1 de ago. (Bloomberg) -- Mientras los bonos globales se han visto afectados por la retórica agresiva de aumentos en las tasas de interés de los principales banqueros centrales, AllianceBernstein y Amundi Asset Management dicen que las monedas de los mercados emergentes capearán mejor la tormenta que en 2013.

Las mejoras en los saldos externos, sus reservas más abundantes y la inflación moderada están entre los factores que hacen que las economías de las naciones en desarrollo desde India hasta México parezcan menos vulnerables al riesgo de ver fugas de capitales cuando sus similares avanzados comiencen a disminuir sus medidas de estímulo. La estabilidad reciente de los tipos de cambio y un indicador de las oscilaciones en los precios que está cerca de su menor nivel en tres años son muestras de su capacidad de recuperación.

“Es improbable que este episodio de aumento en los rendimientos de los mercados desarrollados sea tan negativo como lo fue en la rabieta de liquidación por la disminución de activos de 2013”, dijo Abbas Ameli-Renani, un gestor de cartera de bonos y monedas de los mercados emergentes con sede en Londres de Amundi, que supervisa mil 200 millones de dólares en activos. “Seguimos estando tranquilos con nuestra exposición a las divisas de los mercados emergentes que tienen un mayor rendimiento ante el reequilibrio externo actualmente en proceso, como el peso mexicano y el real brasileño”.

Los bancos centrales liderados por la Reserva Federal de Estados Unidos se están preparando para revertir las políticas de crédito fácil a medida que sus economías se recuperan y aumentan los costos de los préstamos.

Canadá subió sus tasas recientemente por primera vez desde 2010, convirtiéndose en el primer país del Grupo de los Siete en unirse a Estados Unidos en hacerlo, mientras que el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra han insinuado la necesidad de endurecer su política monetaria.

La eliminación del estímulo es un desafío sin precedentes que puede ser más perturbador de lo que piensa la gente, dijo el mes pasado Jamie Dimon, presidente de JPMorgan Chase. El Consejo de Gobierno del BCE se reunió en Fráncfort del 19 al 20 de julio, y ratificó el compromiso de aumentar la flexibilización cuantitativa en caso de ser necesario.

Aun así, el índice MSCI Emerging Markets Currency Index subió en julio, y a un mayor nivel que al que llegó el mes anterior, cuando Banco de Canadá sorprendió a los inversionistas con una fuerte señal de que está preparado para aumentar las tasas.

El índice de la volatilidad J.P. Morgan Emerging Market Volatility Index cayó a principios del mes pasado, revirtiendo con ello un avance de dos semanas, y sigue operando cerca de su nivel más bajo desde 2014.

Un indicador del dólar cayó a un mínimo de 10 meses en ese momento, cerrando así su peor semana registrada desde mayo, luego que la inflación de Estados Unidos y los datos de ventas al menudeo no cumplieran con las estimaciones, provocando dudas sobre la posibilidad de un endurecimiento adicional de la Fed este año. Eso impulsó los aumentos en la mayoría de las tasas de cambio de las naciones en vías de desarrollo asiáticas, de las cuales Corea del Sur lideró el avance.

Las monedas de los mercados emergentes han sido un punto brillante para los inversionistas ante la cacería de rendimientos a escala global. Tasas más altas han provocado flujos de capital proveniente del extranjero, ayudando a mejorar los saldos externos de las naciones. La disminución de la inflación ha aumentado la atracción de muchos de estos mercados, mientras que los gobiernos de India e Indonesia han tomado medidas para impulsar su economía.

HSBC Holdings dijo ser optimista con los bonos del gobierno local de México, Sudáfrica, India, Indonesia, Malasia y Rusia, citando el descenso esperado en las sobretasas de riesgo de inflación que probablemente provocarán curvas de rendimiento más planas. Las monedas asiáticas encabezaron una encuesta reciente de Bloomberg sobre los observadores de los mercados emergentes por su resistencia a los riesgos que se avecinan en el futuro.

“Lo que realmente es diferente hoy en día es que la vulnerabilidad de los emergentes está más concentrada en un limitado conjunto de países que no constituyen grandes partes de los principales índices de capital o deuda”, dijo Morgan Harting, un gestor de cartera de AllianceBernstein en Nueva York.

Brasil, Turquía, Indonesia, India y Tailandia, que estuvieron entre los más afectados durante  2013, han mejorado sus fundamentos, acotó.

Las crecientes reservas de divisas extranjeras ha permitido a los países en desarrollo tener una “mayor capacidad de resistencia” que hace cuatro años para absorber las crisis globales, dándoles a los inversionistas una “mayor confianza en la estabilidad macroeconómica de un país o región de los mercados emergentes”, dijo Viraj Patel que tiene su sede en Londres y que trabaja en ING Groep.

Aun así, los administradores de dinero y los estrategas no esperan que los activos de los mercados emergentes estén completamente aislados cuando los bancos centrales comiencen a endurecer sus medidas.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo      

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Fecha de publicación: 01/08/2017

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