24 de feb. (Sentido Común) -- La economía mexicana terminó 2016 con un menor déficit en su cuenta corriente al reportado un año atrás, un síntoma de que la fuerte depreciación que sufrió la moneda mexicana frente al dólar el año pasado permitió corregir algunos de los desequilibrios externos del país.

     El faltante en las cuentas que registran las entradas y salidas de capital de la economía por intercambios comerciales o financieros, fue de 27 mil 858 millones de dólares el año pasado, o 16.4% inferior al de 2015 cuando ese déficit sumó 33 mil 347 millones de dólares, dijo Banco de México en su reporte trimestral sobre la cuenta corriente.

     Como porcentaje del producto interno bruto, el déficit también cayó de 2.9% en 2015 a 2.7% el año pasado, un descenso que da cierto alivio frente a las alzas casi ininterrumpidas que mostró el déficit de la cuenta corriente en el periodo 2010-2015, al grado que el del año pasado alcanzó el nivel más alto en su historia en términos absolutos y su mayor nivel como porcentaje del producto interno bruto en casi dos décadas.

     Para muchos economistas, los desequilibrios en la cuenta corriente son, por lo general, síntomas de problemas al interior de una economía, sobre todo cuando crecen, ya que pueden derivar en súbitos movimientos del tipo de cambio, que a su vez pueden generar inflación y desatar mayores desbalances económicos.

     Al parecer, en el caso de México, el deterioro que venía registrando la cuenta corriente pudo revertirse ya el año pasado de manera ordenada y sin shocks abruptos para la economía, la cual incluso logró crecer a un ritmo de 2.1%, o el séptimo avance anual consecutivo, aunque el segundo menor en ese lapso.

     Si bien la moneda mexicana se depreció más de 17% el año pasado, tras una caída de 14.3% en 2015, esto no ha generado una alza de precios sin control en México. Si bien, la inflación se ha acelerado y está en un nivel no visto en cuatro años de 4.7%, está lejos de estar fuera de control.

El faltante de la cuenta corriente de 2016 lo explica principalmente el déficit de 13 mil 082 millones de dólares que registró el año pasado la balanza comercial del país; al que habría que sumarle un déficit de siete mil 828 millones de dólares proveniente de la balanza de servicios.

Finalmente, México también transfirió al exterior 33 mil 598 millones de dólares el año pasado por pago de intereses o por envío de utilidades a casas matrices de empresas extranjeras que operan en el país, entre otras salidas; mientras que también recibió 26 mil 650 millones de dólares de envíos netos que realizaron trabajadores mexicanos residentes en el extranjero a sus familiares en el país.

Sin embargo, todos esos rubros, con excepción de las también llamadas remesas, registraron caídas en los déficits que registraron el año pasado comparados con los de 2015.

Por ejemplo, el déficit de la balanza comercial cayó 9.9% en 2016 contra 2015, mientras que el de la balanza de servicios se contrajo 14.6%. Por su parte la balanza de rentas fue 1% inferior el año pasado contra la de 2015.

Las transferencias por su parte crecieron 9.7% el año pasado contra un año atrás.

Por su parte, en el último trimestre del año, el déficit de cuenta corriente fue de tres mil 363 millones de dólares, o 55.3% inferior al del último trimestre de 2015 cuando sumó siete mil 516 millones de dólares.

Esta corrección se puede atribuir a la caída que registró el déficit en la balanza comercial en el último trimestre del año pasado de 82.6%. En 2016, el déficit de esa balanza fue de 658 millones de dólares en el último trimestre, comparado con un faltante de tres mil 772 millones de dólares en el mismo lapso de 2015.

La fuerte caída del déficit de la balanza comercial en los últimos tres meses del año pasado es probable que la explique la súbita devaluación del peso que produjo la victoria electoral del candidato republicano, Donald J. Trump, en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

El peso se depreció cerca de 12% tras conocerse los resultados electorales del 8 de noviembre debido a las posturas proteccionistas, anti-inmigrantes y aislacionistas que sostuvo Trump a lo largo de su campaña electoral y que ha reiterado ya como presidente en funciones.

El movimiento de la moneda mexicana, sin embargo, provocó un mayor freno a las importaciones y también ayudó a impulsar las exportaciones mexicanas al abaratarse éstas en dólares, algo que a su vez permitió la fuerte contracción que registró el déficit de cuenta corriente en el último trimestre de 2016.

El descenso de ese déficit muy probablemente reducirá los temores de algunos economistas e inversionistas de que ese faltante pudiese debilitar aún más el tipo de cambio en el futuro.

Para 2017, la evolución de la cuenta corriente dependerá en gran medida de las políticas que implemente Trump en relación con México. El presidente estadounidense ha dicho en repetidas ocasiones que buscará renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, ya que desde su perspectiva, México goza de ventajas injustificadas en ese acuerdo.

Trump ha sido hasta ahora incapaz de demostrar en donde radican esas ventajas favorables para México, pero como esa es su percepción, que sustenta en el déficit comercial que su país tiene con México, ha dicho que buscará renegociar ese acuerdo comercial a fin de que Estados Unidos obtenga algunas ventajas de su socio comercial.

Los dos países se han mostrado abiertos, hasta ahora, en lograr una renegociación que modernice el acuerdo comercial, pero no es claro si al final del día éste prevalecerá o si, por exigencias desmedidas de la administración Trump, no se alcance esa renegociación y Estados Unidos opte por salir del pacto comercial.

Otro elemento que también podría alterar los resultados de la cuenta corriente este año, podría ser la posibilidad de que Trump busque gravar las remesas que envían los trabajadores mexicanos al país, como ya ha sugerido que podría hacer para financiar la construcción de un muro en la frontera con México.

Si así sucediera, el déficit de la cuenta corriente podría aumentar al no contar México con ese importante suministro de divisas, que compensa las salidas por pagos de intereses o renvíos de utilidades.

Claro que al mismo tiempo, la debilidad actual del peso podría mejorar la balanza comercial del país al encarecer las importaciones y abaratar las exportaciones mexicanas, como se vio que ocurrió en los últimos meses de 2016.

Igualmente, la devaluación podrá hacer que México se vuelva un lugar más interesante para producir o para visitar, lo que podría generar una mayor llegada de recursos del extranjero.

Claro que al mismo tiempo, las posturas proteccionistas de Trump podrían reducir los intercambios comerciales y monetarios entre México y Estados Unidos, eliminando con ello el efecto favorable que da al país la debilidad del peso frente al dólar.

 



Fecha de publicación: 24/02/2017

Etiquetas: México cuenta corriente economía balanza comercial