20 ene. (Sentido Común) -- Donald J. Trump, el empresario de bienes raíces convertido en político de 70 años, tomó protesta como el presidente número 45 de Estados Unidos, la mayor economía del planeta, luego de ocho años de gestión de Barack Obama.

     En su primer mensaje a la nación, el político de afiliación republicana prometió que su misión será poner los intereses de los trabajadores estadounidenses por encima de los de cualquier nación y crear millones de empleos en su país.

    “Desde ahora en adelante va a ser primero Estados Unidos y después Estados Unidos”, dijo Trump, en un discurso de 16 minutos dirigido a los ciudadanos tras jurar el cargo. “Toda decisión sobre comercio, sobre migración y sobre relaciones exteriores se tomará para beneficio de los estadounidenses, de los trabajadores estadounidenses”.

     Si bien el mensaje de Trump no es nuevo, a partir de ahora podrá verse si su administración convertirá en políticas algunas de sus polémicas propuestas de campaña que incluso son calificadas como proteccionistas y riesgosas contra la propia economía de su país.

     “Estados Unidos empezará a ganar otra vez, como nunca antes”, dijo el empresario nacido en Nueva York que derrotó a la demócrata Hillary Clinton en noviembre del año pasado. “Recuperaremos nuestros empleos, nuestras fronteras, nuestra riqueza y nuestros sueños”.

     Trump también reiteró que su mayor esfuerzo estará en promover un mayor consumo de productos hechos en Estados Unidos, así como en invertir en carreteras, túneles e infraestructura en general, además de la reducción de la asistencia social y de sus beneficiarios con la creación de más empleos.

     Desde que fue candidato, el republicano prometió que conseguiría crear 25 millones de empleos y haría cambios, sobre todo fiscales, para lograr que la economía estadounidense crezca a un ritmo sostenido de 4% anual.

     “Seguiremos dos reglas simples: compra estadounidense, contrata a estadounidenses”, dijo Trump frente al monumento del presidente Washington, en Capitol Hill, en la capital de Estados Unidos.

     Sobre el contexto internacional, el futuro líder de la mayor economía del mundo y principal socio comercial de México dijo que no buscará imponer su modo de vivir a las demás naciones sino “convertirse en un ejemplo que resplandezca en el mundo”.

      También destacó que protegerá a Estados Unidos de las acciones perjudiciales que llevan a cabo otros países y que dañan a los trabajadores de su país. “Buscaremos la buena voluntad de otras naciones del mundo, siempre que entiendan que es nuestro derecho poner nuestro interés nacional primero”.

     En buena medida, el nuevo presidente de Estados Unidos parece estar en contra de los tratados de libre comercio que su país ha firmado y que considera son los responsables de la pérdida de empleos manufactureros.

     De hecho, en más de una ocasión ha repetido sus intenciones de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, firmado con México y con Canadá, en busca de obtener mejores condiciones para su país. Incluso, advirtió que si no consigue lo que se propone y no alcanza una negociación que considere favorable cancelará el acuerdo.

     Además, anunció que su país se retirará del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico, o TPP, por sus siglas en inglés, un esfuerzo regional que firmaron 12 países en busca de limitar la influencia comercial de China.

   El presidente 45 de Estados Unidos añadió que la unidad de los ciudadanos es importante, pues él tomaba protesta en nombre de todos en un intento de unificar a la ciudadanía y reconoció que será un periodo de retos y dificultades pero prometió que “el trabajo se hará”.

   Sin embargo, el inicio de la “era Trump” ha generado reacciones encontradas y una oleada de protestas en la capital del país.

   Por una parte, algunos líderes políticos, como el presidente Enrique Peña Nieto, de México, felicitaron al nuevo presidente de Estados Unidos por el inicio de su mandato de cuatro años al frente de la Casa Blanca. “Felicito al presidente Donald Trump por su toma de posesión. Trabajaremos para fortalecer nuestra relación con responsabilidad compartida”, dijo Peña Nieto.

     Para México, la relación con el nuevo mandatario es crucial, por la fuerte relación comercial que existe entre ambos países. Casi el 80% de las exportaciones manufactureras tienen como destino el país vecino del norte y México es el segundo mayor mercado para los estadounidenses.

     Simultáneamente, se generaron varias protestas violentas en contra de la toma de posesión de Donald Trump. De acuerdo con la cadena de noticias Reuters, por lo menos unas 500 personas  iniciaron disturbios en Washington, D.C., y hasta el momento han sido detenidas por lo menos 50 personas.

    Medios internacionales calcularon que la asistencia de ciudadanos al juramento de Trump rondaba las 900 mil personas.

    Los mercados locales tuvieron reacciones opuestas al inicio del nuevo gobierno estadounidense, pues mientras el peso mexicano se mantuvo en terreno positivo, la bolsa de valores reaccionó de forma negativa.

     Los expertos de Banorte Ixe comentaron que ya advertían, antes del discurso de Trump, que el peso podría mantenerse “firme frente al dólar”, algo que se confirmó más tarde.  Cierto que hubo un momento de volatilidad, pero la falta de mención directa sobre México o algún plan concreto con respecto al país fue aparentemente bien visto por el mercado.

     “No mencionó a México ni a China, como lo había hecho en sus participaciones anteriores”, escribió Jorge Gordillo, el director de análisis de CI Banco, en un reporte. “El discurso inició reconociendo la labor de Obama, pero después atacó con fuerza el establishment, de que habían dado la espalda a los ciudadanos”.

     El peso cerró la jornada en 21.60 por dólar, una ganancia de 1.5% con respecto al cierre anterior.

 


Fecha de publicación: 20/01/2017

Etiquetas: EUA Trump inauguración presidente