8 de oct. (Sentido Común/Reuters) -- A menos de un mes de que el mundo se enterará de que la empresa automotriz Volkswagen truqueaba sus autos con motores diésel para evadir una correcta detección de sus emisiones de contaminantes, su filial mexicana, Volkswagen de México, comienza a resentir las primeras secuelas.

     No sólo la subsidiaria, con sede en la ciudad de Puebla, se vio ya obligada a cortar por el escándalo el turno de producción sabatino que había implementado recientemente para satisfacer la creciente demanda por sus autos, sino que además las cifras sobre las exportaciones de Volkswagen de México de septiembre parecerían indicar que el descrédito internacional que ha sufrido una de las marcas automotrices más admiradas, comienza a golpear sus operaciones aquí.

     Si bien la evolución de las exportaciones de vehículos de todas las empresas ensambladoras con operaciones en México es volátil el hecho que el mes pasado la compañía alemana registrará la peor caída de las ocho marcas que venden vehículos ensamblados en el país en el exterior, es para algunos un primer indicio del probable impacto local que podrá tener el escándalo global.

     “Luego del escándalo por los dispositivos que alteran la medición de emisiones en los autos fabricados por Volkswagen, [esto] nos obliga a mantener la perspectiva de su desempeño permanentemente bajo una mirada analítica”, escribió Luis Armando Jaramillo-Mosqueira, analista con Scotiabank en un reporte.

     A Jaramillo-Mosqueira llamó la atención en particular el fuerte recorte de envíos de Volkswagen al exterior, que si bien no es algo que necesariamente esté vinculado con los problemas que enfrenta la compañía por el escándalo y se pueda deber más al paro técnico programado con antelación que realizó la empresa el mes pasado, si puede ser un augurio de lo que está por venir.

     Las exportaciones de Volkswagen bajaron 30.8% en septiembre, mientras que la industria reportó un descenso total en sus exportaciones de 1.7%. La planta de Volkswagen en Puebla produce el mayor número de vehículos que vende la compañía alemana en el mercado estadounidense que cualquier otro de sus múltiples centros de producción.

     “El recorte en los envíos de Volkswagen, que de acuerdo a las cifras absolutas interanuales, superó en más de 300% la reducción en las exportaciones totales” de septiembre, escribió el analistas de Scotiabank en su reporte.

     Voceros de Volkswagen declinaron hacer un comentario directo sobre la caída que registraron las exportaciones de la empresa el mes pasado, aunque sí resaltaron el freno productivo que registró la compañía por el paro técnico de dos semanas.

     Aunque no es una correlación perfecta, las cifras generales de exportación y producción de autos en México si van, por lo general, de la mano, sobre todo porque cerca de 75% de los vehículos que se producen en México se vende en el exterior.

     Si la producción cae puede esperarse que las exportaciones caigan y viceversa, si las exportaciones descienden puede también esperarse que la producción se reduzca, aunque estos ajustes no necesariamente se llevan a cabo al unísono.

     De cualquier manera, la caída de las exportaciones de vehículos ligeros de Volkswagen en septiembre es la peor que registra la automotriz alemana en México desde febrero del año pasado cuando esas ventas externas descendieron 32.1%.

     En materia de producción de autos, Volkswagen de México también reportó un descenso parecido en septiembre contra el mismo mes del año anterior de 35.2%. La empresa fue la única que registró una caída en el número de unidades producidas aquí de las ocho armadoras que tienen plantas en el país.

     El declive de la producción de septiembre fue también el más pronunciado para Volkswagen desde marzo de 2014 cuando el número de sus vehículos ensamblados aquí se desplomó 40.1% contra marzo de 2013.

     En este caso, sin embargo, la caída de la producción de autos de Volkswagen en México se debe más al paro técnico que había programado la compañía para cambiar sus líneas de producción, que a los problemas que le han llegado del exterior. 

     “La disminución en las cifras de producción. . . se deben a que la planta de Volkswagen, ubicada en Puebla, tuvo un periodo de vacaciones durante dos semanas de septiembre”, escribió la empresa en un correo electrónico en respuesta a preguntas enviadas por Sentido Común. “Durante esas dos semanas no hubo producción”.

