17 de ene. (Sentido Común) -- Desde que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público anunció a finales del año pasado el aumento a los precios de la gasolina para este año, ha existido una gran controversia en torno a si las autoridades calcularon de forma adecuada los nuevos precios o si exageraron para recabar más fondos.

     El aparente menor precio de la gasolina por litro en algunas regiones de Estados Unidos ha hecho pensar, a algunos, que las autoridades elevaron en demasía ese cobro, en perjuicio de los consumidores.

     “Me solidarizo con todos los consumidores del país que no pueden ni deben aceptar la sobrecarga fiscal”, escribió, por ejemplo, el senador por el estado de Chihuahua y exgobernador de la entidad, Patricio Martínez, en una carta enviada a Enrique Ochoa, el presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

     Martínez, como muchos otros, cuestionaron el tamaño del alza que dictó Hacienda a los distintos tipos de gasolinas de entre 14.2 y 20.1%, dependiendo de su nivel de octanaje, porque, dijeron, la gasolina se vende a un precio inferior en Estados Unidos.

      “Al otro lado del río [Bravo], no la subsidian y es más barata”, agregó el senador Martínez en su misiva. “Hoy, en Texas, sirven el galón a dos dólares, es decir, a 11.1 pesos por litro, con dólares de 21.05”.

     La mayoría de la gasolina que se consume en el país proviene del sur de Estados Unidos.

     Incluso, el diario La Jornada publicó un artículo en el que indicó que el alza al precio de la gasolina en México, si se tomaba en cuenta la evolución de los precios del combustible estadounidense, no era justificada.

     De acuerdo con cifras que citó el periódico de la agencia estadounidense Energy Information Agency (EIA), el organismo responsable de recopilar la información del sector energético estadounidense, el precio de la gasolina en el país vecino del norte cayó 12% en 2016 con relación a 2015.

     “El precio de las gasolinas en Estados Unidos, uno de los factores esgrimidos por el gobierno federal para elevar el costo del combustible en México a partir de este mes, tuvo en 2016 el nivel más bajo desde 2004”, reportó La Jornada en un artículo publicado en primera plana hace unos días.

     Claro que la conclusión del diario y la del senador Martínez, no agrega otros factores que podrían también explicar el monto del alza a los combustibles que dictaminó Hacienda.

     Además del precio en Estados Unidos, Hacienda también consideró el tipo de cambio prevaleciente para calcular el precio del combustible, así como los costos que implica transportar el combustible a distintas regiones del país e incluso un cargo por impuestos.

     De ahí que, para Hacienda, la conclusión de La Jornada resulta un tanto engañosa, ya que no tomó en cuenta esos otros factores, además que si bien la gasolina en Estados Unidos se ubicó en un nivel inferior a finales del año comparado con el año pasado, sí mostró crecimientos en promedio a lo largo de 2016.

     José Antonio Meade, el secretario de Hacienda, ante la nota de La Jornada, dijo que el promedio de los precios de las gasolinas fue uno durante la primera mitad del año, pero fue otro --mayor-- durante la segunda parte.

     “Que el promedio [de 2016] haya sido menor que el de años previos no nos dice nada respecto de cómo han evolucionado los costos”, dijo Meade en un evento de discusión sobre la economía mexicana organizado por la institución académica, Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

     De hecho, de acuerdo con cálculos elaborados por Sentido Común, los precios promedio de los tres tipos de gasolina que se venden al menudeo en Estados Unidos subieron 3.9% durante el último trimestre de 2016, con datos de EIA.

     En este periodo, los precios por galón pasaron de 2.27 dólares en la última semana de septiembre a 2.36 dólares en la última semana de diciembre.  Esa tendencia y ese crecimiento es lo que muy probablemente tomó en cuenta Hacienda para establecer los precios máximos con los que México inició este año.

     Al repunte de los precios en Estados Unidos entre octubre y diciembre se suma que el tipo de cambio se desplomó en más de 10% por el resultado electoral estadounidense, donde resultó electo Donald J. Trump.

