24 de ago. (Sentido Común) -- A lo largo de este año el gobierno federal ha llevado a cabo múltiples ajustes para enfrentar los embates que han afectado a la economía mexicana, como la alta volatilidad de los mercados financieros, el débil estado de la economía mundial, el lento crecimiento de la industria estadounidense, así como la caída en los precios y en la producción de crudo en el país.

     Algunos han visto con buenos ojos los dos recortes al gasto que, como parte de esas medidas, anunció la Secretaría de Hacienda y Crédito Público durante el primer semestre del año, por alrededor de 164 mil millones de pesos (ocho mil 860 millones de dólares).

     Sin embargo, no todos están conformes. Las agencias calificadoras creen que las autoridades deben profundizar más esas medidas para mejorar las perspectivas económicas del país.

     De ahí que ayer, la calificadora Standard & Poor’s (S&P) redujera de ‘estable’ a ‘negativa’ su perspectiva sobre la calidad crediticia de México por la preocupación de un bajo crecimiento de la economía y por la dificultad para controlar los niveles de la deuda gubernamental a mediano y largo plazos.

     Así, S&P se sumó a Moody’s Investors Service, otra de las tres más importantes calificadoras del mundo, que degradó también la perspectiva del país a finales de marzo.

     Moody’s ubica a la nota soberana de México en ‘A3’, un escalón por encima de S&P y Fitch, que tienen a la deuda del país en un rango de ‘BBB+’.

     El cambio de S&P inquietó además porque fue anunciado un día después que altos funcionarios de Hacienda dijeran, en una conferencia, que la dependencia, en un esfuerzo más para consolidar las finanzas públicas ante el entorno adverso, había decidido disminuir la meta de requerimientos financieros del sector público de una estimación inicial de 3.5% como proporción del PIB para este año a 3%, algo que se verá además reflejado en un menor déficit público.

     La dependencia también anunció otras medidas de transparencia en el manejo de las finanzas públicas y mantuvo su compromiso de que para el próximo año registrará un superávit primario, o un sobrante de recursos sin incluir los pagos de intereses, algo que no sucede desde 2009 luego de la crisis financiera global que provocó la segunda peor recesión económica del país en los últimos 100 años.

     Sin embargo, los anuncios de Hacienda no fueron suficientes para que S&P cambiara su evaluación sobre las perspectivas crediticias del país.

     “Nuestra decisión es el resultado de un largo periodo de análisis” de la deuda pública, dijo Joydeep Mukherji, especialista en deuda soberana para Latinoamérica y el Caribe, con S&P, en una conferencia telefónica. El anuncio de Hacienda “no cambió nuestras perspectivas”.

     De acuerdo con S&P el endeudamiento del gobierno podría subir de 45% como proporción del producto interno bruto este año, hasta 47 o 48% entre 2018 y 2019, un crecimiento alarmante si se toma en cuenta que en 2005 esa razón era de 28%.

     Además, para las dos calificadoras, aún existen diversos riesgos, como la caída del tipo de cambio o el débil crecimiento económico, que podrían seguir deteriorando la situación de la deuda mexicana, ya que en pesos esa deuda crecería más de lo que muy probablemente avance el país desde un punto de vista económico.

     Hacienda incluso recortó su estimado para el crecimiento de la economía de este año desde un rango de entre 2.2 y 3.2% hasta uno nuevo de entre 2 y 2.6%.

     Otro elemento que vigilan de cerca las calificadoras es la situación financiera de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos que, a pesar de haber recibido un fuerte apoyo financiero del gobierno este año, gracias al remanente de operación que Banco de México entregó al gobierno hace un par de meses, aún podría generar problemas para las finanzas públicas del país.

     “Nuestro punto de vista es que [el gobierno] tendrá que apoyar a Pemex, es una posibilidad, el gobierno tendrá que proteger su balance fiscal, usará todas las herramientas para seguir apoyando a Pemex de ser necesario”, dijo Jaime Reusche, vicepresidente senior de riesgo soberano de Moody’s, en una conferencia de prensa.

     Moody’s incluso cuenta con un escenario en que Pemex seguirá requiriendo apoyo externo para hacer frente a su débil situación.

     “Tal vez necesite menos pero va a seguir utilizando recursos de terceros, en caso de que la empresa no pueda acceder a esos recursos", dijo Nymia Almeida, analista senior de crédito para Moody’s México, en la misma conferencia. "Entonces ahí entraría el apoyo del gobierno”.

     Claro que no todos piensan que la perspectiva de la petrolera no es tan negativa, tanto por los ingresos que ha recibido del gobierno, como por los ajustes que ha realizado y seguirá implementando en los próximos meses.

     Pemex renegoció su esquema de pensiones y jubilaciones con el sindicato de trabajadores y, conforme a los recortes que ello implicó, recibió recursos del gobierno para hacer frente a sus adeudos, que vinieron en buena medida de los ingresos extraordinarios que entregó Banco de México al gobierno, conocidos como remanente de operación.

     Pemex, además, ha empezado a ejecutar recortes en sus gastos y ha ajustado sus expectativas de ingresos, asegurando a su vez el pago de los pasivos que tiene con gran parte de sus proveedores.

     “Consideramos que es poco probable que las deudas de Pemex referentes a pago de proveedores se vean comprometidas”, escribió el equipo de análisis económico del banco Ve por Más, en un reporte. “La menor perspectiva para la cotización de crudo ocasionó que a inicios de año, Pemex llevara a cabo un plan de acción para recortar los ingresos estimados. . . [mientras que] la expectativa de una recuperación mayor de los precios del petróleo, se consolidarán como contrapesos para lo destacado por ambas agencias”.

     El próximo 8 de septiembre se cumple el plazo para que Hacienda presente el proyecto de presupuesto para el año entrante. Ese día podría resultar en un buen momento para mandar un mensaje a las agencias y a los inversionistas de que siguen con la mente puesta en la llamada consolidación fiscal.

     “Si bien el comunicado hace alusión a las debilidades internas del país, consideramos que aún es prematuro pensar en que se concrete una reducción en la calificación soberana de México”, escribió Janneth Quiroz, analista de la institución financiera Monex, en un reporte. “Más bien se trata de un llamado de atención para corregir los desbalances”.

 



Fecha de publicación: 24/08/2016

Etiquetas: S&P Moody´s México perspectivas deuda Pemex SHCP