    La explicación suena plausible para los analistas y explica en parte la caída de las exportaciones de Volkswagen el mes pasado.

     Sin embargo, la sombra de posibles recortes adicionales a la producción de autos de Volkswagen en su planta de Puebla y la posible reiteración de un descenso en el ritmo de sus exportaciones persiste luego de los comentarios generales que hizo hace unos días su recién nombrado presidente, Matthias Müller, para confrontar los problemas que enfrenta la compañía.

     “La empresa tendrá que hacer recortes masivos en los costos para sobreponerse a las consecuencias del escándalo sobre emisiones que ha afectado el valor de la empresa y su reputación”, dijo el ejecutivo, quien asumió el cargo a finales del mes pasado luego de que su predecesor Martin Winterkorn renunció al cargo por el estallido del escándalo en torno al fraude de Volkswagen sobre las emisiones de sus vehículos motores diésel.

     Müller, quien llegó a Volkswagen tras dirigir la subsidiaria fabricante de los autos Porsche, agregó que los recortes que hará la empresa para superar los problemas que se avecinan por el escándalo buscarán impactar lo menos posible el número de empleos de la compañía. 

     En México, los ejecutivos de la empresa automotriz alemana han dicho al menos hasta ahora que no se contemplan recortes de personal ni reducciones a sus planes de inversión.

     Volkswagen “ha señalado que sus planes de inversión y sus planes de empleo se mantienen”, dijo Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), en su conferencia mensual para revisar el desempeño del sector. “El mismo secretario de Economía dio a conocer también que todos los planes de inversión de todas las marcas. . . se mantienen”.

     Un elemento favorable para Volkswagen de México es que al menos en el mercado interno el escándalo no ha llegado aún a golpear sus ventas.

     El mes pasado, la compañía vendió 14.8% más autos que en el mismo mes de hace un año, con lo que el crecimiento acumulado en el año subió de un nivel de 10.9% hasta agosto a 11.4% en el periodo enero-septiembre.

     El avance de las ventas de Volkswagen en México en los primeros nueve meses del año fue, sin embargo, inferior al que registran los otros grandes productores de autos con presencia relevante en el país por más de una década.

     Nissan, por ejemplo, registró una avance de 22.3% en sus ventas acumuladas en el periodo enero-septiembre de este año contra las del mismo periodo de 2014, seguida por Fiat Chrysler México con un crecimiento de 17.7%, General Motors con 15.4% y Ford con 11.5%.

     Otra repercusión directa del escándalo a las operaciones del grupo Volkswagen en México fue el que sus dos filiales financieras, Volkswagen Bank México y Volkswagen Leasing México, sufrieran una revisión a la baja de las perspectivas de sus adeudos de largo plazo por parte de la agencia calificadora Moody’s Investors Service.

     Esa revisión se debió a que la agencia calificadora tomó una decisión idéntica y previa sobre las perspectivas de la empresa controladora de esas dos instituciones financieras por el escándalo del fraude en las emisiones de los autos Volkswagen con motores diésel.

     Si bien, esa baja en las perspectivas no tiene ningún efecto directo en cuanto a la producción y exportación de autos de Volkswagen de México, si podría complicar las ventas de los autos de la empresa en el país en el futuro.

     Si el cambio negativo en las perspectivas se traduce en una reducción de la calificación crediticia de ambas empresas, que actualmente es de ‘Aa3’ para ambas, o el cuarto grado en la escala de inversión de Moody’s, entonces esas dos compañías tendrán muy probablemente que pagar tasas de interés más altas para fondear sus propias operaciones de financiamiento para la venta de autos marca Volkswagen en México.

     Si el financiamiento para comprar un auto se encarece, Volkswagen podría registrar una reducción en el ritmo de sus ventas de autos en México.

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Fecha de publicación: 08/10/2015

Etiquetas: Volkswagen México Alemania industria automotriz escándalo contamición emisiones producción ventas exportación