26 de abr. (Dow Jones) -- ¿La ola populista de Europa alcanzó ya su punto máximo?

Los sondeos de opinión franceses y alemanes, los mejores datos económicos, y las elecciones holandesas del mes pasado están animando a algunos observadores a predecir que la corriente política europea evitará la revuelta nacionalista contra el sistema.

Algunos europeos incluso sugieren que el continente con mentalidad de estabilidad es menos susceptible que los países anglófonos ante los trastornos populistas como la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos o el voto de Reino Unido para abandonar la Unión Europea.

La victoria de Marine Le Pen, la candidata de extrema derecha del Frente Nacional en las impredecibles elecciones presidenciales de Francia, refutaría tales nociones al instante. Sin embargo, incluso si ella pierde y el apoyo para los partidos nacionalistas europeos se estanca en 2017, el desafío para el viejo orden político de la región probablemente haya llegado para quedarse y se podría fortalecer en los próximos años.

Las encuestas de opinión sugieren que Le Pen sería superada por el candidato centrista Emmanuel Macron por 20 puntos porcentuales o más en la segunda ronda de las elecciones francesas del 7 de mayo. Por lo que a menos que haya un gran cambio de parecer entre los votantes franceses el próximo mes, parece que el 2017 no será “el año en que los pueblos del continente europeo se despierten”, como predijo Le Pen en enero en una reunión de los principales partidos nacionalistas europeos.

El nacionalista holandés Geert Wilders, que se encontraba en esa reunión, tuvo un desempeño peor de lo que las encuestas de opinión habían pronosticado en las elecciones parlamentarias de su país el 15 de marzo pasado, terminando en un lejano segundo detrás de titular de centro-derecha.

Mientras tanto, en Alemania, que celebrará elecciones federales en septiembre, la alternativa antiinmigrante para Alemania está perdiendo terreno en los sondeos de opinión a medida que se calienta la contienda entre los dos partidos tradicionalmente dominantes del país, los demócrata-cristianos y los socialdemócratas.

A esto inclúyale los recientes reveses para el Partido Libertad de Austria y el Partido Finlandés, y los datos sugieren tentativamente que el populismo podría estar vacilando en Europa, argumentó recientemente el analista Peter Kellner en un mensaje enviado al centro de estudios Carnegie Europe.

Economistas de Nomura en Londres dijeron en febrero que su modelo matemático, basado en datos económicos y de otro tipo, “sugiere que el índice de aprobación promedio de los partidos populistas, que alcanzó un récord reciente de alrededor de 31% en noviembre pasado, disminuirá a cerca de 25% en septiembre”.

Mientras que los largos problemas económicos de Europa y la crisis de refugiados impulsaron el apoyo para los partidos que se oponen a la inmigración y a la Unión Europea, la mayoría de los científicos políticos sostienen que factores a más largo plazo son los responsables del aumento constante de los partidos que están en contra del sistema, una tendencia que data de hace unos 20 o 30 años.

Los votantes europeos están cada vez menos apegados a los partidos de centro-derecha y de centro-izquierda que estaban arraigados, en gran parte del continente, a las iglesias cristianas y al trabajo organizado. Esos partidos se han vuelto cada vez más similares en sus políticas. Las contiendas electorales enfocadas en los votantes centristas han ignorado a menudo a las personas que no se sienten cómodas con el consenso del sistema que apoya la inmigración y la integración europea.

"Todo lo que se necesitaba eran empresarios políticos inteligentes para que participaran y explotaran eso”, dijo Sara Hobolt, profesora de política europea en London School of Economics. “No vamos a ver que el centro-izquierda y el centro-derecha recuperen 80% de los votos y dominen la política a la vieja usanza. Las nuevas divisiones sobre la identidad cultural y la globalización están aquí para quedarse”.

Los métodos de los partidos del sistema para contrarrestar a los rivales populistas también podrían legitimar las posiciones de estos últimos con el paso del tiempo, incluso si esto los mantiene a raya en 2017. El primer ministro holandés Mark Rutte ganó su candidatura a la reelección de marzo tras adoptar una versión más suave de la retórica de Wilder contra los inmigrantes musulmanes.

Además, la complicada coalición de partidos moderados que Rutte ahora está formando podría mejorar la posición de Wilders como la única alternativa ante los titulares. Austria representa una advertencia para los otros partidos de la corriente principal en Europa: después de años de coaliciones entre los de centro-izquierda y los de centro-derecha, el Partido Libertad de extrema derecha ahora es más popular que nunca.

Si Macron gana la presidencia de Francia, enfrentará enormes desafíos para reformar un país que sufre de un desempleo obstinado y una sensación de malestar nacional de larga data, dificultades que derrotaron a los dos últimos presidentes franceses, condenando a Nicolas Sarkozy y François Hollande a fungir durante periodos sencillos. Otra decepción podría impulsar aún más al Frente Nacional.

“En Francia y los Países Bajos, la gran cuestión podría ser las próximas elecciones, no las de este año”, dijo Anand Menon, profesor de política europea en King's College de Londres. “El populismo es un fenómeno que se cuece lentamente. Aún estamos lejos de ver el final”.

Los insurgentes proseguirán sus esfuerzos el próximo año. En las elecciones italianas previstas para la primavera de 2018, el movimiento populista de Cinco Estrellas podría quedar en primer lugar y liderar un gobierno minoritario, de acuerdo con las encuestas. Entonces, su promesa de celebrar un referéndum sobre el euro podría poner a prueba la situación actual de Europa.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

                                                                                    

Copyright © 2017 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved

 


Fecha de publicación: 26/04/2017

Etiquetas: Europa Populismo Elecciones