28 de abr. (Sentido Común) -- La economía mexicana logró sacudirse los temores de una fuerte desaceleración económica que infundió la victoria electoral a la presidencia estadounidense de Donald J. Trump al reportar un crecimiento superior al esperado en el primer trimestre de este año.

     Aunque México registró su avance más moderado de los últimos dos trimestres, al crecer 0.6%, ese crecimiento no sólo superó las expectativas de los analistas, sino que incluso dejó en claro, para algunos, que los temidos aires de una crisis económica que podría enfrentar el país este año por las políticas proteccionistas y aislacionistas de Trump resultaron exagerados.

     En buena medida, el sorpresivo desempeño de la economía mexicana los explican, a grandes rasgos, la fortaleza que mantuvo la demanda interna y la incipiente recuperación de la actividad industrial, impulsada por un buen desempeño del sector exportador mexicano.

     “Si el temor era que en el primer trimestre hubiera una desaceleración, no se manifestó”, dijo Luis Madrazo, el titular de la Unidad de Planeación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, durante una conferencia de prensa para detallar el desempeño de las finanzas públicas del país en el primer trimestre del año. “La economía mexicana continúa registrando un desempeño positivo y superior a las expectativas, en un entorno adverso por la incertidumbre asociada a políticas de Estados Unidos y en general por tensiones políticas globales”.

     El crecimiento del primer trimestre, en cifras ajustadas por estacionalidad, rebaso incluso las expectativas de los analistas, quienes de acuerdo a la encuesta de la agencia de noticias Infosel esperaban un avance de 0.5% contra el último trimestre del año pasado.

     Incluso, si el avance trimestre contra trimestre se anualiza, entonces el país creció en el periodo enero-marzo a una tasa de 2.4%, mayor al incremento total de México de 2.1% del año pasado.

     El crecimiento del primer trimestre, que deberán ratificar las autoridades a finales del mes de mayo una vez que revisen sus cifras preliminares, es el 15 consecutivo, algo nada despreciable más cuando esa racha parecía condenada a romperse por la llegada de Trump a la Casa Blanca.

     A lo largo de su campaña, Trump fue un severo crítico del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y de los mexicanos que laboran en Estados Unidos.

     Esas posturas provocaron que su victoria pusiera en vilo el futuro de la relación comercial libre de aranceles que México tiene con Estados Unidos. Si bien no hay aún garantía que Trump no opte por cancelar el TLCAN, los posibilidades de que haga eso han ido decreciendo a lo largo de los últimos meses y se ve cada vez menos probable que él termine por romper ese acuerdo y que, en buena medida, le ha permitido a México convertirse en el segundo socio comercial de Estados Unidos.

     Los consumidores estadounidenses incluso compran 80% de todo los bienes que el país exportar. De ahí la preocupación en el país de la llegada de Trump al poder. Además de que gracias al TLCAN, múltiples empresas estadounidenses han invertido en México para construir o ampliar sus instalaciones industriales y sacar ventaja de sus menores costos laborales.

     Así, tras la victoria de Trump, de 70 años, muchos economistas recortaron sus pronósticos sobre el crecimiento económico del país para este y el próximo año.

     Sin embargo, poco a poco la incertidumbre que genero el candidato republicano y hoy presidente del país más poderoso del mundo comenzó a desvanecerse ante las dificultades de Trump para implementar sus propuestas de campaña y por la oposición a las mismas dentro y fuera de su país.

     Esto le ha traído duras derrotas a Trump y ha también abierto la puerta a una visión menos pesimista sobre el futuro económico del país.

     “La información del primer trimestre del PIB para México confirmó lo que hemos sospechado desde hace un tiempo: que los datos y encuestas sobreestimaron la debilidad real de su economía”, dijo Adam Collins, analista para Latinoamérica de la consultoría Capital Economics, en un reporte.

     Así, el desempeño positivo que ha venido mostrando la economía nacional a lo largo del primer trimestre y que, de alguna manera, las cifras del avance del PIB en el periodo enero-marzo confirman, están ya ocasionando que los economistas comiencen a revertir su pesimismo y a modificar, ahora al alza, sus pronósticos sobre el futuro desempeño de la economía mexicana.

