16 de ago. (Sentido Común) -- El presidente estadounidense, Donald J. Trump, decidió disolver dos consejos empresariales que creó al inicio de su administración para desarrollar iniciativas que mejoraran las condiciones para hacer negocios en su país, luego de la fuerte desbandada registrada en esos grupos de asesores por el poco compromiso del mandatario para criticar a los grupos radicales de derecha a favor del nazismo y la segregación racial.

     Esos grupos de choque aparecieron el fin de semana y generaron disturbios en Charlottesville, Virginia, al protestar la remoción de una estatua de Robert E. Lee, un general de los ejércitos confederados en la Guerra de Secesión que es visto como un símbolo de la segregación racial.

     Trump tomó la decisión de disolver los grupos luego que varios miembros de dos de los varios consejos que creó el presidente renunciaron a participar en ellos, sumándose a los cinco ejecutivos y representantes de dos organizaciones laborales que los habían también abandonado en los últimos dos días.

     Además, diversos medios estadounidenses reportaron que todos los miembros del Foro de Estrategia y Política Pública habían presentado su renuncia de manera conjunta para generar un mayor impacto, luego que Trump no condenó a los grupos racistas provocaron la muerte de una mujer, además de dejar a varios heridos, cuando un coche tripulado por un neonazi arrolló la marcha de quienes protestaban la presencia de esos grupos.

     “En lugar de poner más presión en los empresarios del Consejo Manufacturero y el Foro de Estrategia y Política Pública, voy a disolverlos”, escribió el presidente, de 71 años, en su cuenta de Twitter, @realDonaldTrump. “Gracias a todos”.

     La decisión de Trump es una muestra del antagonismo que está generando con diversos grupos y de su incapacidad para conciliar posturas contrarias en temas que son cruciales para su gobierno.

     El presidente, de 71 años, no sólo ha polarizado a la opinión pública en temas como las protestas racistas, sino que no logró obtener el apoyo suficiente para reformar el sistema de salud o, al menos hasta ahora, crear un nuevo marco fiscal.

     De ahí que esta mañana Denise Morrison e Inge Thulin, los directores de Campbell Soup Company y 3M, abandonaron ese consejo en medio de la fuerte polémica que existe en Estados Unidos por la pobre respuesta de la Casa Blanca ante los disturbios raciales.

     “El racismo y el asesinato son inequívocamente condenables y no tienen equivalente moral a nada que haya pasado en Charlottesville”, dijo Morrison, la directora de la compañía que realiza las emblemáticas sopas enlatadas, en un comunicado, en referencia a que Trump culpó por igual de los disturbios a todos los grupos que participaron en las protestas. “Yo creo que el presidente debió haber sido --y todavía necesita hacerlo-- preciso sobre ese punto”.

     Con la salida de Morrison ya sumaban nueve directivos que habían renunciado a este consejo de 28 líderes empresariales manufactureros que creó Trump al iniciar su gestión.

      “Me uní a esa iniciativa manufacturera en enero para luchar por políticas” que fueran prósperas para la gente, dijo Thulin, el director de la compañía que fabrica una amplia gama de productos  industriales. “Creo que esa iniciativa ya no es un vehículo efectivo para 3M para alcanzar esas metas”.

     Por su parte, un miembro del Foro de Estrategia dijo a la cadena de televisión estadounidense CNBC que era importante anunciar una renuncia conjunta y no de cada individuo, a fin de buscar generar un mayor impacto y terminar por completo con ese grupo de empresarios.

     “Era importante hacerlo como grupo”, dijo el participante de ese consejo a CNBC, bajo condición de anonimato. “Esto deja claro el punto central de que no seguirá adelante. Está hecho”.

     Para muchos, Trump no abordó los hechos raciales de manera correcta al condenar a “ambos lados”. Esas declaraciones llevaron a varios grupos como el Ku Klux Klan (KKK) a agradecer al presidente su apoyo.

     Así, Kenneth Frazier, el director de Merck, una de las farmacéuticas más grandes del mundo;  Kevin Plank, el director de la marca de ropa deportiva Under Armour; y Brian Krzanich, director del fabricante de circuitos computacionales Intel, fueron los primeros en levantar la voz y renunciar al consejo manufacturero.

     Hoy, Morrison y Thulin se sumaron a las renuncias.

     Pocos minutos después de que el presidente anunciara que terminaría con el consejo, los directores de las empresas Johnson & Johnson y United Technologies también declinaron a seguir en sus cargos en el consejo.  

     Algunos de los ejecutivos que se quedaron en ese consejo tras las declaraciones de Trump y que estaban activos hasta que los disolvió el presidente, fueron: Dennis Mullenburg, de Boeing; Jeff Fettig, de Whirlpool; Michael Dell, de Dell Technologies; y John Ferriola, de Nucor, entre otros.

     Por su parte, el fundador y director de Tesla, Elon Musk, y el director de The Walt Disney Company, Bob Iger, ya habían renunciado a su silla en el consejo desde el 1 de junio. Ambos anunciaron su salida luego que Trump retirara a Estados Unidos del acuerdo por el climático de París.

     “Como un tema de principios, he renunciado del consejo presidencial tras la salida de #TratadodeParís”, escribió Iger, en ese entonces, en su cuenta de Twitter @RobertIger.

     En el Foro de Estrategia que renunció de manera conjunta se encontraban ejecutivos como Jamie Dimon, del banco JP Morgan Chase; Larry Fink, del gestor de fondos BlackRock; Indra Nooyi, de la refresquera PepsiCo; Dough McMillon, de la minorista Wal-Mart Stores; Ginni Rometty, de IBM; y Rich Lesser, de Boston Consulting Group, entre otros.

 

 


Fecha de publicación: 16/08/2017

Etiquetas: Trump EUA consejo asesores CEOs renuncia racismo Virginia