9 de feb. (Dow Jones) -- Los compradores extranjeros, como el Estado chino, están adquiriendo una menor parte de la deuda emitida por Estados Unidos y otras grandes economías, un cambio que puede poner a prueba la creencia de larga data de que el dinero extranjero ha mantenido bajas las tasas de interés del mundo desarrollado.

Mientras que menos dinero extranjero puede llevar a tasas más altas en estos países a corto plazo, muchos economistas ahora dicen que a largo plazo no hará mucha diferencia. Eso se debe a que cuando los bancos centrales fijan sus tasas de interés, esto es lo que más influye para determinar cuánto pagan las grandes economías desarrolladas por emitir deuda, dijeron.

Por primera vez desde 2009, menos de 30% del mercado de deuda del gobierno de Estados Unidos, valuado en 20 billones de dólares, estaba en poder de extranjeros, de acuerdo con datos oficiales de noviembre. En Reino Unido, ahora es de 27%, en comparación con un récord de 31% en 2013. En Alemania, es de 49%, por debajo del máximo nivel de 57% en 2014.

Algunos analistas han argumentado que la compra de bonos por parte de grandes inversionistas como fondos de pensiones, bancos centrales y fondos soberanos afectó los costos del endeudamiento de las naciones extranjeras.

Las compras chinas de bonos del Tesoro, por ejemplo, se han citado como un factor que influyó en la crisis financiera. Se cree que han empujado los rendimientos tan bajo que los prestatarios asumieron una deuda excesiva, mientras conducen a los inversionistas a hacer inversiones arriesgadas como los préstamos respaldados por hipotecas de alto riesgo con el fin de obtener mayores ganancias.

“Se crea un entorno donde los rendimientos son manipulados por los inversionistas cautivos”, dijo Paul Donovan, economista en jefe de UBS Wealth Management. “Actualmente hay un cambio de curso en esto y eso es más significativo para Estados Unidos”.

Entre 2000 y 2014, las autoridades chinas construyeron una reserva de divisas de cuatro billones de dólares, principalmente a través de la compra de bonos del Tesoro para mantener el yuan débil y ayudarles a sus exportadores. Ahora que China intenta impulsar la cotización de su divisa, esas tenencias de bonos del Tesoro cayeron a cerca de 200 mil millones de dólares entre mayo y noviembre.

Hay otros factores que han influido en la caída de la participación en los bonos soberanos de los países desarrollados en las carteras extranjeras. La rentabilidad de estos bonos han sido tan bajas que incluso estos inversionistas de riesgo extranjeros están buscando mercados en vías de desarrollo para obtener un rendimiento extra.

En promedio, entre un cuarto y un tercio de los bonos soberanos denominados en moneda local de las principales economías en desarrollo son ahora propiedad de extranjeros, de acuerdo con datos de Amundi, el mayor administrador de activos de Europa. Hace diez años era de menos de un quinto.

Después de caer a mínimos récord en julio, los rendimientos de los bonos del Tesoro, los bonos alemanes y los bonos ingleses han aumentado considerablemente en los últimos meses. Los precios de los bonos se mueven de manera opuesta a sus rendimientos.

Muchos analistas creen que la caída registrada en la demanda de los compradores extranjeros está ayudando a llevar esos rendimientos más arriba. Sin embargo, otros se cuestionan si acaso esos altibajos realmente importan a largo plazo.

Para los funcionarios que venden la deuda de su país, la demanda extranjero, aunque inconstante, puede ser valiosa, al nivel correcto.

“Realmente no se desea que el porcentaje que ellos poseen sea demasiado volátil; es decir, demasiado grande o demasiado pequeño”, dijo Daniel Loughney, gestor de fondos de Alliance Bernstein.

No obstante, a largo plazo, las grandes carteras extranjeras como la de China pueden importar menos.

Robert Stheeman, director ejecutivo de Debt Management Office (Oficina de Administración de Deuda) de Reino Unido, dijo que menos compradores extranjeros efectivamente sería una preocupación en cuanto a la liquidez y volatilidad a corto plazo. Pero en última instancia, Gran Bretaña es el emisor de su propia moneda, por lo que los bonos ingleses volverían a verse ampliamente guiados por las tasas de interés que fije el Banco de Inglaterra (BOE, por sus siglas en inglés).

Los bancos centrales fueron creados en el siglo XVII para financiar gobiernos. Aunque la mayoría son ahora independientes, estos todavía implementan la política monetaria a través de los mercados de deuda pública, y los inversionistas dicen que cualquier dislocación en los precios de los bonos podría estimular una mayor intervención.

Ya lo han hecho. Cuando comenzó la crisis financiera en 2008, la Reserva Federal y el BOE intervinieron para calmar los mercados de deuda privada. Más tarde compraron grandes cantidades de bonos soberanos para reducir sus rendimientos.

En Japón, el banco central ahora fija directamente los costos de la deuda del gobierno a 10 años en 0%. Ahí, los extranjeros sólo poseen 9.2% del mercado de deuda pública. Sin embargo, los rendimientos de los bonos se han mantenido en niveles récord durante décadas, a pesar de la carga de la deuda pública que representa 229% de su economía y de lo cual han advertido las calificadoras desde hace mucho tiempo.

En la crisis de la deuda de la zona del euro de 2010, la intervención del Banco Central Europeo logró estabilizar los mercados de deuda pública. Sin embargo, debido a que los países de la eurozona no tienen un control total sobre su moneda, los rendimientos aumentan cada vez que los inversionistas se ponen nerviosos sobre la capacidad de algunos países para sufragar sus deudas --a excepción de Alemania, que los inversionistas consideran que es la economía que controla al euro.

Las naciones de los mercados emergentes suelen depender de los préstamos en dólares y en euros del extranjero, por lo que a menudo no pueden imprimir dinero para comprar sus bonos soberanos. Incluso cuando los bonos estén denominados en moneda local, los mercados en desarrollo tienen mercados financieros más someros, por lo que sus rendimientos son más volátiles y más sensibles a las idas y venidas de los grandes inversionistas extranjeros.

Pero en el mercado de los bonos del Tesoro, aun cuando los grandes inversionistas extranjeros de repente vendan una gran cantidad de bonos, los residentes locales y otros inversionistas extranjeros los comprarán.

Frédéric Lamotte, director de inversiones de Indosuez Wealth Management, es pesimista con respecto a Estados Unidos. Quien dijo que cree que la retórica que va en contra del libre comercio del presidente Donald Trump podría acabar mellando el dominio que ejerce en la economía mundial.

Sin embargo, si los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años empiezan a aumentar realmente, él planea comenzar a comprar.

“Después de 2.75%, son una compra”, dijo.

Estos bonos se negociaban en 2.358% el jueves.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo               

Copyright © 2017 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved

 


Fecha de publicación: 09/02/2017

Etiquetas: EUA Bono Tesoro China Compras Bunds