6 de jul. (Bloomberg) -- México está compitiendo contra el reloj para poner en funcionamiento sus gasoductos este verano.

La nación se encuentra “en una situación difícil”, dijo David Madero, quien supervisa el Centro Nacional de Control de Gas Natural del gobierno, en una entrevista realizada en la Ciudad de México.

La temporada en que la demanda de gas típicamente alcanza su punto máximo se acerca rápidamente, y México todavía está lidiando con retrocesos en la puesta en marcha de gasoductos que se previeron desde hace tiempo.

Los retrasos están provocando que el excedente de gas natural se abotague al norte de la frontera a medida que los perforadores de esquisto de Estados Unidos esperan a que los gasoductos transporten su combustible al mercado.

En una nota de investigación, Citigroup advirtió hace dos meses que los retrasos en México probablemente fuercen a que el gas de la Costa del Golfo se negocie con grandes descuentos.

“La buena noticia es que estamos construyendo mucho, la mala noticia es que estamos un poco retrasados, lo que es bastante normal en esta industria”, dijo Madero el mes pasado. “Nos hubiera encantado ver estos proyectos en funcionamiento antes del pico de la demanda de este verano”.

Los siete proyectos de gas en construcción, además de otros en el noroeste, son parte del plan energético de cinco años del gobierno. Problemas técnicos y  problemas con los terratenientes locales son los culpables de los retrasos, de acuerdo con Madero, quien dijo que confía en que finalmente todos construyan.

“Si se retrasan un mes, tres meses o un año más, bueno, eso es el tiempo que van a tomar en construirse”, dijo, enfatizando que los retrasos aún no habían llegado a un punto de crisis.

 

Retraso en los planes

Un directivo de CFE, la empresa eléctrica estatal mexicana dijo el mes pasado que está presionando a los constructores de gasoductos para que puedan completar la nueva generación de electricidad propulsada por gas a finales de 2018.

Los retrasos de tres a cuatro meses podrían aplazar los planes hasta 2019 en algunos casos, dijo Guillermo Turrent al margen de una conferencia en Houston el 20 de junio.

El gasoducto Los Ramones Fase II, que la estatal Petróleos Mexicanos está desarrollando con la firma de capital privado First Reserve y BlackRock, está entretanto “operando prácticamente al 100%”, dijo Madero.

Además, se prevé que la red de gasoductos, que importa gas de Estados Unidos, incremente las entregas de gas estadounidenses al sur de la frontera de 17% a 22%, dijo Bloomberg New Energy Finance.

“Si todo va tan bien como esperamos, para 2020 vamos a tener capacidad para importar más de 14 mil millones de pies cúbicos por día, de los cuales esperaríamos usar un poco menos de la mitad”, dijo Madero. El país importó 129 mil 900 millones de pies cúbicos de gas estadounidense por gasoducto en marzo, de acuerdo con datos de Energy Information Administration.

México actualmente importa alrededor de cuatro mil 200 millones de pies cúbicos de gas natural diariamente, dijo Madero. El país estima que la demanda de importaciones de Estados Unidos podría alcanzar entre siete mil y siete mil 200 millones de pies cúbicos por día en los próximos cinco años, dijo.

México está en conversaciones con el Instituto Mexicano del Petróleo y con consultores de Texas para analizar las formaciones geológicas de los sitios subterráneos de almacenamiento de gas adecuados, dijo Madero.

Las posibles ubicaciones se encuentran en el norte del Golfo de México, en el estado de Tamaulipas, Veracruz y Tabasco, dijo. Su dependencia espera hacer su primera propuesta formal a la secretaría de energía a más tardar este año, según Madero.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo      

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Fecha de publicación: 06/07/2017

Etiquetas: México EUA Gas Natural Importación Gasoductos Precios Almacenamiento