11 de nov. (Sentido Común) -- Petróleos Mexicanos, la empresa petrolera estatal, anunció que, después de casi cinco meses de negociaciones que alargaron en un par de ocasiones las fechas límites, llegó a un acuerdo histórico con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) para reducir el peso monetario de su sistema actual de pensiones.

     El acuerdo para Pemex representa una bocanada de aire puro en un momento en que la empresa necesita mejorar su situación financiera para poder enfrentar por primera vez en su historia a nuevos competidores que comienzan a llegar no sólo al mercado petrolero nacional, sino incluso a otros mercados como el del transporte y distribución de hidrocarburos.

     Esto comienza a ocurrir por la reforma energética que aprobó el Congreso de la Unión en 2013 y 2014 y con la cual el sector de la energía mexicano se abre a los capitales privados, nacionales y extranjeros, por primera vez en varias décadas, ocho en el caso petrolero y cinco en el eléctrico.

     En esencia, con el acuerdo, el más relevante en el contrato colectivo de la empresa de probablemente las últimas siete décadas, Pemex logró convencer a sus trabajadores de crear nuevas condiciones de jubilación para aquellos trabajadores con menos de 15 años de antigüedad, así como para los de nuevo ingreso; ambos cambios con el fin de que esas jubilaciones resulten mucho menos onerosos para la empresa de las que hoy tiene.

     Además, con el acuerdo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público asumirá un monto de pasivos equivalente a los ahorros que logre la compañía con su nuevo sistema de pensiones, algo que de inmediato reducirá esos pasivos y mejorará su situación financiera.

     Con los cambios, por ejemplo, los trabajadores que cuenten con menos de 15 años de antigüedad, se retirarán, bajo las nuevas condiciones a los 60 años de edad y no a los 55 como hoy ocurre con aquellos empleados que tienen más tiempo trabajando con la empresa.

     Esa edad incluso se irá ampliando con el tiempo hasta los 65 años de edad.

     Además, los trabajadores de nuevo ingreso a la compañía petrolera tendrán un régimen distinto de jubilación al de los trabajadores actuales. Ese régimen pasa a ser de cuentas individuales, como ya aplica para la mayoría de los trabajadores en el sector privado de México y en muchas instituciones públicas.

      En esas cuentas, la empresa depositará las aportaciones que irá acumulando el trabajador para que con esos recursos pueda retirarse. Claro que en esas cuentas, los trabajadores podrán también hacer depósitos para incrementar sus ahorros con aportaciones voluntarias y gozar, al hacerlo, de ciertos beneficios fiscales.

     Las cuentas podrán además portarse en caso de salir de la empresa petrolera, dijo Pemex en el comunicado en el que reveló el acuerdo alcanzado con su sindicato.

     Si un trabajador actual de Pemex desea migrar a este nuevo sistema de pensiones con beneficios definidos, lo podrá hacer.

     Para Pemex, el acuerdo sobre las pensiones con el Sindicato, representa tal vez una de las muy pocas victorias que ha tenido en los últimos años y que han quedado reflejadas con no sólo los crecientes casos de ordeñas de ductos, o de accidentes, sino incluso de cada vez mayores pérdidas.

     Además, la compañía enfrenta un entorno adverso por el desplome de más de 60% que han registrado los precios a los que vende su crudo en mercados internacionales, al mismo tiempo que ha también visto decrecer su capacidad productiva de 3.4 millones de barriles diarios a 2.3 millones, o un descenso de más de 30% en los últimos 10 años.

     “Con estas medidas, será posible lograr una importante reducción del pasivo laboral de la empresa, que asciende actualmente a 1.5 billones de pesos”, dijo la empresa petrolera en el comunicado. 

     El adeudo laboral representa más de tres cuartas partes de los 1.8 billones de pesos de ingresos anuales de la empresa.

     Con el convenio, que entrará en vigor Pemex espera poder tener una situación financiera mejor para poder competir contra sus rivales y que no esté como hoy abrumada por la carga que representa su pasivo laboral.

     El monto de los pasivos laborales que asumirá Pemex no se conoce ya que tendrá que estimarse “una vez que concluyan los cálculos actuariales correspondientes”, dijo la empresa.

     Después de dos prórrogas en las negociaciones, el acuerdo, que tenía al día de hoy como fecha límite para cerrarse, quita, en pocas palabras, un peso de encima y da un respiro a la empresa petrolera.

     Las pensiones y jubilaciones que tiene que pagar Pemex se duplicaron en los últimos cinco años y son las más grandes dentro de las compañías de petróleo y gas en el mundo, reportó la agencia de noticias Bloomberg, a finales de agosto.

     Esos problemas ya se reflejan en el mercado de bonos, en el que los acreedores de Pemex han perdido cerca de 2% hasta agosto de este año, comparado con una ganancia promedio de 2.5% de los bonos corporativos en los mercados de países emergentes.

     La empresa de esta manera actualiza su sistema de pensiones, que venía acumulando adeudos, en parte porque las estipulaciones que manejaba hasta hoy el contrato laboral y que, a grandes rasgos, no habían cambiado desde que inició el monopolio petrolero estatal hace casi 80 años.

     “La modificación al régimen pensionario reflejará así las condiciones actuales de esperanza de vida en el país, ya que los parámetros hasta ahora vigentes se definieron en la década de los cuarenta, tras el surgimiento de Petróleos Mexicanos”, agregó Pemex.

     La expectativa de vida en México casi se ha duplicado en los últimos 70 años, mientras que el sistema de pensiones de los trabajadores de Pemex, no.

     Pemex y el Sindicato ratificaron el acuerdo ante un juez el lunes de esta semana.

 


Fecha de publicación: 11/11/2015

Etiquetas: Pemex petróleo contrato colectivo laboral industria petrolera crudo