Berlín, 17 de may. (Dow Jones) -- Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles del mundo, está volviendo a obtener fuertes ganancias después de que su director ejecutivo Matthias Müller logró convertir la crisis por la manipulación de las emisiones de algunos vehículos con motores a diesel en una rara oportunidad para impulsar reestructuraciones poco populares y realizar reducciones de costos.

No obstante, precisamente ahora que empieza a disiparse el escándalo de las emisiones que alguna vez pareció capaz de hundir a uno de las grandes corporaciones industriales de Alemania, los analistas dicen que Müller todavía tiene mucho trabajo para eliminar la dependencia de la automotriz alemana del diesel y prepararse para enfrentar una regulación más estricta en las emisiones de los gases del efecto invernadero.

“La lección más importante es que VW aprovechó la crisis para hacer cosas que no podía haber hecho en circunstancias normales y ahora es más fuerte de lo que era antes del escándalo”, dijo Christian Stadler, profesor de estrategia en Warwick Business School.

No obstante lo anterior, su fuerte posición actual también coloca a Müller en un apuro. El director ejecutivo sabe que debe rehacer a Volkswagen (VW) para asegurar su futuro en un mundo después del diesel. Pero a medida que sale de la crisis y que los beneficios continúan aumentando, la empresa pierde incentivos --y presión-- para cambiar.

La compañía que fabrica los famosos sedánes Golf y Jetta, los vehículos que más vende, informó recientemente que las ganancias netas del primer trimestre del año subieron 45% a tres mil 350 millones de euros, impulsadas por la reducción de costos y los mayores márgenes en su marca VW. Las ganancias operativas ajustadas, que excluye las partidas excepcionales, aumentaron 27% a cuatro mil 400 millones de euros. Los ingresos crecieron 10% a 56 mil 200 millones de euros.

En septiembre de 2015, la compañía admitió manipular millones de coches diesel para superar las pruebas de emisiones, provocando la peor crisis que haya enfrentado en sus casi 80 años de historia.

A raíz de lo que ha llegado a conocerse como “dieselgate”, Volkswagen enfrentó litigios civiles y procesamientos penales. El precio de sus acciones cayó, y todavía no se ha recuperado completamente. Las ventas se desplomaron y, a finales de 2015, la compañía registró su peor pérdida. El impacto financiero del escándalo hasta ahora asciende a poco menos de 25 mil millones de dólares en multas, sanciones y compensaciones.

Una de las razones por las que este costo ahora parece manejable es que Volkswagen incluyó cargos anticipados por el escándalo diesel en 2015 y 2016. Eso significa que este legado se refleja ahora en su saldo en efectivo, no en sus ganancias, y puede pagarse de forma creciente.

Volkswagen reportó salidas netas de efectivo de dos mil 600 millones de euros en la división de automotriz relacionadas con el escándalo del diesel en los primeros tres meses de este año --esencialmente el costo de la recompra de vehículos afectados en Estados Unidos en enero, diciendo que había comprado casi la mitad de los 475 mil vehículos afectados. Frank Witter, el jefe de finanzas de la empresa, dijo que espera que salidas de efectivo relacionadas con el escándalo diesel en la “gama de dos dígitos de millones de euros” este año.

Sin embargo, el efectivo neto en el balance general de la empresa se mantuvo fuerte en aproximadamente 23 mil 600 millones de euros a finales de marzo.

La compañía está en medio de recortar su costosa mano de obra alemana en 23 mil empleados, casi 10% del total de su personal en Alemania, que incluye la marca VW, Porsche y Audi. También está agilizando el desarrollo. Los desarrolladores de Audi y Porsche, una vez rivales celosos de los contratos internos, acordaron recientemente intensificar el desarrollo conjunto. En las grandes marcas de la compañía, VW, Skoda y Seat, Volkswagen está reduciendo hasta en 40% el número de motores disponibles para los nuevos modelos.

Volkswagen también está intensificando la estandarización de modelos y compartiendo componentes entre diferentes marcas. Al compartir autopartes desarrolladas por la marca VW, el fabricante de automóviles checo Skoda ha sido cada vez más rentable y Seat, el fabricante de automóviles español asediado por mucho tiempo, reportó su primera ganancia en años en 2016.

Sin embargo, los riesgos relacionados con el diesel aún nublan el futuro de la compañía.

Volkswagen superó a su archirival Toyota Motor el año pasado para convertirse en el mayor fabricante de automóviles del mundo en ventas, pero en los últimos ocho meses la disminución en las ventas de sus vehículos diesel se ha recrudecido.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

                                                                                    

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Fecha de publicación: 17/05/2017

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