     El republicano ha generado nerviosismo por las políticas sobre comercio y migración que pudiera implementar y que amenazan con afectar a la economía mexicana.

     Así, el tipo de cambio, luego de perder 14.3% en 2015, sufrió una caída de 16% contra el dólar el año pasado. Incluso, en lo que va de este año, la moneda nacional ha caído casi 5% y ha cerrado en varias ocasiones en su nivel más débil de su historia.

     De ahí que, para algunos, el incremento en los precios máximos de las gasolinas está en sintonía con el efecto que tuvo el aumento de los precios internacionales y el reciente deterioro del peso.

     Si vemos de agosto a diciembre, “entre el precio de la gasolina y el tipo de cambio subieron casi 15%, que es lo que subió el precio de la gasolina en enero” en México, dijo Gabriel Casillas, el director general de análisis económico de Banorte Ixe y presidente del comité nacional de estudios económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (Imef), en una conferencia.

     Incluso, hay quienes creen que estos factores ocasionarán un alza adicional a partir del 3 de febrero cuando el gobierno vuelva a revisar esos precios. De acuerdo con analistas del banco BBVA Bancomer, el aumento de los precios de gasolinas en México a partir de febrero debería ser de alrededor de 10%, aunque podría ser menor si el gobierno federal decide cambiar el cálculo de los precios.

     Actualmente, la gasolina de bajo octanaje --Magna-- se vende en buena parte de México a un precio de 15.99 pesos el litro, mientras que la de alto octanaje o Premium a 17.79 pesos, aunque esos precios pueden variar por región.

     La realidad internacional “sí justifica un ajuste del tamaño que se hizo”, dijo Luis Adrián Muñiz, economista de Vector Casa de Bolsa, en entrevista telefónica. “No veo incentivos para que la secretaría de Hacienda impusiera un precio más alto de lo que debería”.

     Si bien algunos reconocen que el aumento fue mayor al esperado, otros también piensan que la decisión del gobierno de dejar, a partir de este año, de forma gradual y por regiones, que los precios de las gasolinas sean determinados por el mercado, algo que de alguna manera se vio reflejado con el aumento para inicios de este año, es la mejor política para el país.

     Hoy, los capitales privados pueden ya abrir gasolineras sin tener que estar atados, como antes, a la adquisición de la gasolina que elabora o importa Petróleos Mexicanos, la empresa petrolera estatal.

     Esto hará que muy probablemente comiencen pronto a existir distintas opciones para los automovilistas en materia de precios de los combustibles, ya que no sólo habrá distintas empresas expendedoras de combustibles, sino que además otras podrán dedicarse a importar o a transportar combustibles, lo que podrá reducir el costo de los mismos a fin de que el consumidor reciba los beneficios de la competencia que está por comenzar en el mercado de la venta de combustibles en México.

     Hasta ahora esa competencia no se ha dado por el control absoluto que tenía el Estado mexicano sobre la industria energética.

     De acuerdo con el banco Citibanamex, la liberalización de los precios de los combustibles permitirá al mercado enviar las señales adecuadas para que se realicen las inversiones necesarias para crear una infraestructura más eficiente en materia de almacenamiento, transporte, distribución y venta de combustibles en México.

     Al mismo tiempo, los consumidores deberán, en breve, también tomar las mejores decisiones para la adquisición de los combustibles.

     El cambio “reconoce que las condiciones de mercado varían a lo largo del país, que la infraestructura no es homogénea”, escribieron Ernesto Revilla, Myriam Rubalcava y Sergio Luna, economistas de Citibanamex, en un reporte publicado hace unos días. “México no sólo incrementó el precio de las gasolinas al comienzo de 2017 sino que estableció las condiciones necesarias para dejar de intervenir en el precio de éstas (como lo hizo años atrás al dejar de controlar los precios del azúcar, café, tortilla, maíz, telefonía, entre muchos otros)”.

 

 


Fecha de publicación: 17/01/2017

Etiquetas: precios gasolina México inflación combustibles peso dólar tipo de cambio