31 de jul. (Dow Jones) -- El sello “Hecho en México” se ha vuelto cada vez más común en los lotes estadounidenses de autos, a pesar de que las automotrices presionadas por el presidente Donald Trump iniciaron este año con promesas de crear más empleos en Estados Unidos. 

La decisión de las automotrices de producir algunos de sus populares modelos deportivos-utilitarios en las fábricas mexicanas ayudó a impulsar un aumento de 16% en la producción de vehículos ligeros en México durante los primeros seis meses del año en comparación con el mismo período de 2016.

Al mismo tiempo, las reducidas ventas de sedanes mantuvieron limitada la producción de Estados Unidos y Canadá, de acuerdo con datos recientes publicados por WardsAuto.com.

Los datos indican que uno de cada cinco automóviles armados en la zona del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) proviene de México, incluyendo los nuevos y codiciados productos de General Motors y Fiat Chrysler Automobiles (FCA).

Eso se debe a la confianza en la industria de México durante la crisis financiera, cuando las empresas automotrices estadounidense recibieron miles de millones de dólares de rescates destinados a preservar los empleos y mantener a las automotrices nacionales a flote.

 Trump lanzó varios ataques a las importaciones de automóviles mexicanos durante su campaña presidencial y después de su elección, aduciendo que debían de permanecer más empleos fabriles en Estados Unidos.

Desde entonces, los fabricantes de automóviles se han comprometido con varias iniciativas, incluyendo la decisión de Ford Motor de descartar una nueva planta de ensamblado que estaba siendo construída en México e invertir parte del dinero ahorrado en una fábrica de Michigan que agregará puestos de trabajo.

GM y Fiat Chrysler han dicho que tienen la intención de invertir miles de millones de dólares para añadir puestos de trabajo a sus plantas en los próximos años, citando políticas favorables relacionadas con la reforma tributaria y otros temas como razón del optimismo.

En agosto, el gobierno de Trump iniciará nuevas conversaciones con Canadá y México sobre la reforma del TLCAN. El negocio de la fabricación de vehículos -- incluyendo una extensa base de suministro-- será un tema decisivo y acalorado de negociación.

Los últimos datos de WardsAuto muestran que la fabricación de vehículos ligeros en Estados Unidos cayó 5% durante los primeros seis meses de este año con respecto al año anterior, ya que las automotrices despidieron trabajadores o programaron un tiempo de inactividad significativo para contrarrestar la desaceleración de la demanda de los sedanes.

Una parte sustancial de la huella de la fabricación automotriz de Estados Unidos se dedica a la producción de automóviles familiares o autos compactos, que no se están vendiendo bien ya que los precios de la gasolina permanecen bajos y los vehículos deportivos-utilitarios se han vuelto más populares.

Datos de comercio estadounidenses independientes muestran que el valor de las importaciones de vehículos ligeros de México a Estados Unidos aumentó 40% hasta el mes de mayo.

Dennis Williams, el presidente de United Auto Workers, dijo a periodistas recientemente que su sindicato planea iniciar una campaña “Hecho en Estados Unidos” a finales de este año, un esfuerzo para apoyar a cientos de miles de sus miembros que construyen vehículos o autopartes en fábricas de Estados Unidos.

Williams está tratando de seguir el enfoque de la administración Trump en los productos fabricados en Estados Unidos y aprovechará el esfuerzo para educar a los consumidores sobre cómo saber si un automóvil fue construido en Estados Unidos.

Sin embargo, encontrar ahora esos autos es cada vez más difícil.

Camionetas de carga como algunas versiones Ram y Chevrolet Silverado de FCA, dos de los vehículos más vendidos en Estados Unidos, se construyen en México.

GM y Chrysler también comenzaron este año a producir pequeños deportivos utilitarios crossover en plantas mexicanas; estos se consideran vehículos importantes para las concesionarias de Estados Unidos debido a su creciente popularidad ahora que los consumidores están prefiriendo estos en lugar de los típicos coches de pasajeros.

GM mudó la producción de una versión renovada de su popular crossover Chevrolet Equinox que se armaba en plantas de Estados Unidos y Canadá a México. En los próximos años, se espera que el mayor fabricante de autos estadounidenses sume la fabricación de otros nuevos modelos a fábricas ubicadas al sur de la frontera.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 31/07/2017

Etiquetas: Producción Automotriz TLCAN México Trump Política Exportación United Auto Workers Empleo