8 de ago. (Bloomberg) -- El 1 de octubre de 1987, días antes de que Estados Unidos y Canadá firmaran su mayor acuerdo comercial, el entonces primer ministro Brian Mulroney sorprendió a los estadounidenses al abandonar las negociaciones.

Esa fue una apuesta de gran envergadura diseñada para asegurar que el Tratado de Libre Comercio (FTA, por sus siglas en inglés) incluyera un mecanismo de solución de controversias --lo que Mulroney calificó como una condición sine qua non-- que le daría a Canadá la manera de resolver conflictos comerciales fuera de los tribunales de Estados Unidos. La medida de David contra Goliat funcionó y dos días después ambos países llegaron a un acuerdo.

Avance 30 años después, y Justin Trudeau, el actual primer ministro canadiense, está llegando a la misma encrucijada que su predecesor. Estados Unidos confirmó hace 15 días que entre sus principales objetivos en las próximas negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) -que reemplazó al FTA en 1994-- está la anulación del mecanismo de resolución de controversias del capítulo 19 por el que Mulroney trabajó tanto para preservar.

¿Será éste el factor decisivo como lo fue en 1987?

“Cosas como descartar los paneles de solución de controversias del capítulo 19, no es una nimiedad. Es algo muy importante”, dijo Derek Burney, jefe de gabinete de Mulroney durante las conversaciones del FTA y actor clave en las negociaciones del TLCAN, en una entrevista telefónica. “No firmaremos el acuerdo comercial si no conseguimos esa solución de controversias”. Burney también se refirió al porqué la parte canadiense estuvo dispuesta a arriesgar tanto por conseguir ese mecanismo en el FTA: “No confiamos en sus tribunales de resolución de controversias comerciales, nunca lo hemos hecho”.

La primera ronda de renegociaciones del TLCAN comienza el 16 de agosto, con la reunión de los representantes de Estados Unidos, Canadá y México en Washington. El presidente Donald Trump ha amenazado con abandonar el TLCAN si México y Canadá no están de acuerdo en concederle términos más favorables a Estados Unidos.

 

Cuestiones impugnadas

El mecanismo de resolución de controversias del Capítulo 19 del TLCAN permite la revisión de controversias por parte de grupos independientes y binacionales en lugar de una revisión judicial de los tribunales nacionales en casos de antidumping y aranceles compensatorios.

Desde que entró en vigor el TLCAN, Canadá ha participado en cerca de 73 paneles sobre artículos como ganado, magnesio, acero laminado en caliente, pantallas a color, jitomates producidos en invernadero y papel súper calandrado, de acuerdo con el sitio electrónico del Secretariado del TLCAN, el cual es responsable de administrar los procedimientos del Capítulo 19.

Pero dado que en la última década Canadá sólo ha iniciado tres casos basándose en dicha disposición, Robert Wolfe, profesor emérito de la Escuela de Estudios Políticos de Queen University en Kingston, Ontario, cuestionó si el Capítulo 19 es esencial. Wolfe sugirió que Canadá tal vez desee considerar el bloflear, y cuando las situación se ponga crítica, ceder en el capítulo 19 a cambio de obtener algo mejor, obtener concesiones sobre las reglas 'Buy American de Trump', por ejemplo, que restringen la capacidad de las empresas canadienses para pujar con la finalidad de obtener contratos del gobierno de Estados Unidos.

He aquí por qué el temor que les tiene Trump a los déficits comerciales no es realmente necesario

“Si tuvieras que elegir entre una restricción real sobre Buy American y mantener el Capítulo 19, gritaría y golpearía a la mesa y renunciaría al Capítulo 19”, dijo Wolfe. “Muchos empleos canadienses podrían beneficiarse de la suspensión de las compras gubernamentales de Estados Unidos que son discriminatorias".

Wolfe dijo que las cadenas de suministro transfronterizas son mucho más frecuentes, y una compañía que forma parte de un acuerdo de este tipo se socavaría así misma al tomar una medida de remedio comercial contra su socio. Citó la industria automotriz, diciendo “no vas a ver antidumping entre Canadá y Estados Unidos”, porque las autpartes de los vehículos atraviesan la frontera muchas veces.

Chad Bown, investigador de Peterson Institute for International Economics, con sede en Washington, dijo en un informe del 19 de julio que el objetivo de la administración Trump en las negociaciones del TLCAN es facilitar la restricción de las importaciones de Canadá y México. Eso es “preocupante” porque podría eliminar cualquier nueva ganancia de la liberalización comercial o revertir los avances, y probablemente eso conduzca a una situación en la que Canadá y México respondan en especie frente a las exportaciones estadounidenses.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 08/08/2017

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