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27 de may. (Dow Jones) -- Conforme las tasas de interés caen cerca o por debajo de cero en Europa, legisladores y defensores de los consumidores en España y Portugal están atacando un antiguo principio de las finanzas al insistir en que los prestamistas ahora pueden deberle dinero a los prestatarios.
Bancos de ambos países, que intentan recuperarse de las recesiones que sacudieron sus sistemas financieros, resisten la situación, estando potencialmente en juego miles de millones de dólares en pagos de intereses hipotecarios.
El gobernador del banco central de Portugal, en un revés, se ha apresurado a defender a los bancos contra un proyecto de ley que requeriría que los prestatarios paguen cuando las tasas de interés se tornen negativas. Los bancos en ambos países están reescribiendo los nuevos contratos hipotecarios para advertir a los propietarios de viviendas que nunca podrían beneficiarse de las tasas menores a cero.
En España y Portugal, los bancos suelen vincular las tasas de interés hipotecarias a la tasa interbancaria ofertada del euro, o Euribor, una tasa variable que los bancos pagan para prestarse dinero unos a otros. Además, las tasas de interés de ambos países incluyen un porcentaje fijo del préstamo, llamado diferencial (spread, en inglés). En gran parte de Europa, por el contrario, son comunes las tasas hipotecarias fijas.
La Euribor comenzó a volverse negativa el año pasado después que el Banco Central Europeo (BCE) recortó sus tasas de interés por debajo de cero --cobrándo a los prestamistas por mantener sus reservas-- para estimular las economías del continente. Eso ha llevado las tasas hipotecarias a territorio negativo en unos algunos casos aislados en Portugal.
La gran mayoría de los titulares de hipotecas de España y Portugal todavía pagan intereses, ya que la Euribor no ha bajado lo suficiente como para eliminar los diferenciales. Pero aun cuando los prestamistas consideran improbable que haya caídas más fuertes, ellos están tomando medidas para protegerse por si acaso.
Europa ya tiene un precedente: Los bancos de Dinamarca están pagando miles de dólares en intereses a los prestatarios por sus préstamos para la vivienda, casi cuatro años después de que el banco central introdujo las tasas de interés negativas. Los bancos daneses han aumentado algunas comisiones para compensar eso, pero nunca han presentado serias objeciones legales.
En España y Portugal, ejecutivos bancarios dijeron que les pagarían a los prestatarios cuando los cerdos vuelen.
"En ningún caso podría recibir un cliente el pago de intereses", porque eso iría en contra de la naturaleza de un préstamo, dijo Carlos Torres Vila, director ejecutivo de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), en una conferencia de prensa de abril después de que el banco dio a conocer sus ganancias. En el caso más extremo, dijo, un prestatario pagaría una tasa de interés de cero.
Ejecutivos bancarios portugueses son igualmente categóricos en privado. En los pocos casos en los que las tasas de interés fueron negativas, los bancos portugueses subieron la tasa a cero.
Agrupaciones defensoras de los consumidores dijeron que los bancos están obligados por contrato a cumplir los términos de un préstamo a tasa variable, que por definición sube o baja conforme varían las tasas de interés. Si las tasas bajan lo suficiente por debajo de cero, dijeron estos grupos, los bancos deben pagar intereses a los prestatarios, así como les cobrarían más a sus clientes, si aumentaran las tasas de interés.
El Bloque de Izquierda, aliado del gobierno socialista de Portugal, presentó un proyecto de ley en enero que obligaría a pagar a los prestamistas en estos casos. Mientras el Parlamento debate dicho proyecto de ley, Deco, un grupo que defiende los derechos de los consumidores con sede en Lisboa, ha instruido a los consumidores a consultar sus contratos crediticios y quejarse, si no se benefician de las tasas negativas.
"Fueron los bancos los que decidieron fijar las tasas de los préstamo con base en la Euribor, no los clientes", dijo Paulino Ascenção, un legislador del Bloque de Izquierda. "Es una cuestión de principios y la confianza el adherirse a las reglas establecidas en los contratos".
Carlos Costa, el gobernador del banco central de Portugal, incurrió en una disputa el mes pasado, revirtiendo una posición anterior y poniéndose del lado de los bancos.
Costa el año pasado emitió una recomendación de que los prestamistas aplicaran la Euribor negativa en el cálculo de intereses de los préstamos, algo que se apegaría a lo establecido por las cláusulas de los contratos. En aquel entonces, dijo Costa a los legisladores el mes pasado, no podía haberse imaginado que la Euribor podría seguir cayendo.
Ahora que lo ha hecho, él argumentó, el sistema bancario está en riesgo.
Los bancos portugueses serían objeto de un cargo colectivo de 700 millones de euros (796 millones de dólares) a sus márgenes de interés anuales, si la tasa Euribor a seis meses del país, que ahora se sitúa en menos 0.144%, cayera a menos 1%, estimó el Banco Central.
Incluso si los bancos pudieran limitar las tasas de interés a cero, estos perderían 500 millones de euros por la diferencia entre lo que pagan a los depositantes y lo que ellos ganan en los préstamos que conceden, dijo el banco central.
"Tenemos que encontrar un justo equilibrio entre las expectativas de los prestatarios y la necesidad de salvaguardar la estabilidad del sistema financiero", dijo Costa a los legisladores.
Ahora aboga por una tasa de interés mínima en los préstamos vigentes. En los nuevos préstamos, dijo, una Euribor negativa debe calcularse como cero, lo que permitiría a los prestamistas aprovechar plenamente el diferencial en las tasas.
El gobierno aún tiene que respaldar su posición, pero los bancos han actuado por su cuenta para ponerlo en práctica.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
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Fecha de publicación: 27/05/2016