26 de jun. (Bloomberg) -- El carro que lleva a los fanáticos del peso mexicano está ya demasiado lleno; así que éste podría ser el momento para que los inversionistas busquen otro medio de transporte.

Alentados por una economía doméstica que se reafirma y la decreciente preocupación de que la administración Trump vuelva a escribir las reglas comerciales entre ambos países, los inversionistas han llevado al peso a obtener los mejores rendimientos del mundo hasta la fecha este año.

Sin embargo, una triple amenaza de riesgos se cierne sobre la moneda: una disminución prematura del balance de la Reserva Federal, un posicionamiento muy concurrido y los obstáculos técnicos.

La mayor amenaza para el peso es una política monetaria más agresiva de Estados Unidos. Si la Fed sugiere que puede reducir su balance o elevar las tasas más rápido de lo que espera el mercado, eso podría hacer que suban el dólar y los rendimientos de los bonos de Estados Unidos, provocando una fuga de capitales de México.

El peso se fortaleció en comparación con el dólar al cotizarse por debajo del umbral de 18 pesos el 14 de junio, pero eso se revirtió rápidamente después de los comentarios agresivos de Janet Yellen, siguiendo los movimientos de los bonos del Tesoro a dos años.

Los futuros de las tasas de los fondos de la Fed están estimando una probabilidad de 16% de que haya un alza de tasas en septiembre. Si mejoran esas probabilidades, eso llevaría al peso a debilitarse. La curva de la tasa de los swaps de México está evaluando las posibilidades de mayores alzas por parte del banco central del país en la segunda mitad del año, por lo que es poco probable que el banco central contrarreste los movimientos de la Fed

Los analistas han concordado con la idea de un peso más fuerte y los inversionistas han apilado sus posiciones. Esto significa que es más probable que la divisa retroceda rápidamente ante cualquier indicio de riesgos cada vez mayores cuando las apuestas alcistas se precipitan hacia la salida.

Las posiciones largas en pesos están en su nivel más alto en más de cuatro años, al haber 95 mil 931 contratos vigentes en la semana que finalizó el 13 de junio. Casi todos los pronosticadores de ventas han mejorado sus previsiones para el peso en las últimas semanas,

El análisis de la estacionalidad sugiere que el peso podría estar en una compra de debilidad. La moneda se mueve menos en junio y julio, mientras que normalmente tiene sufre su mayor caída en agosto.

El tipo de cambio dólar-peso parece haber encontrado apoyo técnico a corto plazo cerca de los 17.90, que también fue la menor cotización del dólar en agosto de 2016 y los niveles de resistencia a observar de la semana pasada: con un promedio de movilidad de 50 días cerca de los 18.5879 y un promedio movilidad de 100 días de 19.0525.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 26/06/2017

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