21 de jun. (Dow Jones) -- Las propuestas del Departamento del Tesoro de Estados Unidos para revisar la regulación financiera ofrecen a los bancos, especialmente a los más grandes, una disminución potencialmente significativa del capital que mantienen como reserva.

Eso respondería a las quejas más relevantes de las instituciones financieras que operan en Estados Unidos en la era posterior a la crisis financiera, que los excesivos requerimientos de capital los están limitando --así como también la concesión de préstamos.

Por ejemplo, James Dimon, director ejecutivo de J.P. Morgan Chase, ha descrito el balance general de su banco como una “fortaleza” que podría absorber las pérdidas estilo crisis no sólo por sí mismo, sino también muchos otros bancos.

Si se adoptaran los cambios propuestos por el Departamento del Tesoro, eso podría permitir que los bancos devolvieran más capital a los accionistas, lo que a su vez aumentaría los rendimientos de sus acciones y posiblemente reforzaría sus valuaciones en la bolsa. La desventaja, dijeron los críticos, es que esto podría debilitar los amortiguadores que les permiten a los bancos absorber las pérdidas y también amenazar la confianza en el sistema financiero.

He aquí algunas áreas en las que los bancos podrían beneficiarse de las propuestas del Tesoro:

Cociente de endeudamiento -- Las reglas actuales señalan que los bancos más grandes deben tener un capital cuando menos el equivalente al 5% de su exposición total al endeudamiento, una medida general de sus activos y exposiciones. El Tesoro propone que se permita a los bancos excluir algunas tenencia0073 de esa medida, a saber, el efectivo depositado en los bancos centrales, la deuda del Tesoro de Estados Unidos y parte del dinero que tienen en las cámaras de compensación relacionado con los derivados.

Ese pequeño cambio mejoraría los cocientes del endeudamiento. J.P. Morgan podría mejorar en más de un punto porcentual. Cuanto más alto sea ese cociente, es más probable que el banco pueda devolver más capital a sus accionistas.

Los analistas de Goldman Sachs estimaron que tales cambios en las reglas podrían significarles a los cuatro mayores bancos de Estados Unidos casi 90 mil millones de dólares de capital ordinario excedente.

También hay otro beneficio potencial. La Cámara de Representantes aprobó recientemente la denominada ‘Choice Act’ (Ley de Elección) que les permitiría a los bancos optar por hacer caso omiso de la estricta regulación si mantuvieran un índice de endeudamiento de por lo menos 10%.

Mientras que no se espera que la legislación sea abordada por el Senado, las propuestas del Tesoro apoyan la opción de 10%. Al cambiar el cálculo de la exposición al endeudamiento, a los bancos les sería más fácil llegar a ese nivel.

Los seis grandes bancos necesitarían recaudar casi 400 mil millones de dólares, en total, para llegar a ese nivel, basándose en las cifras del 31 de marzo y cálculos del diario The Wall Street Journal.

Sólamente en J.P. Morgan, un déficit de 10%, que actualmente sería de unos 105 mil millones de dólares, caería a unos 60 mil millones de dólares o menos.


Riesgo Operacional - Los banqueros dicen que entre los requisitos más onerosos que enfrentan es el que los obliga a retener de manera efectiva capital contra las posibles pérdidas “operacionales”. Estas son pérdidas que no pueden ser resultado de cosas como los movimientos del mercado o incumplimientos en los préstamos, sino de las acciones de los bancos. Estas podrían incluir multas o grandes acuerdos para solventar problemas legales.

Estos costos se dispararon después de la crisis financiera, debido a la serie de acuerdos para eximirlos de alguna responsabilidad por miles de millones de dólares debido a sus prácticas hipotecarias, el monitoreo defectuoso del lavado de dinero y la manipulación del mercado de divisas. Esto ha creado los llamados activos de riesgo operacional que son iguales en algunos casos a cerca de 30% de los activos bancarios ponderados por riesgo, que son claves para determinar otras medidas de capital.

El Tesoro afirma que “se debe usar una estrategia más transparente y basada en normas para el cálculo del capital de riesgo operacional”. Esto significa que el capital necesario para afrontar tales riesgos estaría más en concordancia con las recientes acciones y que podría reducirse, si los bancos toman medidas para disminuir ese riesgo.

Los analistas estiman que los grandes bancos tienen más de 200 mil millones de dólares en capital varado debido al riesgo operacional. Los cambios no eliminarían la necesidad de mantener todo este capital, pero probablemente permitirían que los bancos devolvieran una gran cantidad de dinero con el paso del tiempo.


Recargo de G-SIB -- Los reguladores de Estados Unidos exigen a los mayores “bancos de importancia sistémica global”, conocidos como G-SIB, que mantengan reservas de capital adicionales, o recargo, además de otros requisitos. Esto es para reflejar su complejidad y los desastrosos efectos indirectos que su quiebra tendría para el sistema financiero global.

Este cargo varía, pero promediará 2.8 puntos porcentuales en los bancos más grandes cuando sea completamente aplicado, dijeron analistas de Nomura Instinet.

El Tesoro propone que esta norma sea “recalibrada”, en parte para reflejar el hecho de que estos bancos no dependen tanto del financiamientos a corto plazo, como los acuerdos de recompra, o "repos", para financiarse a sí mismos, reduciendo su riesgo de insolvencia repentina.

Una vez más, esto podría liberar capital que podría ser devuelto a los accionistas.


TLAC - Los grandes bancos que están sujetos a pruebas de estrés anuales tienen que demostrar que poseen suficiente capital y deuda para cubrir pérdidas importantes, una medida conocida como “capacidad total de absorción de pérdidas” (TLAC, por sus siglas en inglés).

La idea es que en una situación de estrés o de quiebra, algunas deudas, en conjunción con sus acciones, puedan utilizarse para absorber las pérdidas. Como parte de esto, los bancos han tenido que mantener más deuda a largo plazo de lo que de otra manera podrían haber hecho.

Esto hace que suban los costos generales por intereses de los bancos, lo que reduce los ingresos netos por intereses. Esto repercute en las ganancias y reduce los rendimientos.

El Tesoro propone que los reguladores vuelvan a revisar las normas que se relacionan con el cociente de deuda mínimo obligatorio incluido en el cálculo de este requisito.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

                                                                                    

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Fecha de publicación: 21/06/2017

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