23 de abr. (Sentido Común) -- Emmanuel Macron, un político independiente y a favor de una mayor integración de los países que conforman la Unión Europea, y Marine Le Pen, la líder opositora a la permanencia de Francia en esa Unión, encabezaron los resultados de la primera vuelta electoral francesa.

     Esto los pondrá tête á tête en la siguiente ronda, en la que los electores franceses definirán entre ellos dos al próximo presidente de la segunda economía más importante del viejo continente.

     La siguiente jornada electoral, que se llevará a cabo el 7 de mayo, será de alguna manera una especie de referéndum sobre el futuro de Francia en la Unión Europea.

Mientras que Le Pen, quien dirige el partido Frente Nacional, está en contra del camino que ha seguido Francia en cuanto a su integración con el resto de los países que conforman la Unión Europea y culpa a la globalización económica de los problemas que enfrenta el país; Macron desea, por su parte, fortalecer esos lazos y piensa que es necesario reformar algunas de las reglas que hoy asfixian el desempeño económico francés, como son sus estrictas leyes laborales.

El hecho que Macron ganara la primera ronda con cerca de 24% de los votos, mientras que Le Pen tuvo 21% dio confianza a muchos de que el ganador de la segunda vuelta será el exbanquero de inversión y exsecretario de Economía, quien muy probablemente recibirá el apoyo de quienes temen las políticas radicales de Le Pen y su propuesta de abandonar al Euro y a la Unión Europea.

Así, los mercados financieros muy probablemente reaccionen favorablemente mañana ante la esperanza de una nueva victoria de Macron en un par de semanas, lo que muy probablemente le permitirá a Francia conservar sus vínculos con el resto de los países europeos y refrendar su posición multilateral.

Si eso ocurre, su victoria dará marcha atrás al resurgimiento reciente de los políticos o posturas nacionalistas, como ocurrió con el voto a favor de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea a mediados del año pasado, un fenómeno mejor conocido como Brexit, o con la elección del candidato republicano, Donald J. Trump, a la presidencia estadounidense en noviembre.

Para muchos la victoria de Le Pen reforzaría esas tendencias nacionalistas, proteccionistas y aislacionistas, que, de hecho, conformaron la base de su plataforma electoral.

De cualquier manera, las victorias electorales tanto de Macron como de Le Pen representan una fuerte sacudida al sistema político francés, ya que ambos son considerados como candidatos externos al status quo francés.

 Los dos candidatos de los partidos que hasta ahora mejor representaban al sistema democrático francés, Francois Fillion, del partido conservador, y Banoit Hammon, del partido socialista y en el poder, perdieron la elección.

Si bien Le Pen, de 48 años de edad, heredó el Frente Nacional de su padre y encabeza un movimiento político con una creciente presencia a lo largo de las últimas dos décadas, ella se sigue presentando como una política fuera del sistema.

Macron, por su parte, creo en los últimos años su propia plataforma electoral, en la que además combina una serie de políticas de libre mercado y socialistas, lo que muy probablemente resultó atractivo para el electorado francés, además de que es un político joven con 39 años de edad.

Macron además fue ministro de economía entre 2014 y 2016, en el gobierno del actual presidente Francois Holland, lo que también le permite hablar de su experiencia como gobernante. 

 Las posibilidades de que Macron gane la segunda ronda aumentaron luego de que tanto Fillon como Hammon le ofrecieron su apoyo para la segunda ronda. De acuerdo a una encuesta publicada por la firma Ipso Sopra Steria, Macron recibirá 62% de los votos en la segunda vuelta y Le Pen 38%.


 


Fecha de publicación: 21/04/2017

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