon, a diferencia de Cohn, dijo estar orgulloso de la respuesta del presidente a los incidentes.

     Por otra parte, Scaramucci también se confrontó recientemente con Bannon a quien acusó de ser el responsable de muchas de las filtraciones que se han registrado en la Casa Blanca sobre temas confidenciales.

     Por si eso no fuera suficiente, algunas de las diferencias entre Bannon y Trump quedaron exhibidas en una entrevista que el jefe de estrategia ofreció en la revista The American Prospect.

    Bannon, por ejemplo, mostró su desacuerdo frente a la posición que Trump ha tomado sobre Corea del Norte y la proliferación de armas nucleares en ese país, así como sus amenazas de atacar territorios estadounidenses.

     Trump dijo hace unos días que respondería con “fuego y furia”, mientras que Bannon considera que eso sería una guerra con pérdidas inmensas desde la primera media hora de eventuales ataques.

     “No hay una solución” a las amenazas norcoreanas, dijo Bannon en la entrevista. “Hasta que alguien resuelva esa parte de la ecuación que me demuestre que 10 millones de personas en Seúl [capital de Corea del Sur, aliada de Estados Unidos] no morirán en los primeros 30 minutos por armas convencionales, no sé de qué hablan, no hay solución militar aquí, ellos nos tienen”.

     Claro que las diferencias crecieron a lo largo de los últimos meses, ya que al inicio de la campaña electoral de Trump su jefe de estrategia fue una pieza clave al grado que, de acuerdo a diversas filtraciones a medios, él fue quien aconsejó a Trump, junto con otro asesor polémico, Roger Stone, a iniciar su búsqueda por la Casa Blanca con ataques a los migrantes mexicanos y a los tratados comerciales de Estados Unidos con otros países.

     De acuerdo a esos reportes, Bannon, quien estaba a favor de construir un muro en la frontera con México, fue quien escribió parte del discurso con el que Trump inició su búsqueda de la candidatura republicana.

     “Cuando México envía su gente [a Estados Unidos], no mandan lo mejor. . . envían a personas que tienen muchos problemas y los traen aquí”, dijo Trump en un célebre y polémico discurso para lanzar su campaña para ganar la nominación del Partido Republicano en la Torre Trump en Nueva York hace dos años. “Traen drogas, traen crimen, son violadores, y algunos, asumo yo, son buenas personas”.

     Muchos consideran que Bannon era una especie de mente siniestra detrás de las acciones y los discursos de Trump.

     Incluso el programa de comedia de la televisión estadounidense, Saturday Night Live, representó a Bannon en varias parodias como La Muerte, quien tomaba el escritorio presidencial dentro de la oficina oval y enviaba a Trump --representado por el actor Alec Baldwin-- a un escritorio pequeño como si fuese su empleado.

     Esa caracterización quedó de cierta manera confirmada por el comentario que hizo Bannon tras su salida de la Casa Blanca: "La presidencia de Trump ha terminado", dijo, en referencia a que la presidencia que el ayudó conquistar no estaba ya en posibilidades de seguir la agenda pautada.  

     Los inversionistas, sin embargo, vieron con buenos ojos la salida de Bannon. 

     Tras conocerse su salida de la Casa Blanca, los tres principales índices accionarios --S&P 500, Dow Jones y Nasdaq-- borraron las pérdidas con las que habían iniciado la jornada, aunque al final del día esas ganancias se disiparon. Los tres indicadores cerraron con pérdidas al final del día por la preocupación que genera la inestabilidad en los cuadros cercanos al presidente Trump.

 

 


Fecha de publicación: 18/08/2017

Etiquetas: EUA Trump Casa Blanca Steve Bannon salida