12 de abr. (Sentido Común) -- Banco de México reconoció que no necesariamente corresponderá las acciones de política monetaria que lleven a cabo las autoridades de Estados Unidos, aunque por ahora cuenta con poca flexibilidad para ejecutar esa estrategia ante la expectativa de que la inflación siga acelerándose en el corto plazo.

     El Instituto Central dijo en la minuta de la última decisión de política monetaria que aún ve un diferencial muy elevado con respecto a las tasas de interés en Estados Unidos, de ahí que optó por subir su tasa de referencia en un cuarto de punto porcentual pocos días después que la Reserva Federal anunció un movimiento similar de política monetaria.

     “Uno de ellos [de los miembros de la Junta de Banco de México] destacó que el diferencial de tasas de interés de corto plazo es el mayor desde 2009, y agregó que los diferenciales de las tasas de interés de mayor plazo son marcadamente inferiores a los de corto plazo”, dijo Banxico en la última minuta.

     La Fed ha subido en tres ocasiones su tasa de referencia desde que inició el ciclo alcista en diciembre de 2015 y ahora la ubica en un rango entre 0.5 y 0.75%.

     Cada incremento ha sido de 0.25 puntos porcentuales desde que las tasas de interés estuvieron en mínimos históricos como parte de la estrategia de las autoridades monetarias estadounidenses para contrarrestar la crisis financiera de 2008.

     Por su parte, Banxico ha sido más agresivo con respecto a la política monetaria en México y ha subido las tasas de interés en 3.5 puntos porcentuales desde que inició el ciclo alcista en el último mes de 2015 para hacer frente a las presiones inflacionarias que han recibido los precios en México recientemente.

     Sin embargo, en su última decisión de política monetaria, el banco central mexicano optó por reducir el ritmo que había mostrado durante 2016 y decidió, por unanimidad, subir su tasa base en un cuarto de punto para mantener el diferencial de tasas con Estados Unidos.

     Ahora, que las presiones inflacionarias han disminuido, Banxico podría continuar moviendo las tasas de interés en los próximos meses solo para no distanciarse de los movimientos de la Fed, aunque podría dejar de seguir al banco central estadounidense en el largo plazo.

     Otro miembro de la Junta “no considera que pueda haber mucha flexibilidad para desviarse de las acciones de política monetaria de la Reserva Federal, por lo que el Banco de México debería procurar al menos mantener el diferencial actual de la tasa de corto plazo que se tiene con ese país”, agregó Banxico en la minuta.

     Por ahora, Banxico ve elementos favorables que podrían apoyar el desempeño de la inflación y espera que las menores presiones mantengan ancladas las expectativas de inflación para el próximo año.

     La reciente apreciación del tipo de cambio con la que el peso acumula este año una ganancia cercana a 10% contra el dólar --en parte por la moderación del tono por parte del gobierno estadounidense frente a las relaciones comerciales con México-- podría ayudar a que la inflación no muestre un mayor repunte y pueda regresar en 2018 a la banda objetivo de Banxico entre 2 y 4% interanual.

     No obstante, para el Instituto Central, la economía mexicana aún enfrenta una alta incertidumbre, en particular por el rumbo que puedan tomar las nuevas negociaciones sobre el tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, y también por la desaceleración del consumo interno, que ha sido el principal motor de la economía nacional en los últimos años.

     Esos riesgos podrían sugerir que el crecimiento económico mexicano de largo plazo podría disminuir, aunque esa contracción podría ser menor a la que algunos esperan.

     Los miembros de la junta “agregaron también la consideración de una posible caída del PIB potencial en México”, aunque menor a la esperada, agregó Banxico en la minuta. “El crecimiento esperado para 2017 y 2018 es similar al promedio del crecimiento observado entre 2001 y 2015, cuando el crecimiento potencial de la economía era posiblemente mayor al que tenemos ahora”.

     Así, algunos analistas esperan que Banco de México no continúe con alzas de medio punto porcentual, como lo hizo a lo largo de 2016, y por el contrario suba su tasa de referencia junto con los movimientos de la Fed durante este año, mientras que para 2018 podría separarse de los movimientos del banco estadounidense.

     La Reserva Federal dijo que espera dos incrementos adicionales de 25 puntos base que, de concretarse, impulsarían a Banxico a elevar la tasa de referencia medio punto porcentual para que cierre este año en 7%.

     “Minutas Banxico –manteniendo un tono dovish y siguiendo al Fed”, escribió el equipo de análisis del banco Banorte-Ixe, en un reporte. “Esperamos dos incrementos de 25 puntos base en línea con las acciones del Fed, ocurriendo el primero en septiembre y el segundo en diciembre”.

 

 


Fecha de publicación: 12/04/2017

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