5 de nov. (Bloomberg) -- Los mexicanos están a punto de pagar menos por la gasolina. Eso tiene a los operadores de bonos volviendo a analizar sus suposiciones acerca de la inflación.

En septiembre, el presidente Enrique Peña Nieto propuso vincular los precios de la gasolina con los que prevalecen a nivel internacional a partir de enero, adelantando así una transición previamente programada para 2018. La medida podría significar un gran ahorro para los consumidores de la nación, que actualmente pagan en promedio 38% más por la gasolina de lo que se paga en Estados Unidos.

El cambio es posible que mitige el salto potencial en los precios de importación después de la caída del peso de este año y limite los aumentos en el costo de la vida. Los operadores de bonos han tomado nota. Ellos ahora consideran una inflación anual promedio de 3.47% durante los próximos dos años. Eso se compara con el pronóstico de 3.72% de septiembre.

"Existe la expectativa de que van a bajar los precios de la gasolina," dijo Marco Oviedo, economista en jefe para México de Barclays, desde la ciudad de México. Quien  proyecta una inflación de 3.1% el próximo año.

En una entrevista realizada en octubre, el secretario de hacienda, Luis Videgaray, dijo que acelerar que el gobierno ya no fije los precios de la gasolina "debe ser favorable en las expectativas de inflación".

"Históricamente, los precios de la gasolina y el diesel son los precios públicos que se espera que aumenten", dijo. "En el momento en que eso es sustituido por una expectativa del mercado, las expectativas de la inflación se vuelven mucho más neutrales".

La Cámara de Diputados de México ya aprobó el cambio en los precios de la gasolina, que se incluye en la parte de los ingresos del proyecto del presupuesto. Se requiere que el Senado también lo apruebe.

La gasolina regular en México se expende actualmente en 13.57 pesos por litro, o alrededor de 51 pesos (3.10 dólares) por galón, de acuerdo con la asociación de gasolineras de México. Eso se compara con un precio promedio de venta de 2.25 dólares por galón en Estados Unidos, de acuerdo con AAA con sede en Heathrow, Florida, el grupo motor más grande de la nación.

Mientras que los precios de la gasolina pueden declinar, la caída de 18% del peso contra el dólar en el último año es probable que haga subir los precios minoristas, cuando los importadores reflejen sus mayores costos, dijo Gabriel Lozano, economista en jefe para México de JPMorgan Chase.

"La moneda será más determinante" para la inflación, dijo Lozano, que espera que los precios al consumidor aumenten 3.8% el próximo año, desde la ciudad de México.

Las medidas del gobierno de este año para poner fin a los aumentos mensuales en los precios de la gasolina y eliminar las tarifas telefónicas de larga distancia han compensado el impacto de la moneda más débil en los gastos de subsistencia. La tasa de inflación anual bajó a 2.52% en septiembre, el nivel más bajo desde 1968, incluso después de que el peso se desplomó a un mínimo histórico.

"Hay una alta probabilidad de que los precios de la gasolina sigan siendo los mismos o que incluso disminuyan un poco", dijo Benito Berber, estratega de Nomura Holdings en Nueva York. "Pensé que la caída en los precios de telecomunicaciones fue una cosa excepcional, pero podríamos ver una nueva reducción. Esas dos cosas son enormes para la dinámica de los precios”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 05/11/2015