9 de feb. (Sentido Común) -- La inflación de enero sorprendió a los analistas al observar una aceleración mayor a la esperada.

Los precios subieron 0.4% el mes pasado, mientras que los economistas encuestados por la agencia de noticias Infosel esperaban en promedio un alza de 0.3%.

Así, el Índice Nacional de Precios al Consumidor se ubicó en una tasa anual de 2.6% a finales de enero, dejando atrás el mínimo histórico reportado en diciembre 2015 de 2.1% y alcanzando su nivel más alto desde julio de 2015 cuando la inflación anual fue de 2.7%.

La mayor expansión de los precios se observó en el componente no subyacente, es decir, la parte volátil del indicador, que creció 1% el mes pasado. Por su parte, el indicador subyacente, que desestima las variaciones de alimentos y energéticos, productos que por lo general registran precios volátiles, avanzó sólo 0.2%.

Este contraste generó interpretaciones distintas entre los economistas sobre la causa que generó una mayor inflación a la esperada en enero.

Mientras algunos expertos dijeron que el crecimiento de los precios de enero hace más evidente el efecto de contaminación que está ya generando la depreciación que ha sufrido el tipo de cambio este año contra el dólar, otros   interpretaron el alza de precios solo como un efecto temporal de la mayor variación que registraron los productos agropecuarios, pero no por un efecto de segundo orden que en ocasiones puede provocar la caída de una moneda en la formación de precios de un país.

Para este último grupo de analistas, la inflación en el primer del mes del año aún no registra ese fenómeno de impacto en precios por la depreciación reciente que ha registrado el peso, un fenómeno mejor conocido en el argo financiero como pass through, por el vocablo en inglés.

Los analistas de Banco Nacional de México, o Banamex, el segundo banco más grande del país, pertenecen al grupo que expertos que vieron, en el alza de precios de enero, evidencia de que la depreciación de la moneda mexicana comienza ya a tener efecto en la formación de precios en el país.

"La inflación subyacente consolida una marcha ascendente y es más evidente el llamado pass through del tipo de cambio a los precios", escribieron los analistas de esa institución bancaria en un reporte.

En contra de esta interpretación estuvieron, sin embargo, los especialistas de Vector Casa de Bolsa, para quienes esa traslación no fue evidente en la evolución de los precios de enero, que de hecho fue, desde su perspectiva, bastante limitada.

Claro que los economistas de Vector no descartaron que la devaluación de la moneda comience a tener un impacto en inflación en el futuro.

"En este sentido, mantenemos nuestra expectativa de un mayor impulso en subíndices como el agropecuario y el de mercancías no alimenticias", escribió Luis Adrián Muñiz, analista de Vector, en un reporte.

Para quienes no ven todavía un impacto en precios de la caída del peso contra el dólar, las cifras que reportó Inegi revelaron que el mayor incremento de precios durante enero provino de productos que están poco vinculados al dólar, como algunos alimentos, como fue el caso de la cebolla, cuyo precio subió 36.5% en términos mensuales en enero, o la calabacita, cuyo costo aumentó 42.8% y el plátano que vio su precio crecer en 18.6%.

Los expertos consideran que los aumentos de estos precios, que pudieron explicar la aceleración de la inflación, se debieron a circunstancias cíclicas de los mercados de esos productos y no a la caída que registró el peso frente al dólar de 5.5% en enero.

Goldman Sachs, la correduría estadounidense, coincidió con Vector al escribir en otro reporte que "la sorpresa al alza provino del aumento de 7% en los precios de frutas y verduras, que por sí solos aumentaron 25 puntos base la inflación general".

Para esta firma internacional las perspectivas de la inflación en México siguen siendo hasta ahora "cómodas", aunque sí reconoció una posible presión al alza en los precios por el comportamiento del tipo de cambio en los últimos meses.

El banco Invex tampoco consideró que el avance de los precios reflejó un impacto adverso por el tipo de cambio. Para sus expertos el aumento de precios se debió a efectos climáticos que impactaron los productos agropecuarios.

Ante esto y frente al descenso que registraron los precios de algunos energéticos en enero, Invex estimó que la política monetaria de Banco de México se mantendrá laxa y descartó un alza de tasas en el corto plazo.

Por último, los especialistas del banco Banorte Ixe tomaron el camino intermedio al decir que la mayor inflación podría explicarse tanto por efectos temporales en los precios de algunos productos agrícolas como por un impacto negativo de la depreciación de la moneda nacional.

"El reporte de inflación confirmó la aseveración de Banco de México en torno a un modesto deterioro de la dinámica de precios en el corto plazo especialmente dirigida por factores estacionales y la debilidad en el tipo de cambio", dijeron los especialistas del cuarto banco más grande en México por el tamaño de los activos que administra.

 

 


Fecha de publicación: 09/02/2016

Etiquetas: México economía crecimiento inflación devaluación depreciación tipo de cambio pass through