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20 de ene. (Dow Jones) -- Casi desde el nacimiento de Apple, los críticos han declarado que la empresa iba en la dirección equivocada.
En 1997, cuando ya estaba a 90 días de la bancarrota y que Steve Jobs regresó para salvarla del abismo, esa crítica fue correcta. Aunque la situación no es tan mala actualmente, los críticos de Apple están de nueva cuenta en lo cierto.
El ejemplo más apremiante es la aparente lucha de Apple por hacer realidad su visión de la inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés), especialmente las interfaces basadas en la voz.
La AI no sólo es una curiosidad para la empresa, es la tecnología que más probablemente revolucione a Apple tan completamente como revolucionó la industria de los teléfonos inteligentes.
Los asistentes de voz impulsados por AI pueden reemplazar directamente las interacciones con los dispositivos móviles. No es que las pantallas vayan a desaparecer por completo, sino que las pantallas que no estén conectadas a objetos que puedan escuchar, hablar y operar con autonomía se volverán rápidamente obsoletas.
Las computadoras con las que hablamos pueden estar en cualquier lugar. Para trabajar mejor, tienen que ser omnipresentes --en casa y en la oficina, en nuestros coches, donde quiera que vayamos.
Amazon.com tuvo un éxito sorpresivo con su asistente de voz Alexa y su personificación, el altavoz conectado Echo. Google de Alphabet está muy cerca. Los socios de ambas empresas pasaron varios días en la última feria de tecnología de consumo, conocida como CES, realizada en Las Vegas presentando una avalancha de dispositivos impulsados por estas tecnologías competidoras.
Apple está claramente consciente. Se informó que está trabajando en su propio dispositivo inteligente de casa similar a Alexa. La historia de Apple rara vez es sobre ser el primero --piense en el iPod-- sino llegar a ser dominante a través del diseño y ejecución superiores.
Pero la ausencia conspicua de tal dispositivo o de una funcionalidad comparable hace difícil creer que Apple no se esté rezagando, a pesar de haber sido uno de los primeros en la línea de salida cuando introdujo Siri hace más de cinco años.
Apple no respondió a las solicitudes de comentarios para este artículo.
Apple tiene una solución potencial. Considere cuál es mejor: colocar un micrófono en cada habitación de su hogar u oficina, o poner uno en su oído.
Imagínese a Joaquin Phoenix pasándose toda la película ‘Her’ encerrado en su apartamento, gritándole instrucciones al altavoz inalámbrico en el que la inteligencia artificial Samantha estaba atrapada, en lugar de caminar por su vida compartiendo con ella mientras cabalgaba con su teléfono inteligente y auricular.
Los auriculares inalámbricos de Apple, llamados AirPod, son computadoras muy pequeñas que permiten acceder a Siri con un sólo toque a un lado de la cabeza. El problema, sin embargo, es que Siri está tan mal implementada con los auriculares, que es más fácil utilizar únicamente el iPhone. Eso podría arreglarse con bastante facilidad.
Un problema más grande y mucho más difícil de resolver, es que Siri todavía no está a la altura de los servicios rivales de Google, Microsoft y Amazon.
La sencilla réplica es que Apple tiene la cuota de mercado y el equipo para proporcionarnos un acceso fácil a la IA, esto es simplemente una cuestión de poner más de sus recursos en Siri y en sus puntos de acceso siempre encendidos, el iPhone, AirPods y Apple Watch.
Pero eso ignora las críticas de que Apple, a pesar de sus cantidades esencialmente ilimitadas de dinero, no está cumpliendo con sus propios estándares de calidad.
Los observadores de Apple han mantenido una serie de quejas: descuido de la línea de ordenadores Mac, servicios de nube deficientes, fechas de envío incumplidas, una serie de errores de producto, etc. A los altos ejecutivos de Apple les redujeron su compensación después de que la compañía no cumplió con sus metas de ingresos y ganancias para 2016.
Una explicación es la estructura de gestión “unitaria” de Apple, donde las divisiones son responsables de tareas como la mercadotecnia o la ingeniería en lugar de enfocarse en productos individuales. El jefe de ingeniería de programación de Apple es en última instancia el ingeniero principal de cada producto de Apple.
Esto significa que Apple es fabulosa en crear experiencias unificadas, pero si la empresa fabrica demasiados productos, es imposible que la administración se mantenga al corriente. Contraste eso con Amazon, donde cada negocio tiene su propio liderazgo y realiza su propia declaración de ganancias y pérdidas.
El presidente ejecutivo de Apple, Tim Cook, ha dicho repetidamente que una de sus creencias básicas es que una persona sólo puede hacer algunas cosas bien.
Excluyendo una nueva estructura de gestión, la solución a los problemas de Apple para mantenerse al día con todas las cosas que hace, mucho menos en la AI, es la misma que cuando Jobs regresó en 1997: enfoque. Jobs redujo notablemente la extensa gama de dispositivos de la compañía a sólo cuatro computadoras.
Los líderes de Apple deben dedicar su atención a reformar su propia empresa. Eso no significa lanzar al mercado iPads más grandes, sino explorar cómo los productos básicos de Apple pueden ser decisivos para las interfaces de computación siempre activadas por voz y artificialmente inteligentes, y eso aquí y ahora.
Al igual que todos los gigantes en la cúspide de su poder, no está claro que Apple esté lo suficientemente paranoica sobre lo que el futuro podría deparar.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
Copyright © 2017 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved
Fecha de publicación: 20/01/2017
Etiquetas: Apple Problemas Inteligencia Artificial