27 de abr. (Sentido Común) -- Moody’s Investor Services, una de las tres calificadoras más grandes del mundo, dio un buen respaldo a la evolución que mantienen las finanzas del gobierno mexicano al confirmar la calificación crediticia internacional del país en ‘A3’, o el séptimo escalón en su categoría de grado de inversión global.

     La decisión de la calificadora, sin embargo, no incluyó una reversión de la degradación de la perspectiva de México que tomó la agencia calificadora a finales de marzo del año pasado y por lo cual el panorama de las finanzas públicas sigue siendo para Moody’s ‘negativo’.

     Cuando las agencias colocan una calificación en perspectiva desfavorable, eso implica una posible degradación en la nota crediticia el futuro cercano.

     Claro que con la reafirmación de la calificación crediticia que da Moody’s a México, la posible degradación del país se aplaza en el tiempo, lo que puede dar tiempo al gobierno a continuar mejorando sus finanzas para evitar su degradación.

     “El factor clave detrás de la decisión de afirmar la calificación de México es una disminución notoria en el riesgo de que se materialicen pasivos contingentes que provienen de” la empresa petrolera estatal, Petróleos Mexicanos, escribieron Jaime Reusche, vicepresidente ejecutivo de crédito senior, y Atsi Sheth, gerenta director de riesgo soberano, en un reporte. “Adicionalmente, las autoridades han logrado avances estructurales en su programa de consolidación fiscal a pesar de un débil desempeño económico”.

     Así, aunque la decisión de Moody’s probablemente no satisfaga a las autoridades financieras de México, que quieren evitar la degradación crediticia, la decisión de la agencia y sus palabras favorables hacia los esfuerzos que realiza la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para reducir los niveles de endeudamiento del gobierno como porcentaje del PIB, serán más que bienvenidas por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y por los mercados financieros –que en días recientes han medido mostrando cierta fortaleza que deja entrever que ya no es tan claro como antes la posible degradación de la nota crediticia del país.

     Las otras dos grandes agencias calificadoras, Standard & Poor’s y Fitch Ratings, también degradaron la perspectiva crediticia de México el año pasado a ‘negativa’. En ambos casos, sin embargo, la calificación que otorgan a México es un escaño menor en su escala de grado de inversión global al de Moody’s.

     Moody’s agregó en su reporte que espera que las autoridades financieras mexicanas logren estabilizar el crecimiento de la deuda como proporción del producto interno bruto (PIB) con los ajustes que están realizando al gasto público.

     De cierta manera, la Secretaría de Hacienda está hoy más cerca de lograr ese objetivo por el sobrante, o remanente, de recursos que recibirá en unos días por parte de Banco de México y que sumó 321 mil 653.3 millones de pesos, o 34% más de los fondos que obtuvo por el mismo concepto el año pasado.

     Además, Hacienda deberá dedicar, como marca la ley, al menos 70% de esos fondos para reducir el nivel de endeudamiento del gubernamental

     Si a eso se suma el que la economía mexicana está creciendo a un mayor ritmo al que anticipaban la mayoría de los economistas públicos y privados, es entonces altamente probable que los ingresos presupuestales del gobierno crezcan y con ellos que México pueda reducir el peso de la deuda gubernamental como porcentaje del PIB, incluso en un nivel mayor al estimado por el gobierno de 50.2% hoy a 48.5% al final del año.

     “Moody's considera que la consolidación fiscal, si bien gradual, continuará durante 2017 logrando estabilizar el indicador deuda-a-PIB en 2018”, agregaron los analistas de la calificadora, en un comunicado. “Por lo menos el 70% de la próxima transferencia extraordinaria de utilidades de 2016 del Banco de México al gobierno federal, equivalente a 1.5% del PIB, se utilizarán para reducir la deuda en 2017”.

     Un elemento que juega en contra de México y que podría llevar a Moody’s y a otras agencias calificadoras a degradar al país es el rol que tomará el nuevo gobierno estadounidense, encabezado por Donald J. Trump, en torno al Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

     Si bien los riesgos de que Trump cancele el TLCAN, como también se conoce a ese pacto comercial, han caído en los últimos meses por el respaldo que el acuerdo ha recibido en Estados Unidos de un importante número de legisladores, gobernadores y grupos empresariales, existe todavía la posibilidad de que eso ocurra.

     Si eso se materializara, la economía podría frenar su buen desempeño actual y con ello reducir los ingresos gubernamentales, elevando con ello el porcentaje de las necesidades financieras, o endeudamiento, del gobierno de México.

     De ahí que frente a estos riesgos, Moody’s optara por mantener la perspectiva de México que recorto de ‘estable’ a ‘negativa’ a finales de marzo del año pasado.

     “En opinión de Moody's, la renegociación del TLCAN es altamente probable y generará solamente cambios moderados al tratado”, escribieron lo ejecutivos de la agencia calificadora. “No obstante, no se puede descartar que Estados Unidos adopte medidas más amplias que distorsionen el comercio bilateral y tengan implicaciones negativas sobre el desempeño económico y fiscal” de México.

     En cuanto a Pemex, Moody’s también mantuvo la calificación de la petrolera en ‘Baa3’ al considerar que ha logrado mejorar su delicada situación financiera por lo y, aunque aún tiene camino por recorrer, ha podido estabilizar sus finanzas, en un entorno además de bajos precios del crudo.

     Para Moody’s, Pemex podría ya no requerir inyecciones adicionales de capital como ocurrió en 2016, en parte por el programa de reducción de costos y la reciente estabilidad de los precios del petróleo.

     La perspectiva de Pemex, cuya calificación está en el último de los 10 escaños de la categoría de grado de inversión global de la calificadora, continuará igualmente en nivel ‘negativo’.

     “Moody's considera que Pemex no requerirá apoyo financiero del gobierno en 2017 y 2018”, escribió la calificadora. Esto “contrasta con la situación que enfrentó a principios de 2016 cuando Moody's consideró que la compañía petrolera paraestatal requeriría apoyo del gobierno para cubrir sus necesidades de financiamiento a lo largo de 2016-19”.

 



Fecha de publicación: 27/04/2017

Etiquetas: Moody´s calificadora economía México calificación