Newsletter
Recibe gratis un resumen diario de lo más importante en negocios.
Al suscribirte aceptas los términos y condiciones de nuestra política de privacidad.
3 de feb. (Dow Jones) -- Los líderes de China aprecian mucho la estabilidad. Su crecimiento económico parece estar cerca del objetivo del gobierno y su moneda, el yuan, rara vez fluctuó en el pasado.
Eso hasta ahora.
Después de años de únicamente subir gradualmente, el yuan se ha vuelto impredecible y volátil.
A corto plazo, esto ha provocado indigestión a los mercados globales. Cuando los inversionistas consideran la estabilidad económica o de las divisas como algo seguro, estos están corriendo muchos riesgos al asumir la creencia de que nada cambiará.
Esa es una lección que China todavía tiene que tomar en cuenta para su economía en general. Sin embargo, su bienestar a largo plazo se beneficiaría de una menor estabilidad instilada por el Estado y de una mayor volatilidad impulsada por el mercado.
La volatilidad crea conciencia sobre los riesgos, algo que realmente puede mejorar la seguridad, y no sólo en las finanzas.
El fútbol americano, por ejemplo, es un deporte rudo, y por eso los jugadores usan cascos y hombreras. Pero los cascos también pueden hacer que los jugadores se sientan tan protegidos que golpean más fuerte, lo que conduce a conmociones cerebrales y a otras lesiones en la cabeza.
Erik Swartz de University of New Hampshire y seis colegas investigadores analizaron a un grupo de jugadores universitarios en 2014 instándolos a que realizaran entrenamientos regulares sin cascos y hombreras. Cuando se pusieron los cascos de nuevo para realizar sus prácticas regulares y participar en partidos, estos experimentaron 28% menos golpes en la cabeza que un grupo de control que no realizó prácticas sin usar casco, de acuerdo con el estudio publicado el mes pasado en el Journal of Athletic Training.
Aprender a taclear sin casco aparentemente los animó a protegerse mejor la cabeza.
Un dilema similar se presenta en la aviación. Los vuelos por medios electrónicos, con piloto automático y carburador automático han reducido la carga de trabajo de los pilotos y han hecho más seguros los vuelos. Pero la excesiva dependencia de la automatización entorpece la capacidad de los pilotos para responder en circunstancias inusuales o de emergencia.
El accidente del vuelo de Air France que volaba de Río de Janeiro a París en 2009 se debió en parte a que la tripulación aparentemente se confió en los controles automatizados que habían prendido. A los pilotos los están presionando cada vez más para que pasen más tiempo volando de manera manual. Porque volver a conocer el comportamiento del avión, los prepara mejor para enfrentar los problemas.
En el mundo de las finanzas, las monedas, tasas de interés o los precios de las acciones más volátiles aumentan las ganancias o pérdidas potenciales en una determinada inversión. Cuando la volatilidad disminuye, los inversionistas pueden tomar posiciones más grandes sin aumentar su potencial de exposición. Cuando aumenta la volatilidad, los inversionistas se retiran y reducen sus posiciones, lo que a veces significa vender de manera perjudicial.
En la década de los noventa, muchos países asiáticos vincularon sus monedas al dólar para promover sus exportaciones y mantener baja su inflación. Pero esas paridades animaron a sus empresas a endeudarse fuertemente en moneda extranjera para explotar las bajas tasas de interés. Cuando los países devaluaron, esas deudas denominadas en moneda extranjera se volvieron paralizantes.
China ha evitado un destino similar mediante la generación de grandes superávits comerciales y limitando la especulación con controles de capital.
Sin embargo, las empresas, inversionistas y particulares encontraron otras maneras de apostar implícitamente a que continuaría la subida constante del yuan desde mediados de 2005 hasta el pasado mes de agosto.
En ese período, los préstamos en moneda extranjera de China subieron en un factor de ocho a 1.2 billones de dólares, de acuerdo con Bank for International Settlements.
"China tiene que ser una de los mayores posiciones que jamás se hayan creado en el mercado de divisas", dice Claudio Piron, estratega de divisas y bonos de Bank of America Merrill Lynch, en referencia a una apuesta sobre el aumento en el precio.
Estas tendencias aparentemente preocupan a los tecnócratas que dirigen el Banco Popular de China. "Un tipo de cambio fijo parece estable, pero esconde problemas acumulados", dijo el vice gobernador del Banco Popular de China al explicar por qué el banco había permitido que cayera el valor del yuan y que en el futuro, su valor estaría "determinado por el mercado",
En los mercados de opciones, la "implícita volatilidad" del yuan, una medida de cuánto cuesta protegerse contra de los grandes movimientos, ha aumentado considerablemente en los últimos meses, acercándose a los niveles más típicos del yen y el euro.
Hay indicios de que un yuan más impredecible está teniendo el efecto deseado. Piron dijo que un motor principal de la fuga de capitales de China ha sido las compañías chinas que pagan su deuda en moneda extranjera.
La tolerancia de China a la volatilidad de la moneda es limitada: el gobierno ha intervenido en el mercado y, más recientemente, endurecido los controles del capital para hacer retroceder la especulación y evitar una caída libre. En el resto de la economía, la fijación con la estabilidad todavía gobierna.
El crecimiento económico reportado de China es 25% menos volátil que el de Estados Unidos, 56% menos que el de Japón, y de 50% a 33% menos que las economías de Asia, como Corea del Sur e Indonesia, de acuerdo con la división de gestión de inversiones de Goldman Sachs, generando dudas sobre su fiabilidad.
La renuencia del gobierno para dejar que los gobiernos locales o empresas de propiedad estatal caigan en incumplimiento les da una garantía implícita, lo que les permite pedir más prestado a precios artificialmente baratos privando a las empresas privadas e innovadoras del crédito necesario.
Eliminar esas garantías implícitas y permitir más quiebras de empresas pondría en peligro la estabilidad social y potencialmente recrudecería la ola de liquidaciones de su moneda y el mercado de valores. Pero a largo plazo, la intolerancia de China a la inestabilidad socava la innovación, incentiva el endeudamiento y amenaza con que haya un día de ajuste de cuentas más caótico.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
Copyright © 2016 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved
Fecha de publicación: 03/02/2016