Newsletter
Recibe gratis un resumen diario de lo más importante en negocios.
Al suscribirte aceptas los términos y condiciones de nuestra política de privacidad.
6 de oct. (Dow Jones) -- En el centro de Manhattan, una mañana reciente, Ryan Sheftel y un puñado de genios matemáticos de Global Trading Systems, una firma con sede en Nueva York, debatían cómo sacar provecho de los cambios vertiginosos que se registran en el mercado más líquido del mundo, el de los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Su dilema: cómo sacar ventaja de las decenas de empresas que buscan señales de corretaje al comprar y vender milésimas de segundos antes que sus rivales. Horas más tarde, después de que uno sugirió rastrear los movimientos de los bonos del Tesoro simulando átomos que chocan en el interior de un metal, un intento por predecir cómo responderán otros operadores a los movimientos del mercado, comenzaron a reconfigurar sus patentados códigos informáticos para reaccionar más rápido.
La discusión sólo fue una señal de que las estrategias de corretaje automatizado, o algoritmos, están rehaciendo el mercado de los bonos del Tesoro valuado en 12.7 billones de dólares, emulando anteriores grandes cambios en las acciones y el comercio de divisas.
Las empresas que usan algoritmos dicen que están ampliando el flujo de órdenes y regularizando más la asignación de precios, pero los escépticos ven señales de que las empresas están intensificando el tumulto en las coyunturas del mercado de puntos debido a su velocidad.
Los reguladores no han concluido totalmente lo que significa la creciente presencia del comercio algorítmico en el mercado de bonos del Tesoro, pero los datos muestran que este ahora representa una proporción cada vez mayor de los volúmenes.
Anthony Perrotta, socio de la firma investigadora Tabb Group, estima que las empresas super rápidas de corretaje no bancarias representan 60% de la actividad en los rincones más activos del corretaje electrónico de bonos del Tesoro, por encima del 45% en 2012.
"La tecnología ha introducido un nuevo grupo de participantes en el mercado de bonos del Tesoro y esto hace que el mercado sea más propenso a moverse de manera inesperada", dijo Amar Reganti, estratega de la administradora de activos Grantham Mayo Van Otterloo, con sede en Boston, y ex subdirector de la oficina de gestión de deuda del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Empresas de corretaje algorítmico dicen que deben ser evaluadas con base en las estrategias individuales de corretaje o los comportamientos que los reguladores quieren aprobar, y no por la forma en que se organizan. Estas dijeron que el corretaje automatizado lo realiza una serie de instituciones, incluyendo grandes bancos que negocian con títulos y que han invertido en este tipo de tecnología para competir.
A otros les preocupa que los algoritmos se estén husmeando entre sí y alimentando las estrategias de cada uno de manera que están haciendo que el corretaje se mueva demasiado rápido en cierta dirección. Estas personas dijeron que el resultado son precios "tóxicos" en los centros de corretaje profesional que han hecho que estos sean más caro y difíciles de cubrir.
Hace décadas, casi todos los bonos del Tesoro se compraban y se vendían mediante líneas telefónicas en los pisos de corretaje bulliciosos ubicados frente a Wall Street. Un comprador podría llamar a un representante de ventas de un banco, que tomaba la orden, se ponía de pie y gritaba en el sistema de intercomunicación o a un corredor cercano para obtener el precio de venta. Si el cliente aceptaba el precio, y el corredor no había modificado el precio durante ese tiempo debido a una noticia, entonces se cerraba la operación cuando ambas partes decía que la operación se había "finiquitado".
"Eso podía volverse un pandemonio", dijo Thomas Connor, director de operaciones de la correduría Amherst Pierpont Securities en Nueva York y ex jefe de operaciones del Tesoro estadounidense de JP Morgan Chase.
Ahora, ese proceso está casi totalmente automatizado en las pantallas. Si bien el corretaje de bonos del Tesoro está dominado por cerca de 10 grandes corredurías impulsadas por la tecnología con nombres como Jump Trading y KCG Holdings, hay de 35 a 40 más pequeñas que también participan como Torre Capital Research.
GTS contrató a Sheftel de Credit Suisse Group, personificando así un cambio más amplio en Wall Street, que el de restarle énfasis a los corredores humanos. Quien abandonó el trabajo poco después de que el banco se asoció con Tower para formar una correduría especializada en bonos del Tesoro.
Muchos ven el papel de las empresas de corretaje automatizado como aditivo debido a que estas están ampliando el grupo de participantes y que son capaz de ayudar a absorber más choques de lo que estas ayudan a crear.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Eduardo García
Copyright © 2014 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved
Fecha de publicación: 06/10/2015