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27 de sep. (Sentido Común) -- Tan pronto y terminó el debate presidencial entre la candidata demócrata Hillary Clinton y el candidato republicano Donald J. Trump, el peso mexicano registró una fuerte ganancia contra el dólar.
¿La razón? Clinton, tras un inicio titubeante, superó por mucho a Trump, algo que tranquilizó a los inversionistas en México y el mundo por los temores que tiene de que el candidato republicano llegue a la Casa Blanca e imponga sus políticas proteccionistas y aislacionistas.
La ganancia del peso, que inició la noche del lunes, se consolidó hoy. La moneda mexicana terminó la jornada en 19.43 unidades, o un avance de 2.2% contra el dólar, el segundo mejor desempeño en un día en lo que va del año y su mejor nivel desde mediados de septiembre.
La fortaleza del peso tras el resultado del debate presidencial es para muchos la evidencia más clara hasta ahora de que lo que ha debilitado al peso mexicano a lo largo de las últimas semanas es la contienda electoral presidencial de Estados Unidos.
Si bien otros factores, como el alza o la caída de los precios del crudo, o la debilidad de las finanzas públicas, han jugado también un papel en las fluctuaciones diarias del peso contra el dólar, el desempeño que tuvo la moneda mexicana tras el debate presidencial estadounidense dejó en claro que el elemento clave que hoy está afectando el valor del peso contra la divisa estadounidense es, sin duda, la carrera presidencial de ese país.
De ahí que la fortaleza que experimentó el peso tras el buen desempeño de Clinton en el debate, esté haciendo que muchos se pregunten si las posibilidades de que el banco central mexicano, o Banxico, suba su tasa de interés el jueves en un intento por ayudar al peso han decrecido.
Nosotros creemos que es ya "menos probable una intervención de Banxico”, escribió Mariana Paola Ramírez Montes, analistas con el intermediario financiero Ve por Más, en un reporte a sus clientes. Además “se refuerzan nuestros argumentos de que Banxico no debería subir la tasa objetivo”.
El argumento de Ve por Más, que comparten otros analistas de otras instituciones financieras como los de Morgan Stanley, Barclays, Nomura y 4Cast, es que dado que el peso se está moviendo por un factor externo --la elección presidencial estadounidense-- y no económico, las herramientas que tienen las autoridades monetarias mexicanas para influir en el valor de la moneda mexicana, como son las tasas de interés, podrían resultar poco efectivas.
Para estos analistas, los beneficios que podría traer el alza de tasas para intentar recuperar cierta fortaleza del peso y con ello evitar posibles presiones inflacionarias futuras, podrían resultar insignificantes y efímeros.
Para esos analistas, dado que el valor del peso no lo están fijando fenómenos económicos, sino políticos, la moneda mexicana podría volver a debilitarse fácilmente si Trump, en los siguientes debates presidenciales, tiene un regreso y logra recuperar parte de la pobre impresión que dejó en su primer encuentro con Clinton.
Eso podría ocurrir aun cuando las autoridades suban las tasas.
Además, tampoco es cien por ciento claro que el debate de ayer haya mejorado o perjudicado las preferencias electorales de uno u otro candidato, por lo que la moneda mexicana puede estar aún sujeta a los vaivenes que tenga la evolución de las campañas electorales presidenciales en Estados Unidos.
De ahí que varios analistas consideren que tras el fortalecimiento que registró el peso hoy, las autoridades monetarias deberían no subir su tasa de referencia el jueves, ya que de hacerlo frenarían aún más una economía que ya mostró signos de aletargamiento en el segundo trimestre.
Por lo general, alzas en tasas reducen el consumo y la inversión, y por lo tanto el crecimiento económico de una nación.
“Nosotros creemos firmemente que la medida prudente ante las elecciones estadounidenses es no tomar medida alguna y dejar la política monetaria sin cambio”, escribió Benito Berber, economista para Latinoamérica con el intermediario japonés, Nomura, en un reporte.
Berber, Ramírez Montes y otros consideran además que es mejor no elevar las tasas para que esa herramienta la conserven las autoridades monetarias mexicanas en caso de que Trump gane la elección --un evento que muy probablemente si requiera de diversas intervenciones del banco central mexicano para contener las mayores presiones que muy probablemente enfrente el peso.
Otros incluso han sugerido que más que subir tasas, las autoridades mexicanas deben intervenir en el mercado cambiario para asegurar que éste tenga la liquidez necesaria en estos momentos de gran volatilidad.
Esa liquidez podría provenir de intervenciones directas en el mercado a través de la venta de dólares, o bien con el fortalecimiento de la línea de crédito flexible que tiene México con el Fondo Monetario Internacional, o a través del establecimiento de un mecanismo de intercambio monetario (swap) con la Reserva Federal estadounidense --algo que México ya utilizó para dar fortaleza a su moneda durante la crisis de 2008-2009.
De cualquier manera, la mayoría de los analistas aún prevén que el banco central suba su tasa de referencia este jueves en un rango que va de entre 0.5 a 0.75 puntos porcentuales para dejar la en un nivel de 4.75 o 5%, sobre todo por la eminente alza a las tasas de Estados Unidos en diciembre.
Fecha de publicación: 27/09/2016
Etiquetas: México economía crecimiento tasas de interés tipo de cambio Banco de México elecciones EUA política gobierno