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13 de oct. (Sentido Común) -- Ante la amenaza de Donald J. Trump de demandar por difamación a The New York Times si no retiraba de su sitio en internet un reportaje en el que dos mujeres revelaban los ataques sexuales que sufrieron del candidato republicano a la presidencia, el periódico no sólo rechazó la petición del aspirante sino que lo invitó a presentar su querella para enfrentarse en las cortes.
En una carta enviada a Marc E. Kasowitz, del despacho Kasowitz, Benson, Torres & Friedman, el abogado de Trump, David E. McCraw, el vicepresidente y consejero legal asistente del principal periódico de Estados Unidos, dijo que la petición de Trump carecía de todo mérito ya que el mismo aspirante se había auto-creado una imagen de mujeriego.
“La esencia de una demanda por difamación es, claro está, proteger la reputación de uno mismo”, escribió McCraw en su misiva. “El señor Trump ha presumido acerca de su manoseos, no solicitados, de mujeres. Ha presumido entrar al vestidor de mujeres de las competidoras de concursos de belleza. Ha aceptado en una entrevista radiofónica hablar sobre su propia hija como un buen culo”.
Por esas razones, además del buen trabajo periodístico que llevaron a cabo quienes escribieron el artículo que molestó a Trump, como fue el confirmar las historias que revelaron las dos mujeres, The New York Times decidió no remover el artículo como solicitó el candidato.
“Declinamos hacerlo”, escribió McCraw.
Más aun, el diario retó al abogado de Trump a presentar la demanda por difamación.
“Damos la bienvenida a que un tribunal pueda dejar en claro las cosas”, agregó McCraw en su carta, aclarando que nada del artículo en cuestión podría tener repercusión en la imagen o moralidad de Trump. “El señor Trump, a través de sus propias palabras y acciones, se ha creado esa reputación”.
Pero el diario dejó además en claro que en juego estaba mucho más que la reputación de Trump. Para el rotativo la solicitud del candidato era una afronta a la expresión libre y responsable de un medio que busca ofrecer un servicio informativo de calidad.
Para The New York Times, dejar de publicar las historias de las dos mujeres que acusan a Trump de, en un caso, manosearla, y, en otro, de besarla sin sus consentimientos, hubiese demeritado su desempeño.
“Silenciar nuestra voz hubiese sido un mal servicio no sólo para nuestros lectores sino para la democracia en sí misma”, escribió el abogado en su carta al representante legal de Trump.
Claro que el candidato republicano utilizó un evento de campaña para negar los hechos que narraron al periódico las dos mujeres acosadas. “Esas historias son falsas”, dijo el candidato en el estado de Ohio.
De cualquier manera la polémica con el diario estadounidense extiende la mala racha por la que atraviesa Trump y que parece alejarlo, cada vez de manera más clara, de la posibilidad de ganar la elección el 8 de noviembre.
Los problemas graves sobre la reputación de Trump comenzaron hace dos semanas cuando el mismo The New York Times publicó un reportaje en el que sugería que el candidato había aprovechado un hueco en las leyes fiscales para dejar de pagar impuestos a lo largo de al menos nueve años --algo que el mismo Trump confirmó más tarde en el debate del pasado domingo.
Luego de ese artículo, vino la revelación, por parte del diario The Washington Post, de un video de hace más de 10 años en el que se escucha a Trump hacer comentarios ofensivos para las mujeres y que ha provocado reacciones negativas contra el empresario neoyorkino convertido en político.
“Esta no sólo fue una conversación lasciva, esta no sólo fue una charla de vestidor”, dijo la primera dama, Michelle Obama, hoy en un evento de campaña de la rival de Trump, la exsecretaria de estado, Hillary Clinton. “Este es un individuo poderoso hablando abierta y libremente sobre conductas sexualmente predatorias y, de hecho, presumiendo acerca de besar y manosear mujeres, usando un lenguaje que era tan obsceno que muchos de nosotros nos preocupamos sobre lo que escuchaban nuestros hijos cuando prendimos la televisión”.
El video, más ahora el artículo de The New York Times, en el que el diario relata los encuentros que tuvieron Jessica Leads y Rachel Crooks con Trump en un avión y en un elevador, respectivamente, están aparentemente reduciendo la popularidad del candidato republicano entre los electores estadounidenses.
Al menos, las encuestas así lo indican, incluyendo una del día de ayer de la agencia de noticias Bloomberg en la que Clinton supera a Trump por nueve puntos porcentuales en el estado de Pennsylvania, así como en los suburbios de Filadelfia, capital de esta entidad y que es considerada clave en el resultado electoral de noviembre.
Las revelaciones recientes sobre las conductas sexuales de Trump han sido causa de que varios miembros destacados de su partido haya decidido en días recientes marcar distancia de él y su campaña, con algunos incluso retirándole el apoyo.
El enfrentamiento más notable quizás fue con Paul Ryan, el líder de los republicanos en la Cámara Baja, quien de acuerdo con reportes de prensa dijo estar ya concentrado en mantener la mayoría de su partido en el congreso, en lugar de apoyar a Trump.
Más tarde, el candidato republicano respondió que la actitud de Ryan y de varios en su partido era desleal y que él les enseñaría “cómo ganar una elección”, dejando en claro la fuerte división que está provocando la personalidad de Trump en su propio instituto político.
Fecha de publicación: 13/10/2016
Etiquetas: México economía crecimiento EUA elección política gobierno Trump NYT