23 de may. (Sentido Común) -- El gobierno del presidente Donald J. Trump en Estados Unidos presentó su propuesta de presupuesto para el año fiscal 2018, el cual contempla un fuerte gasto en defensa militar, así como recortes en los recursos asignados para combatir los efectos negativos generados por el cambio climático o algunos programas sociales de apoyo a los ciudadanos de escasos recursos.

     En su propuesta, la Casa Blanca prometió que el presupuesto permitirá un crecimiento sostenido de 3% anual de la economía, una tasa que ese país no ha visto desde hace más de una década, cuando creció 3.3% en 2005.

     “El presupuesto del presidente Trump centra la labor del Departamento del Tesoro en nuestra misión central de recaudación de ingresos y gestión de la deuda de la nación, a la vez que moderniza, agiliza y aumenta la eficiencia para reducir los gastos operativos”, dijo Steven Mnuchin, el titular del Tesoro estadounidense, en un mensaje difundido para explicar su participación en el diseño del presupuesto. Esta propuesta “junto con una reforma tributaria integral y otras prioridades clave, acercarán a Estados Unidos a un crecimiento económico sostenido de 3% o más”.

     Desde que estuvo en campaña, el presidente Trump dijo que su prioridad era crear un entorno más favorable para realizar negocios en Estados Unidos, a través de menores impuestos y de una disminución de las regulaciones.

     “Un presupuesto que ponga a Estados Unidos primero debe hacer de la seguridad de nuestro pueblo su prioridad número uno, porque sin seguridad no puede haber prosperidad”, dijo el presidente Trump, en un comunicado donde explicó el razonamiento de su propuesta. “Por eso he instruido a mi director de Presupuesto, Mick Mulvaney, a elaborar un presupuesto que haga hincapié en la seguridad nacional y la seguridad pública”.

     Claro que al mismo tiempo, el gobierno dijo también que el mayor gasto en varios rubros no debe traducirse en un mayor endeudamiento de ese país.

     “Nuestra deuda nacional de 20 billones de dólares es una crisis, no sólo para la nación, sino para todos los ciudadanos”, dijo Mulvaney, el director de Presupuesto de la Casa Blanca, en un documento. “Las familias estadounidenses toman decisiones muy difíciles todos los días con respecto a sus presupuestos, es hora que Washington también lo haga”.

     La propuesta que presentó hoy la Casa Blanca, y que deberá estar lista antes del 1 de septiembre, que es cuando inicia el próximo año fiscal, prevé uno de los mayores incrementos en el gasto de defensa, así como mayores recursos para los departamentos de Justicia y Seguridad Nacional, un gasto adicional para vigilar la frontera con México y desalentar la inmigración ilegal.

     De ahí que, para evitar un aumento del déficit presupuestario, especialmente si se considera que en su reforma fiscal el gobierno ya propuso una reducción importante de impuestos, el propio gobierno deberá compensar con recortes en otras áreas.

     “La base de mi primer proyecto de presupuesto es la reconstrucción de las fuerzas armadas de nuestra nación sin incrementar el déficit federal”, señaló Trump, en su carta. El presupuesto “incluye un incremento de 54 mil millones de dólares en gasto de defensa en 2018 que se verá compensado por la reducción en otros gastos, en particular la ayuda extranjera. Financiamiento que es vital para reconstruir y preparar nuestras fuerzas armadas para el futuro”.

     Uno de los temas en que puso más énfasis fue el gasto que el gobierno considera necesario hacer para garantizar la seguridad en el país, un tema con implicaciones directas para México especialmente en lo que concierne a la frontera de casi tres mil kilómetros que ambos comparten.

     El presupuesto “asegura las fronteras de los Estados Unidos invirtiendo 2 mil 600 millones de dólares en infraestructura táctica de alta prioridad y tecnología de seguridad fronteriza”, dice la propuesta de la Casa Blanca. “Incluyendo financiamiento para planificar, diseñar y construir un muro físico a lo largo de la frontera sur según lo ordenado por el Decreto Presidencial del 25 de enero de 2017”.

     El presidente Trump prometió desde su campaña edificar una muralla con México para limitar el flujo de personas hacia el vecino país del norte porque considera que muchos de quienes llegan de manera ilegal a su país son responsables de crímenes y deben ser expulsados de manera inmediata.

     Sin embargo, algunos cálculos del propio gobierno reconocen que el costo de erigir el muro, al menos en los términos que Trump lo planteó en campaña, es demasiado elevado. El propio Departamento de Presupuesto, en un proyecto, calculó que Estados Unidos podría gastar hasta 21 mil millones de dólares en esta obra, por lo que muchos legisladores se opusieron de manera rotunda.

     Parte del incremento adicional en el cuidado de la frontera sur no sólo es la construcción del muro, sino un aumento de las fuerzas de seguridad encargadas de la vigilancia en tierra e incluso de las agrupaciones encargadas de detener y extraditar a las personas que no tienen un estatus migratorio legal.

     Inclusive, la oficina de Inmigration and Customs Enforcement, o ICE, la agencia estadounidense responsable de las detenciones y deportaciones de los migrantes, dijo que durante los 100 primeros días del gobierno de Trump expulsó a poco más de 41 mil personas como parte de una serie de medidas de endurecimiento en contra de la migración ilegal.

 

 

    

 

 


Fecha de publicación: 23/05/2017

Etiquetas: EUA presupuesto Trump Casa Blanca México frontera seguridad