     “A pesar de los riesgos persistentes en el TLCAN, estamos revisando nuestro pronóstico del PIB para 2017 de 1.8 a 2.2%”, agregó Collins de Capital Economics en su reporte.

      La consultora, con sede en Londres, se une así a otras que han también ya dado un giro importante en sus vaticinios sobre el crecimiento de México para este año.     

     Los economistas de Banorte Ixe, una de las instituciones financieras con el pronóstico más bajo para el crecimiento del PIB de este año --sólo detrás del cero del banco francés BNP-Paribas y del 0.6% de los analistas de Vector Casa de Bolsa, de acuerdo a la última encuesta quincenal realizada por el banco Citibanamex-- ya hizo un ajuste al alza de su pronóstico para ubicarlo en 1.6%, comparado con el anterior de 1.1%.

     El cambio de Banorte Ixe se suma a los que anunciaron esta semana los analistas de Finamex Casa de Bolsa, que elevaron su estimación de 1.5 a 2%, y a los de Citibanamex que ajustaron de 1.2 a 1.7%.

       El avance del crecimiento en el primer trimestre se debió, en mayor medida, al incremento de 1% trimestral desestacionalizado de las actividades terciarias, o de servicios, con él que sumaron 13 trimestres de crecimientos consecutivos y que confirmó a esas actividades como las más dinámicas de la economía gracias a la fortaleza del consumo interno.

     Para algunos analistas, sin embargo, el resultado debe interpretarse de manera cautelosa pues la fortaleza del sector servicios puede deberse a un efecto calendario y en el futuro podría perder vigor ante las mayores alzas de precios, o inflación, que ha registrado México al inicio de este año. 

     “El sector servicios continuó creciendo, no obstante los salarios reales negativos, la menor tasa de crecimiento en los salarios en las negociaciones salariales”, escribió Mariana Ramírez, analistas económica con Casa de Bolsa Ve por Más en un reporte. Sin embargo “es de señalar que en Semana Santa existe una derrama económica importante derivado del periodo de receso de labores. Seguimos esperando una moderación del consumo interno por la creciente inflación”.

     Por su parte, las actividades primarias o agropecuarias avanzaron 0.7% durante este primer trimestre, su cuarto avance de los últimos cinco trimestres, de acuerdo a cifras ajustadas por temporalidad.

      Las actividades industriales, o secundarias, se mantuvieron sin variación pero no registran una contracción desde el segundo trimestre de 2016 cuando bajaron 1.4% --un síntoma alentador.     

     En términos anuales, la economía mexicana reportó un crecimiento de 2.7% anual en el primer trimestre del año, en este caso en cifras sin ajuste estacional, sumando 29 avances trimestrales seguidos. El resultado también superó los pronósticos de los analistas, que preveían un incremento de 2.3% durante el primer trimestre.

    En cifras desestacionalizadas, el crecimiento anual de la economía fue de 2.5%, por encima del consenso de analistas encuestados que esperaban un incremento de 2.3%.

     “La economía mexicana se encuentra considerablemente más sana de lo que se pensaba. Las finanzas públicas ya se ajustaron a un déficit primario positivo y cuenta con reservas internacionales estables”, escribieron los analistas económicos del área de Global Research Markets del banco BBVA Bancomer, la filial mexicana de BBVA. “Aunque pueden existir retos hacia adelante en la relación comercial con Estados Unidos, nuestro enfoque es que su crecimiento será mayor a 1.5%, aunque menor que el 2017, pero con un pronóstico mucho mejor considerando el pesimismo a inicios de año”.        

     La mayor amenaza para el crecimiento, entonces, es la desaceleración de la demanda interna aunque, esta podría balancearse con un aumento en la demanda foránea de bienes mexicanos, lo que estimulará la producción industrial.

     “Esperamos que [la actividad económica] se desacelere en los siguientes trimestres, de manera gradual, ya que una mejoría en la demanda externa asociada a la recuperación el crecimiento económico en los Estados Unidos contrarrestaría un menor dinamismo de la demanda local”, escribió Eduardo González, analista de Citibamex, la filial mexicana de Citigroup, en un reporte.

     En términos anuales ajustados por temporalidad, las actividades primarias subieron 6.5%, las terciarias 3.8% y la secundarias registraron una contracción de 1.3%.

 



Fecha de publicación: 28/04/2017

Etiquetas: México economía PIB crecimiento