13 de jul. (Dow Jones) -- Goldman Sachs Group ha comenzado a deshacerse de algunos de los dos mil 800 millones de dólares en bonos venezolanos que adquirió en un controvertido acuerdo con el banco central del país, dijeron personas familiarizadas con el asunto.

     La rama de administración de activos de la firma de Wall Street recientemente vendió por lo menos 300 millones de dólares de la deuda a un pequeño grupo de fondos de cobertura, dijeron personas familiarizadas con las operaciones.

     La compra de dichos bonos que hizo la firma en mayo atrajo fuertes críticas de los líderes de la oposición venezolana, algunos inversionistas y del senador estadounidense Marco Rubio (republicano por Florida) por suministrarle efectivo al autoritario presidente Nicolás Maduro que requiere para pagar deuda. Él es ampliamente impopular y ha estado sujeto a protestas en un país que sufre escasez de alimentos y medicamentos, una espiral inflacionaria y una economía que casi está en caída libre.

     Goldman Sachs Asset Management vendió la deuda para promover el corretaje de dichos bonos, lo que la firma espera que impulse los precios y legitime los valores ante los ojos de otros inversionistas, dijeron personas familiarizadas con las operaciones.

     Estas operaciones se presentaron cuando Goldman estaba cerrando su contabilidad del segundo trimestre, y que podría justificar una valuación más alta de los bonos, tanto en el aumento de precios como para reducir el “descuento de falta de liquidez” que se aplica a menudo a los bonos que se negocian con poca frecuencia.

     La venta de hasta una parte de los activos de la empresa muestra que algunos en Wall Street siguen ansiosos por comerciar con una deuda venezolana de alto rendimiento.

     Cuatro o cinco fondos de cobertura con sede en Londres y Nueva York le compraron a Goldman los bonos de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela, o PDVSA, que vencen en 2022 en aproximadamente 32.5 centavos por dólar, un poco más de los 31 centavos que pagó la firma cuando adquirió los bonos al banco central de Venezuela en mayo, de acuerdo con las personas familiarizadas con el tema.

     Goldman ahora tiene compañía en lo que ha resultado ser una polémica inversión. En las últimas semanas, algunos ejecutivos de la firma han dicho en privado que el principal error de Goldman no fue comprar los bonos --que los funcionarios del fondo consideraron un buen negocio para sus inversionistas--, sino ser el único banco en hacerlo, al comprar casi la totalidad de la emisión que ascendió a tres mil millones de dólares. Eso enfocó las repercusiones directamente en Goldman, que ya es objeto de crítica en la arena pública, y lo dejó con un mercado restringido para negociar y valorar los bonos con miras al futuro.

     Corredores de Wall Street, incluyendo Barclays, Morgan Stanley y Nomura Holdings cotizaron los bonos en alrededor de 34 centavos por dólar el jueves 29 de junio, dijeron los inversionistas. Los nuevos compradores esperan que los precios pronto suban en sintonía con los bonos de PDVSA que se emitieron antes de que Maduro se convirtiera en presidente en 2013 y se negocien en alrededor de 40 centavos de dólar, dijeron las personas familiarizadas con la materia.

     El descuento entre los bonos que vencen en 2022 y la deuda preexistente de PDVSA refleja en parte la incertidumbre acerca de si la nueva deuda será tratada de igual manera, si Venezuela cae en incumplimiento. Los legisladores de la oposición han amenazado con repudiar la deuda si llegan al poder.

     Los fondos de cobertura que compraron los bonos de Goldman contrataron abogados para comparar los contratos de la nueva deuda y los encontraron prácticamente idénticos que los de la deuda preexistente, dándoles a los inversionistas la confianza de que sus reclamaciones en caso de un incumplimiento serían las mismas, dijo la persona.

     Bancos de inversión habían estado cortejando a Goldman Sachs Asset Management  por semanas para que concertara la transacción, anticipando que la firma necesitará crearle un mercado a esos bonos. Sam Finkelstein, jefe de mercados emergentes de la firma, seleccionó a la correduría de liquidez Liquidity Finance por su relación con la firma, dijo una persona familiarizada con el tema.

     En 2013, Liquidity Finance contrató a Robert MacDonald, el entonces director de operaciones crediticias de Goldman, de acuerdo con su sitio electrónico.

     Un funcionario de Liquidity Finance dijo que la firma no quiso hacer comentarios al respecto.

     Goldman y los nuevos compradores de la deuda están apostando a que un cambio de régimen en Venezuela puede elevar los precios de los bonos, incluso si el país incumple. Pero hasta ahora, los inversionistas institucionales más tradicionales se están manteniendo al margen de dicha deuda.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

                                                                                    

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Fecha de publicación: 13/07/2017

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