10 de ago. (Sentido Común) -- La junta de gobierno de Banco de México hizo válidos los pronósticos y decidió tomar un respiro en el ciclo de incrementos de tasas de interés que aplicó para contener el ascenso de la inflación en el país, justamente porque estima que el avance de los precios está cerca de alcanzar su techo.

     La decisión de mantener la llamada tasa de interés objetivo en 7% fue tomada por unanimidad de los funcionarios del Instituto Central, luego de aplicar siete incrementos consecutivos.

     Con ello, el fondeo se mantuvo en niveles no registrados desde marzo de 2009.

     Los responsables de la política monetaria consideran que el nivel de las tasas es congruente con una inflación que converge hacia su meta, que está en un rango entre 2 y 4%, aunque por ahora se ubica bastante por encima de ese nivel.

     “La Junta de Gobierno ha decidido por unanimidad mantener sin cambio el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en un nivel de 7.00 por ciento”, dijo el comunicado del Instituto Central, donde reveló su decisión de agosto. “La Junta estará vigilante para asegurar que se mantenga una postura monetaria prudente, de manera que se fortalezca el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazo”.

     La decisión era ampliamente esperada por los analistas financieros, quienes no esperaban un ajuste a los tipos de interés en el país en esta ocasión, de acuerdo con la última encuesta que elaboró Citibanamex.

     Banco de México dijo que la inflación parece estar cerca de alcanzar su máximo, por lo que eventualmente iniciará su regreso hacia el objetivo de 3% para finales de 2018.

     “Si bien la inflación general y la subyacente se ubicaron en 6.44 y 4.94 por ciento en julio de 2017, respectivamente, su ritmo de crecimiento ha comenzado a desacelerarse”, dice el comunicado de Banco de México. “Aun cuando se espera que en los próximos meses la inflación general anual seguirá ubicándose por encima de 6 por ciento, esta parece estarse acercando a su techo”.

     De ahí que para la junta de gobierno el balance de riesgos en la inflación permaneció sin cambios con respecto a la decisión pasada, aunque al mismo destacaron elementos positivos que pueden ayudar a revertir la tendencia alcista de los precios.

     “Es de subrayarse la significativa apreciación de la moneda nacional frente al dólar, siendo este uno de los canales más importantes de transmisión de la política monetaria”, dijo el comunicado.

     Una de las causas que incidieron en el reciente avance de los precios fue la debilidad del peso frente al dólar, lo que tiene efectos negativos para algunos productos que son vendidos en el país pero provienen del exterior.

     Sin embargo, en lo que llevamos del año el peso ha ganado poco más de 15% de su valor frente al dólar, lo que ayudará en el futuro a reducir aún más las presiones inflacionarias.

     Ahora, tras esta nueva decisión, todo parece sugerir que el ciclo alcista concluyó y que ahora la autoridad monetaria entrará en una pausa que puede durar un tiempo prolongado.

     “Este es el inicio de una pausa prolongada en la política monetaria, aunque estimamos que la probabilidad de un nuevo incremento o de una posición más hawkish no se puede descartar”, escribió el equipo de análisis de Global Research Markets de BBVA Bancomer, en un reporte sobre la decisión de Banco de México. “La acumulación de factores como la cambiante visión de la Reserva Federal (Fed) así como las elecciones presidenciales podrían poner a prueba” esta visión.

     En la jerga financiera se llama hawkish a una posición en la que los responsables de la política monetaria están preocupados por una alta inflación y, por lo tanto, apoyan tasas de interés más altas.

     Así, los tipos de interés de referencia del país pasaron de estar en un mínimo histórico de 3%, a finales de 2015, hasta un 7% en que se encuentran actualmente, con la intención de evitar un deterioro mayor del escenario inflacionario.

     A pesar de estos apretones monetarios, que fueron tomados de manera preventiva, la inflación cerró julio con un avance interanual de 6.44%, el mayor nivel en más de ocho años y medio.

     Ahora parece que Banxico, como se conoce al banco central, está convencido que ese avance de los precios pronto concluirá y, por lo tanto, sugiere que pondrá fin a su ciclo alcista.

       No obstante, algunos piensan que aún es pronto para esperar que estos incrementos se reviertan y comience un ciclo de flexibilización de las tasas.

     “Para propósitos de decisiones de política, el mensaje central es que Banxico probablemente ha terminado con los aumentos de tasa”, escribió por su parte Sergio Luna, economista con Citibanamex, la filial mexicana de Citigroup, en un reporte. “Pero que está aún lejos de considerar la posibilidad de recortes”.

     El banco central finalmente destacó que la economía nacional creció a un ritmo ligeramente mejor que lo esperado, pese a la caída en la inversión y a los choques provenientes del exterior, como la incertidumbre que persiste sobre el futuro de la relación comercial con Estados Unidos, el principal socio comercial del país.

 

 

 


Fecha de publicación: 10/08/2017

Etiquetas: México Banxico tasas inflación dólar analistas