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17 de ene. (Sentido Común)-- General Motors, la principal automotriz estadounidense, se sumó a las empresas de esa industria que recientemente han anunciado fuertes inversiones en Estados Unidos a fin de mitigar las críticas y amenazas que ha lanzado el presidente electo Donald J. Trump en su contra por expandirse fuera de las fronteras estadounidenses.
En el caso de GM, la empresa fue incluso más lejos que otras compañías automotrices al anunciar que además de la inversión de mil millones de dólares que realizará en Estados Unidos, mudará algunos empleos que tenía en México a su país de origen --dos medidas que le generaron aplausos por parte de Trump.
“Gracias a General Motors y a Walmart por empezar a devolver los grandes trabajos a Estados Unidos”, escribió el presidente electo de ese país, en relación al anuncio de la automotriz y otro similar de la cadena de supermercados estadounidense que reveló hoy que buscaría crear 34 mil empleos en Estados Unidos.
Trump ha advertido a las empresas que si se expanden hacia otras naciones sufrirán la aplicación de un arancel o impuesto de 35% sobre los productos que intenten exportar hacia Estados Unidos.
Si bien no es claro que Trump pueda imponer tal castigo, la sola amenaza está teniendo el efecto ya que no sólo General Motors, sino también las automotrices Toyota, Ford Motor Company y Hyundai Group han anunciado inversiones millonarias en Estados Unidos para mitigar las supuestas represalias que ha advertido el futuro presidente estadounidense.
En el caso de GM, con sede en Detroit, la empresa además dijo que comenzará a producir por cuenta propia los ejes que utilizará en la nueva línea de camionetas pickup que espera comenzar a ensamblar en Michigan.
Así, la empresa dejará de utilizar las piezas que hoy le suministra un proveedor externo, que no identificó, pero que las produce en México.
La empresa incluso dijo que convenció a otra compañía, que tampoco identificó, para que produzca, en Michigan, algunos de los componentes que se utilizan en esas unidades pickup, una medida que implicará la relocalización por parte del productor de autopartes de 100 empleos de México a Estados Unidos.
Tanto la inversión, como la mudanza de esa proveeduría de México a Estados Unidos, representará la creación de 450 empleos en Estados Unidos, dijo GM en un comunicado.
Aunque la compañía dijo que no estaba en posición de dar información sobre los proveedores que recortarán trabajos en México, todo apunta a una compañía en específico: American Axle & Manufacturing (AAM).
Esa empresa ha provisto esos componentes de las camionetas pickup de GM desde México. Sentido Común intentó ponerse en contacto con la compañía de autopartes para confirmar si la decisión de GM afectaba sus operaciones en México. Sin embargo, no recibió respuesta a su solicitud.
Por lo que se refiere a la inversión de mil millones de dólares a lo largo de sus fábricas que operan en Estados Unidos, GM dijo que esos recursos se sumarán a la inversión de dos mil 900 millones de dólares que anunció en 2016.
La empresa dijo que empleará esos recursos para desarrollar nuevos vehículos, tecnología avanzada y proyectos de componentes, iniciativas que anunciará a lo largo del año y con las cuales espera retener --y crear-- mil 500 empleos en Estados Unidos.
“A medida que la base manufacturera estadounidense aumente su competitividad, podemos aumentar aún más nuestra inversión, resultando en más empleos para Estados Unidos y mejores resultados para nuestros dueños”, dijo Mary Barra, presidenta y directora general de General Motors. “Estados Unidos es nuestro mercado interno y estamos comprometidos con el crecimiento que es bueno para nuestros empleados, distribuidores y proveedores y apoya nuestro continuo esfuerzo para impulsar el valor para los accionistas”.
Trump amenazó a GM en los primeros días del año en cobrarle altos impuestos por la importación de unidades de su modelo Chevrolet Cruze que ensambla en México y que, en un número pequeño, comercializa en el país vecino del norte.
No es claro si con el anuncio de hoy la empresa evitará esa posible sanción, aunque muy probablemente dada la respuesta de agradecimiento de Trump, GM estará evitando enfrentar esas medidas punitivas, aunque tampoco existe garantía que Trump no prosiga con su amenaza de penalizar a las compañías que muden operaciones a México para desde ahí exportar sus bienes a Estados Unidos.
Claro que hasta ahora, las amenazas de Trump, sin hacer nada, están rindiendo los frutos esperados.
La estadounidense Ford Motor, tras ser criticada por Trump durante sus campaña presidencial por sus planes de inversión de mil 600 millones de dólares en México, anunció, hace unos días, la cancelación de esta iniciativa.
El anuncio lo hizo la compañía el mismo día en que Trump hizo sus críticas a GM.
En su lugar, Ford prefirió expandir la capacidad de producción de su instalación en Flat Rock, Michigan, en la que planea desembolsar 700 millones de dólares.
Al igual que General Motors, el conglomerado automotriz coreano, Hyundai Motor Group, dio a conocer hoy que tiene previsto invertir más de tres mil millones de dólares en actividades de investigación y desarrollo en sus plantas de Estados Unidos en los próximos cinco años.
Otros que han decidido anunciar inversiones en Estados Unidos son Fiat-Chrysler Automobiles, con mil millones de dólares para dos plantas, así como la japonesa Toyota, que dijo hace unos días que invertirá 10 mil millones de dólares en cinco años en sus operaciones estadounidenses.
Otros que ya están en la mira de Trump son los productores alemanes, como BMW, Daimler y Volkswagen.
En una entrevista que tuvo Trump con el periódico alemán Bild y el inglés The Times of London, dijo que si BMW, una armadora alemana de autos de lujo, quiere construir una fábrica en México deberá hacer frente a un arancel de 35% cuando venda sus autos en Estados Unidos, o bien construir esa planta en Estados Unidos para evitar enfrentar ese pago.
La decisión de algunas armadoras de producir más en Estados Unidos muy probablemente dificultará a Trump imponer el arancel pues no podría hacerlo de manera directa a unas empresas y no a otras, a menos que lo haga a través de tarifas punitivas a ciertas empresas, algo que tendría que justificar el gobierno estadounidense por alguna práctica desleal de comercio de ciertas compañías.
Fecha de publicación: 17/01/2017
Etiquetas: GM inversión EUA empleos México