11 de jul. (Dow Jones) -- En Río de Janeiro, cuando los nuevos padres compran comida para sus bebés en recipientes de plástico, ellos llevan a casa una pequeña parte de la revolución del esquisto de Estados Unidos.

     Ese auge en la perforación ha incrementado la producción de petróleo y gas en  Estados Unidos en más de 57% en la última década, reduciendo los precios de los ingredientes primarios que usa Dow Chemical para hacer pequeñas bolitas de plástico. Algunos de esas bolitas se exportan a Brasil, donde se modelan para convertirlas en sacos de plástico que se expenden llenos de puré de frutas y verduras.

     Toneladas más se embarcarán pronto cuando Dow finalice ocho mil millones de dólares de inversión en nuevas y ampliadas instalaciones petroquímicas en Estados Unidos, principalmente ubicadas a todo a lo largo del Golfo de México, durante el próximo año próximo, parte de la transformación más grande registrada en una generación en ésta industria.

     La magnitud de las inversiones en este sector es asombrosa: 185 mil millones de dólares en nuevos proyectos petroquímicos de Estados Unidos están en construcción o planificación, de acuerdo con American Chemistry Council. El año pasado, los gastos en plantas químicas solo representaron la mitad de todas las inversiones de capital en la industria manufacturera estadounidense, en comparación con menos de 20% en 2009, registró Census Bureau (la Oficina del Censo).

     Empresas petroleras integradas, como Exxon Mobil y Royal Dutch Shell, están compitiendo para aprovechar los baratos subproductos del petróleo y el gas que se extraen con la perforación del esquisto. Las empresas están ampliando unidades petroquímicas que producen materiales usados eventualmente para fabricar defensas de autos, teléfonos inteligentes, botellas de champú y otras cosas de plástico que son compradas cada vez más por las burguesas clases medias del mundo.

     “Este es un cambio tectónico en el equilibrio hemisférico de quién produce lo que esencialmente alimenta al sector manufacturero”, dijo Andrew Liveris, presidente ejecutivo de Dow, refiriéndose al crecimiento de la producción en Estados Unidos. Su compañía ahora planea duplicar su expansión estadounidense con una inversión de cuatro mil millones de dólares en una serie de proyectos en los próximos cinco años.

     Las empresas están iniciando con entusiasmo nuevos proyectos petroquímicos en Estados Unidos --de acuerdo con American Chemistry Council--, porque en un momento de incertidumbre sobre cuándo llegará a su máximo nivel la demanda de combustibles para el transporte, debido a los autos eléctricos y al uso compartido, se espera que el apetito mundial por los plásticos se intensifique en las próximas décadas.

     Esa demanda crece típicamente al menos 1.5 a dos veces más rápido que el producto interno bruto global, dijeron analistas de la industria. Eso teóricamente hace que los petroquímicos sean una de las inversiones más seguras en los combustibles fósiles, aunque los escépticos dudan de si los márgenes de ganancias de los plásticos de Estados Unidos pueden perdurar.

     Las nuevas inversiones convertirán a Estados Unidos en un importante exportador de plásticos y con ello reducirá su déficit comercial, dijeron economistas. American Chemistry Council prevé que agregará 294 mil millones de dólares a la producción económica de Estados Unidos y 462 mil empleos directos e indirectos para 2025, aunque los analistas dijeron que el empleo directo en las plantas será limitado debido a la automatización.

     Para las empresas de energía, esa construcción y ampliación crea un nuevo mercado para los subproductos que antes tenían poco consumo. Los perforadores han producido un excedente de estas materias primas durante años, pero los han dejado hasta ahora en el gas que producen para ser quemados, porque nadie los quería. El aumento de la demanda en los próximos años podría hacer que la perforación sea más rentable.

     Las empresas petroquímicas están apostando a que el precio de las materias primas --su gasto más fuerte-- se mantendrá bajo durante años debido a la perforación del esquisto. Como resultado, las exportaciones netas de productos petroquímicos de Estados Unidos, que incluyen plástico, así como fertilizantes, adhesivos y disolventes, crecerán a 110 mil millones de dólares anuales para 2027, contra 17 mil millones de dólares el año pasado, de acuerdo con IHS Markit. Eso estaría cerca del valor que tienen las actuales exportaciones anuales de petróleo de Arabia Saudita.

     “No hay otra industria que se aproxime a ese nivel de crecimiento”, dijo el economista Thomas Runiewicz de IHS.

     Muchas de las compañías que invierten en Estados Unidos son extranjeras, incluyendo a la compañía química estatal de Arabia Saudita y algunas de las mayores compañías petroquímicas de Brasil, Japón y Tailandia.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

                                                                                    

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Fecha de publicación: 11/07/2017

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